143 millones de personas podrían convertirse pronto en “migrantes climáticos”
Un nuevo informe advierte que el cambio climático impulsará más migración humana que otro tipo de eventos. Sin embargo, los peores impactos pueden ser evitados.
Las malas cosechas, la escasez de agua y el aumento del nivel del mar son algunas de las razones por las que más de 143 millones de personas se transformarán en “migrantes climáticos”, según un nuevo informe del World Bank (Banco Mundial).
La mayor parte de este cambio demográfico tendrá lugar en África Subsahariana, Asia Meridional y América Latina, tres “puntos calientes” que representan el 55 por ciento de la población del mundo en desarrollo.
Este preocupante escenario forma parte de un estudio innovador centrado en los impactos de la evolución lenta del clima, frente a acontecimientos visiblemente más dramáticos, como tormentas e inundaciones extremas. El informe, Groundswell—Preparing for Internal Climate Migration (Oleada: Preparación para la migración interna climática), también cambia el foco de la migración transfronteriza, que ha llamado la atención mundial mientras los emigrantes y refugiados huyen de la guerra, la pobreza y la opresión; a la migración dentro del propio país, que involucra a muchos más millones de personas que migran en busca de lugares viables para vivir. Los 143 millones representan el 2,8 por ciento de la población de las tres regiones.
El aumento del nivel del mar ya está provocando la migración de personas del Pacífico y las cadenas de islas de Oceanía y zonas costeras bajas que se inundan regularmente; mientras que las zonas que sufren sequías extremas han generado el movimiento de otras en búsqueda de tierras de cultivo sostenible. Gran parte de las migraciones en las próximas tres décadas será de las zonas rurales a las zonas urbanas. Según el informe, las personas más pobres, en los países más pobres, serán las más afectadas, según el informe.
Los autores del estudio dicen que aún cabe el optimismo: si el mundo actúa a tiempo para reducir las emisiones de gases del efecto invernadero y participa en una “planificación robusta del desarrollo”, el flujo de “migrantes climáticos” podría reducirse en un 80 % a un mínimo de 40 millones de personas.
“Ahora tenemos un breve período, antes de que los efectos del cambio climático empeoren, para preparar el terreno para esta nueva realidad”, aseguró Kristalina Georgieva, la directora general del Banco Mundial, en un comunicado. “Los pasos que toman las ciudades para hacer frente a la creciente tendencia de las llegadas procedentes de las zonas rurales y para mejorar las oportunidades de educación, capacitación y empleos dará sus frutos a largo plazo”, agregó.
Tres estudios de caso
El informe presenta tres países como estudios de caso: Etiopía, Bangladesh y México. Y se advierte que las ciudades de rápido crecimiento tendrán que diversificar su economía y crear puestos de trabajo resistentes al clima para absorber correctamente el crecimiento de la población.
Hay excepciones. La disminución de las precipitaciones en el altiplano norte de Etiopía, por ejemplo, puede llevar a la gente fuera del país en busca de nuevas áreas donde pueden crecer los cultivos de secano. Y la falta de lluvias en Addis Ababa, la principal ciudad de Etiopía, puede hacer más lento su crecimiento.
Por otra parte, el aumento del nivel del mar y las marejadas ciclónicas impulsarán el crecimiento en las principales ciudades de Bangladesh, incluida la capital, la ciudad de Dhaka. En el estudio se predice que Bangladesh, experimentará más cambios demográficos por el cambio climático que por cualquier otro fenómeno.
México, el más rico de los tres países estudiados, es menos vulnerable a los cambios climáticos y está mejor preparado que Etiopía y Bangladesh. Pero “tiene que prestar mucha atención a sus focos de pobreza”, según los autores del informe. La meseta central alrededor de Ciudad de México y Ciudad de Guatemala, que podría ofrecer mejores condiciones climáticas, podría atraer a los migrantes climáticos.
Pero no hay mucho tiempo para actuar. Según los autores, sin recortes en las emisiones de los gases de efecto invernadero y sin tomar otras medidas, es muy probable que la migración climática aumente hasta 2050, y luego se acelere.