Los 3 curiosos mitos sobre la Luna creados por culturas ancestrales
La luna tiene un importante lugar en los mitos de las culturas ancestrales. Arriba, una luna creciente brilla sobre un pinar en el Parque Nacional de la Gran Cuenca, Nevada, Estados Unidos.
La Luna, el satélite natural de la Tierra, fascina a la humanidad desde tiempos inmemoriales y a lo largo de la historia ha sido objeto de mitos y leyendas. Pero las investigaciones científicas luego consiguieron explicar sus fases y su aspecto y dar explicación a las incógnitas del pasado.
En este artículo, National Geographic recorre tres historias de diversas culturas que han intentado interpretar la presencia de la luna terrestre en el cielo nocturno.
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1. Ruido durante los eclipses: la táctica inca para proteger a la diosa Luna
Los antiguos incas de Perú veneraban a la Luna como una diosa llamada Mamá Quilla, afirma Old Farmer’s Almanac, una publicación periódica anual que se distribuye desde 1792.
Según sus creencias, Mamá Quilla lloraba lágrimas plateadas y los eclipses lunares eran causados por un animal, como una serpiente que la atacaba. Para ahuyentar a estas criaturas y proteger a su diosa, los incas hacían el mayor ruido posible durante los eclipses, con la esperanza de restaurar la paz en el cielo nocturno, agrega la publicación estadounidense.
2. En la antigua Grecia, la Luna surcaba los cielos en un carro
Una estatua de la diosa Selene, la cual era importante para la antigua Grecia, que se muestra con la media luna en la frente y sosteniendo una antorcha en la mano derecha.
Para los antiguos griegos, la Luna estaba personificada en la diosa Selene, hija de los titanes Hiperión y Tea y hermana de Helios (el Sol). Según este mito, cada noche Selene viajaba por el cielo en su carro, arrastrando al astro detrás de ella, relata la Enciclopedia de Historia Mundial.
“Su corona brillaba con una luz suave en la oscuridad de la noche. Un par de caballos de color blanco plateado o a veces un par de bueyes arrastraban el carro lunar de Selene a través del cielo nocturno”, añade la fuente histórica.
La Enciclopedia explica que la figura de esta diosa se ha representado de diferentes maneras en la historia. En el himno homérico a Selene, por ejemplo, se la describe como una diosa alada, amable y hermosa. Según esa narración, conduce su carruaje por el cielo nocturno como una señal para los humanos.
3. En la mitología finlandesa, la Luna y los huevos están interconectados
En la mitología finlandesa, el satélite terrestre tiene un origen singular que muestra cómo los antiguos pobladores la integraban en un relato cósmico más amplio. Ilmatar, diosa del aire, permitió que un pato pusiera sus huevos en su rodilla, refiere Old Farmer’s Almanac.
Estos huevos cayeron y, al romperse, las claras se convirtieron en la Luna, las yemas en el sol y los fragmentos de cáscara en las estrellas, finaliza la publicación estadounidense.