
¿Cuál fue el cónclave más largo y tenso de la historia? National Geographic revela los detalles de la elección en la que incluso hubo muertos
Vista de la parte central de la Basílica de San Pedro, donde se elige a los papas. El sumo pontífice surgido del cónclave más largo de la historia también fue coronado en esta iglesia del Vaticano.
La muerte del papa Francisco, el 266º pontífice de la Iglesia católica, el pasado 21 de abril trajo de vuelta una de las tradiciones más antiguas del catolicismo: el cónclave, la forma en la que los cardenales de todo el mundo eligen al próximo papa en el Vaticano.
Mientras se especula sobre quién sucederá a Francisco, el “papa del pueblo”, como se le ha llegado a conocer, un reportaje de National Geographic España se adentra en la historia para indagar en el que habría sido el cónclave más complicado de resolver... y también uno de los que más tiempo ha llevado.
El escenario de este acontecimiento fue la ciudad de Viterbo, al norte de Roma, durante el siglo XIII. A continuación, descubre qué ocurrió en esta problemática elección papal, en la que hubo muertos y escombros.

La localidad de Viterbo (Italia), escenario del cónclave más largo (y uno de los más complicados) de la Iglesia católica.
¿Quién fue el papa cuya muerte desencadenó uno de los cónclaves más complejos de la historia?
Según un artículo de NatGeo España titulado División, hambre y muerte: así fue el cónclave más largo y complicado de la historia, fue tras la muerte del papa Clemente IV cuando tuvo lugar una de las elecciones papales más tensas de la Iglesia católica. Duró casi tres años, de 1268 a 1271.
Clemente IV murió el 29 de noviembre de 1268 en Viterbo y fue papa sólo de 1265 a 1268, detalla la Enciclopedia Britannica (una prestigiosa plataforma de conocimiento general). Clemente, cuyo nombre de nacimiento era Guido Foulques, era un religioso francés que trabajó como jurista para el rey Luis IX antes de hacerse sacerdote.
Al morir la esposa de Foulques hacia 1256, se convirtió en sacerdote y más tarde en obispo, arzobispo (y cardenal en 1261), trabajando en distintas partes de Francia, señala la fuente enciclopédica.
Clemente fue nombrado papa in absentia (es decir, mientras se encontraba fuera de Italia en misión diplomática en Inglaterra) el 5 de febrero de 1265, señala Britannica. En su breve papado, centralizó la autoridad en la figura del papa al decretar que todos los nombramientos occidentales de la Iglesia católica pertenecían a Roma, añade.
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¿Por qué el cónclave del siglo XIII fue tan complejo?
A la muerte de Clemente, la siguiente elección papal requería una mayoría de dos tercios de los votos de los cardenales. Sin embargo, esta cifra empezaba a ser imposible de alcanzar, ya que “las dos facciones mayoritarias de cardenales de la época se vetaban mutuamente”, explica el artículo de NatGeo.
“Además, había un número muy reducido de cardenales con derecho a voto (20), lo que significaba que el nuevo papa debía conseguir al menos 14 votos favorables", explica el texto.
“Si al principio votaban cada día, más adelante empezaron a hacerlo una o dos veces por semana, y más adelante podían pasar varias semanas sin una votación”, relata el artículo. Esto se debía a que “cada bando intentaba atraer a cardenales contrarios con promesas más políticas que espirituales”.
Al cabo de casi tres años de discusiones, “las autoridades y habitantes de Viterbo se hartaron y tomaron medidas drásticas para acelerar la decisión”, prosigue el artículo. Esto sucedió, aunque “a costa de la muerte de tres cardenales” y con consecuencias que persisten hasta hoy, incluido el propio nombre de “cónclave”, indica la fuente.

Vista del Palacio Papal de Viterbo, Italia. En este edificio comenzó el cónclave más largo (y turbulento) de la historia de la Iglesia católica.
