
¿Por qué es tan famosa la Mona Lisa? Los 4 puntos clave de su popularidad
La Gioconda fue pintada por Leonardo da Vinci durante el Renacimiento italiano. El retrato al óleo sobre paneles de madera es una de las obras más conocidas de da Vinci, así como una de las pinturas más famosas de todos los tiempos.
Cada año, miles de personas acuden a ver la Mona Lisa en el Museo del Louvre de París (Francia), lo que convierte la visita a esta obra de arte en uno de los programas turísticos más famosos del mundo (junto con la típica visita a la Torre Eiffel). Según el propio museo francés, alrededor del 80% de los 10 millones de visitantes del Louvre buscan el cuadro de Leonardo da Vinci cuando entran al lugar.
La demanda es tan grande que, en 2024, el presidente francés Emmanuel Macron anunció que el cuadro tendrá un espacio solo para él en una parte del Louvre dedicada a las obras de Leonardo Da Vinci, que fue pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, botánico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista, tal como detalla la Enciclopedia Britannica (una plataforma de conocimiento general).
Pero ¿por qué, más de cinco siglos después de ser pintada, la Mona Lisa (o La Gioconda, como también se la conoce) sigue llamando tanto la atención? National Geographic ofrece algunas respuestas.

El retrato de Da Vinci se conoce como Mona Lisa o La Gioconda. En la imagen se observa la pintura en la Sala de los Estados del Museo del Louvre.
1. ¿Por qué la Mona Lisa es tan famosa? La misteriosa sonrisa del cuadro podría ser la respuesta
Según la página web del Museo del Louvre, la famosa y enigmática sonrisa de la Mona Lisa ha fascinado al mundo durante siglos. Da Vinci pintó La Gioconda entre 1503 y 1506, y el retrato llamó inmediatamente la atención del rey francés Francisco I, uno de los primeros admiradores de la obra, señala la fuente.
El monarca invitó a Da Vinci a Francia y le compró el cuadro en 1518, con lo que La Gioconda pasó a formar parte de “las colecciones reales expuestas en el Louvre tras la Revolución Francesa”, señala el museo. En la actualidad, el retrato cuelga tras un cristal a prueba de balas y terremotos, a temperatura y humedad controladas, y se encuentra bajo vigilancia las 24 horas del día, añade.
“El enigma sobre la sonrisa de la Mona Lisa procede probablemente de la multiplicidad de emociones que pueden leerse al contemplar el rostro de la mujer retratada”, explica un artículo de Smithsonian Magazine, la revista del Museo Smithsonian de Historia Natural (institución educativa y de investigación gestionada por el gobierno de Estados Unidos).
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2. El realismo presente en La Gioconda ha convertido la obra en atemporal
Según Britannica, desde el momento en que fue pintada por Leonardo Da Vinci, La Gioconda ya era considerada una obra poco convencional. “Sus contemporáneos copiaron la entonces novedosa pose del retrato. Más tarde, el escritor Giorgio Vasari ensalzó la habilidad de Leonardo para imitar de cerca la naturaleza”, señala la plataforma.
El hecho de que sea un retrato muy realista es también una de las razones de su éxito a lo largo de los siglos, agrega Britannica. “Da Vinci pintó una figura compleja que se parece mucho a un ser humano complicado”, argumenta la fuente, que también destaca la “expresión ambigua” del personaje pintado como resultado de la combinación de la mirada fija y la sonrisa contenida con la que el artista pintó la obra.

El personal del Museo del Louvre traslada a la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci a su inspección anual.
3. Un robo hizo más famosa a la Mona Lisa
Según el sitio web del museo parisino, el 21 de agosto de 1911, la Mona Lisa desapareció del Louvre de París. La obra fue robada y permaneció desaparecida durante dos años, aproximadamente, a pesar de que se ofrecieron generosas recompensas a quien ayudara a dar con su paradero.
“Hasta que un día, Vincenzo Peruggia, un vidriero que había trabajado en el Louvre, intentó vender el cuadro más famoso del mundo a un marchante de arte italiano”, explica la fuente. “Se alertó a las autoridades y La Gioconda fue recuperada”, continúa el texto, lo que hace aún más popular esta apasionante historia.
Según la Enciclopedia de la Historia Mundial (una plataforma de conocimiento histórico), durante los dos años que guardó la Mona Lisa, Peruggia escondió el cuadro en el falso fondo de un baúl. Las investigaciones de la época nunca consideraron sospechoso al vidriero, hasta que finalmente fue denunciado cuando intentó vender el cuadro de Da Vinci en Italia.
Fue después de que la prensa de la época se hiciera eco de este hecho en todo el mundo cuando se formaron multitudes para ver la obra en el Louvre, sostiene la Enciclopedia histórica.
4. Leonardo da Vinci siguió trabajando en la Mona Lisa hasta su muerte
Britannica explica que el cuadro estaba en el estudio de Da Vinci en 1519, cuando murió. Aunque pintó la mayor parte en tres años (de 1503 a 1506), se cree que el artista trabajó en él de forma intermitente.
Según la fuente, así es como acabó añadiendo al cuadro “múltiples capas de finos esmaltes al óleo en diferentes momentos”. Otras características de la obra también muestran la extrema dedicación con la que Da Vinci pintó La Gioconda: ”El velo delicadamente pintado, los mechones finamente labrados y la cuidadosa representación de la tela doblada revelan las estudiadas observaciones y la inagotable paciencia de Leonardo”, revela la fuente.
Los estudios de Da Vinci sobre la profundidad y la óptica también hicieron del cuadro un ejemplo único del talento del italiano.
