Gertrude Ederle: la verdadera historia de la campeona olímpica que fue la primera mujer en cruzar a nado el canal de la Mancha
Gertrude Ederle batió 29 récords nacionales y mundiales de natación amateur, entre los años 1921 y 1925.
Hace casi 100 años, una joven nadadora estadounidense de apenas 20 años desafió al mundo y se convirtió en la primera mujer en cruzar a nado el canal de la Mancha, un “brazo de mar” del océano Atlántico situado entre el norte de Francia y la isla de Gran Bretaña. ¿Su nombre? Gertrude Ederle, o Trudy Ederle, como la llamaban sus amigos.
La increíble carrera de esta nadadora, que incluye tres medallas en los Juegos Olímpicos, fue llevada a la ficción en la película La joven y el mar, disponible en Disney+ a partir del 19 de julio de 2024 y protagonizada por la actriz británica Daisy Ridley. Descubre la verdadera historia de Gertrude Ederle y cómo logró esta impresionante hazaña a principios del siglo XX.
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¿Cómo llegó Gertrude Ederle a ser campeona olímpica de natación?
Nacida en Nueva York (Estados Unidos) el 23 de octubre de 1905, Gertrude Ederle aprendió a nadar de niña y comenzó a participar en competiciones de natación durante su adolescencia.
Fue una de las principales exponentes de la brazada de crol y, entre 1921 y 1925, batió 29 récords nacionales y mundiales de natación amateur, revela la Enciclopedia Britannica (una plataforma del conocimiento).
La nadadora fue parte de la delegación de Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de 1924, donde obtuvo 3 medallas olímpicas. Cien años después, la actriz inglesa Daisy Ridley (en la imagen) protagoniza La joven y el mar, una película de Disney+ que rememora su trayectoria.
En 1922 batió siete récords en una sola tarde nadando en el mar en Brighton Beach, Nueva York. Hace exactamente 100 años, en la segunda edición de las olimpiadas de París en 1924, en Francia, la ciudad que acogerá los Juegos Olímpicos de 2024, la joven “Trudy” Ederle formó parte de la delegación de Estados Unidos y ganó tres medallas olímpicas: una de oro en el relevo 4 x 100 metros estilo libre, y dos de bronce en los 100 metros estilo libre y los 400 metros estilo libre, destaca la web oficial de los juegos.
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La mayor aventura de Gertrude Ederle: cruzar a nado el canal de la Mancha
De acuerdo con el museo National Women's Hall of Fame, situado en Seneca Falls, Nueva York, fue al año siguiente de sus victorias olímpicas cuando Ederle tuvo la idea de cruzar a nado el canal de la Mancha, una región del océano Atlántico situada entre Francia e Inglaterra. Hizo su primer intento en 1925, pero como el mar estaba demasiado agitado, no tuvo éxito.
Dedicada y perseverante, Ederle siguió entrenándose para lograr su objetivo. Para entonces, solo cinco hombres habían conseguido cruzar a nado las aguas de la región, pero ninguna mujer lo había intentado.
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Tal como rememora Britannica, en 1926 regresó a Francia para poner a prueba sus límites una vez más. Ante la duda generalizada de que una mujer pudiera lograr la hazaña, partió del cabo Gris-Nez, cerca de la ciudad francesa de Calais, el 6 de agosto, con la piel cubierta de grasa de oveja y vistiendo un traje especial de dos piezas que ella misma había diseñado.
Gertrude Ederle fue la primera mujer en cruzar el canal de la Mancha nadando. En 1926 cumplió ese objetivo y batió el récord mundial masculino de la época.
A pesar de las aguas heladas y agitadas, incluso en el verano europeo, Gertrude Ederle nadó hasta Dover, en Kent (Inglaterra), completando la travesía en 14 horas y 31 minutos. Además de ser la primera mujer en cruzar a nado el canal de la Mancha, batió el récord mundial masculino de la época (en poder del argentino Enrique Tiraboschi) en 1 hora y 59 minutos, y durante 35 años siguió siendo la plusmarquista femenina, según el sitio web del museo neoyorquino.
Aunque oficialmente la distancia entre las dos ciudades era de 34 kilómetros, debido al mal estado del mar, la joven de 20 años acabó nadando una distancia mayor, por lo que la longitud real de su travesía a nado fue de unos 56 kilómetros, reconoce la Enciclopedia.
Gertrude Ederle fue aclamada a su regreso a Nueva York, donde fue recibida con un desfile público por las calles de la ciudad y el entonces presidente de los Estados Unidos, Calvin Coolidge, la llamó “la mejor chica americana”.
Poco después, Gertrude hizo una gira como nadadora profesional, pero años más tarde, en 1933, sufrió una grave lesión de espalda y puso fin a su carrera en el agua.
Sin embargo, se convirtió en diseñadora de moda y también creó técnicas innovadoras para enseñar a nadar a personas con discapacidad auditiva, indica la página web del museo. La campeona y plusmarquista falleció en 2003, a los 98 años, dejando tras de sí un legado inspirador.