Un cónclave en el que murieron tres cardenales
Mientras tenían lugar las disputas internas en la Iglesia, la ciudad de Viterbo, que albergaba la elección, sufría las consecuencias de este prolongado proceso. “Aunque el Palacio Papal de Viterbo era más modesto que el Vaticano, los cardenales estaban bien alojados y alimentados a expensas de las arcas de la ciudad, que se vaciaban al tener que mantener a los eclesiásticos y a su séquito, obligando a aumentar los impuestos sobre los ciudadanos y el comercio”, detalla el artículo de NatGeo.
Aunque no había ninguna norma que estableciera que las ciudades donde se celebraban los cónclaves tuvieran que apoyar a los cardenales durante la elección del próximo santo padre, esto se hacía como cortesía hacia la Iglesia. Pero con el tiempo, la paciencia de la población llegó a un “límite”.
En un primer acto, el podestà de Viterbo (es decir, la máxima autoridad local), “redujo las raciones de comida y agua que se daban a los cardenales, lo justo para enviar un mensaje a los eclesiásticos”, pero sin querer molestar a la Iglesia ni al próximo papa.
Entonces se decidió trasladar la votación estancada al Palacio Papal en lugar de a la catedral de la ciudad. Desde allí, los cardenales quedaron encerrados hasta llegar a un acuerdo. “Así surgió el nombre de cónclave (del latín cum clave, que significa con llave)”, revela la fuente española. La idea era evitar que los miembros de la Iglesia salieran en busca de “comida, bebida o distracciones”.
Para seguir obligando a los cardenales a llegar a un consenso, el “gobernador” ordenó “quitar partes del techo del Palacio Papal, en concreto, de los dormitorios y de la sala donde deliberaban”, continúa el artículo. Como consecuencia, cuando terminó el verano de 1270 y comenzaron las lluvias otoñales y el frío invierno en la región, tres cardenales murieron “debido a las precarias condiciones, el racionamiento y la vejez”, detalla el artículo.
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Fresco de Gregorio X realizado por Buonamico Buffalmacco, pintor italiano que trabajó en Florencia, Bolonia y Pisa, para ser colocado en la catedral de Arezzo (Italia).
Habemus papam: el sorprendente final del cónclave más largo de la historia
“Después de casi tres años de disputas estancadas y la muerte de tres de los veinte cardenales que participaban en las deliberaciones, la solución llegó de una manera inesperada”, afirma la fuente española. “Incapaces de alcanzar un consenso, decidieron delegar la elección a un pequeño comité de solo seis miembros, formado por una proporción equilibrada de representantes de todas las facciones”, detalla el informe de NatGeo.
Esta reducción facilitó la elección, así como el hecho de que el grupo estuviera “lejos de la mirada de los cardenales más influyentes, que ponían sus intereses personales ante todo”, detalla la fuente.
Así surgió el inesperado elegido: “Teobaldo Visconti, un hombre que no pertenecía al colegio cardenalicio y que ni siquiera se encontraba en Italia en ese momento, sino en una cruzada en Tierra Santa”.
Según el artículo, “Visconti era un hombre ajeno a la curia, sin fuertes implicaciones políticas y totalmente ajeno a los intereses de la geopolítica europea que habían marcado el rumbo del cónclave”.
Esto, unido a su fama de “hombre piadoso”, lo convertía en “el candidato ideal” para poner fin a la crisis. El nuevo papa fue ratificado por el colegio cardenalicio el 1 de septiembre de 1271, “poniendo fin a la elección papal más larga de la historia: dos años y casi nueve meses después de la muerte de Clemente IV”, añade el artículo.
Visconti, por su parte, fue informado de que era el nuevo Papa de la Iglesia católica cuando aún estaba en la cruzada. "Al principio, no quería irse. Finalmente, se le explicó lo difícil que había sido llegar a un consenso, se le convenció para que delegara sus funciones y partió hacia Italia", concluye el reportaje de NatGeo España.
Visconti tomó el nombre papal de Gregorio X y fue coronado en la Basílica de San Pedro. Su papado duró de 1271 a 1276. Fue conocido por reformar la asamblea de cardenales que elegía al papa y por trasladar la curia de nuevo a Roma.
