Hong Kong oculta detrás de una capa de contaminación
El extenso paisaje urbano de la ciudad es apenas visible bajo la gruesa capa de smog que la cubre.
En las fotografías, es difícil distinguir Hong Kong a través de la gruesa bruma gris.
La ciudad está cubierta de contaminación, acentuada por las condiciones climáticas invernales y el viento. Apenas se puede vislumbrar el paisaje urbano costero, y los barcos en el agitado puerto de la región se asemejan a opacas figuras espectrales.
De acuerdo con el World Air Quality Index (índice de calidad del aire mundial), el aire de la ciudad se encuentra contaminado a niveles perjudiciales. Esta evaluación se basa en mediciones por hora de los contaminantes, como materia particulada y carbón.
Estudios realizados a la materia particulada indican que la exposición ocasiona graves problemas de salud, como enfermedad coronaria o pulmonar. Al inhalar este aire, las pequeñas partículas se alojan en los pulmones y pueden ingresar en el torrente sanguíneo.
No está previsto que mejoren mucho las condiciones hasta más adelante en la semana, pero los grupos vulnerables, como aquellas personas que padecen afecciones crónicas o que son mayores edad, pueden seguir expuestas a riesgos de sufrir problemas respiratorios.
Según un informe de la agencia de noticias AFP, los residentes que se atreven a salir de casa tienen dificultad para respirar el aire.
Un problema de proporciones históricas
Las condiciones de esta semana sirven para recordar lo mucho que le queda por hacer al país para reducir la contaminación del aire, que históricamente es alta.
En Hong Kong, se puso en marcha un plan de aire puro en 2013 para abordar los tres principales factores que contribuyen con la contaminación del aire en la ciudad: las plantas de energía, las embarcaciones marítimas y los vehículos con motor.
Para los más de 7 millones de habitantes de Hong Kong, la contaminación callejera proveniente de vehículos diesel ocasionó un problema de salud particularmente generalizado.
En 2016, se llevó a cabo un plan para abordar la contaminación callejera que resultó eficaz para reducir los contaminantes del aire en las carreteras, según indica el sitio web de la agencia ambiental del gobierno de Hong Kong.
Fue recién en la década de 1980 que la contaminación del aire empezó a asediar la ciudad debido a la rápida urbanización e industrialización.
Llega el invierno, llegan los problemas
A pesar de las mejoras en materia medioambiental en la ciudad, Hong Kong todavía se encuentra muy susceptible a las condiciones climáticas, como las brisas marinas que pueden atrapar los contaminantes, en especial durante el invierno.
Hace solo cinco años, China implementó un plan de acción nacional para preservar la calidad del aire (National Air Quality Action Plan) que se legisló como una “guerra contra la contaminación”.
En un informe que Greenpeace emitió a principios de este mes, el grupo de vigilancia ambiental descubrió que la legislación generó “una mejora radical en la calidad del aire” en el este de China. No obstante, en algunas áreas costeras, el resurgimiento de la demanda de carbón en 2016 amenazó con revertir los logros alcanzados con el plan.