Aumenta el apoyo a los adolescentes que se manifiestan contra el cambio climático en Estados Unidos
Los 21 jóvenes que demandan al gobierno federal por el cambio climático sumaron 30 mil nuevos adeptos. También reciben el aval de ambientalistas, grupos religiosos, empresarios y ocho miembros del Congreso local.
Los 21 jóvenes que demandan al gobierno federal por el cambio climático han ganado una nueva ronda de simpatizantes, incluidos 30.000 jóvenes que firmaron un informe legal solicitando a un tribunal de apelaciones que permita que el caso, que se demora tanto, vaya a juicio.
El "Informe de los jóvenes" (“Young People’s Brief”, en su título en inglés) se encontraba entre los 15 nuevos informes presentados días atrás por ambientalistas, grupos religiosos y de mujeres, líderes empresariales y ocho miembros del Congreso, todos a favor del caso que se está procesando en los tribunales.
La presentación de los jóvenes es notable, ya que un creciente movimiento juvenil que pide a los líderes políticos que actúen con mayor urgencia en relación con el cambio climático se está extendiendo rápidamente por todo el mundo. Los jóvenes de 50 naciones organizaron una huelga desde la escuela el 15 de marzo como parte de una protesta mundial. (Chequea aquí dónde se organiza en tu país).
"Soy parte de un increíble grupo de demandantes que no tolerarán a los adultos que ponen en peligro nuestro futuro por más tiempo", dijo en una declaración Miko Vergun, de 17 años, de Beaverton, Oregón, una de las demandantes. "...La cantidad de jóvenes, en los Estados Unidos y en todo el mundo, que agregaron sus nombres para apoyar este informe es una representación de todos los jóvenes que saben que su futuro y su planeta están en juego".
El juicio, originalmente programado para comenzar en octubre pasado, se retrasó, mientras que los abogados del gobierno intentaron que el caso fuera desestimado antes del juicio.
En los documentos judiciales, el gobierno dijo que la "afirmación de nuevos derechos fundamentales" que los jóvenes afirman "no tiene base en la historia y en la tradición de la nación", y no tiene lugar en un tribunal federal. Los abogados del gobierno apelaron dos veces ante el Tribunal Supremo, que devolvió el caso al Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito en San Francisco. Los argumentos en esa apelación están programados para ser escuchados la primera semana de junio.
Cuatro años hasta ahora
La demanda, Juliana v. Estados Unidos, se presentó originalmente contra el gobierno en el año 2015 durante el gobierno de Barack Obama. La demanda sostiene que el gobierno federal aplicó políticas energéticas que causaron el cambio climático, aunque sabía durante más de medio siglo que las emisiones de carbono desestabilizarían el clima. El fracaso del gobierno para prevenir los efectos del cambio climático, según la demanda, violó el derecho constitucional de las futuras generaciones a vivir en un "sistema climático capaz de sostener la vida humana".
El caso depende de la cuestión si la Constitución garantiza tal derecho.
Tanto el gobierno de Obama como el gobierno de Trump ahora han argumentado repetidamente que los problemas del cambio climático son abordados más adecuadamente por el Congreso y no por los tribunales.
En otro escrito de Amicus presentado la semana pasada, ocho demócratas en el Congreso no estuvieron de acuerdo e instaron a la corte a escuchar el caso. "La intratabilidad de los debates ante el Congreso y las legislaturas estatales y la supuesta valoración del interés económico a corto plazo a pesar del costo para la vida humana, hace necesario que los Tribunales evalúen los parámetros constitucionales de la acción o inacción tomada por el gobierno", escribieron los legisladores.
El Fondo de Educación del Movimiento Sunrise adjuntó más de 20 testimonios a su informe, de jóvenes en una variedad de estados que ya están sufriendo los efectos del cambio climático.
"Hasta que no obligemos a nuestro gobierno y a nuestros dueños de negocios a reconocer que el cambio debe suceder, no ocurrirá, y no podremos enfrentar las amenazas que nos esperan...", escribió Max Stefanescu, de 15 años, de Alabama.
"Como ciudadano de los Estados Unidos, tengo el mismo derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad que mis antepasados", escribió Leon Zha, de 17 años, de California. "Pero, ¿qué vida tengo si muero veinte años antes a causa del smog cancerígeno? ¿Qué libertad tengo, si debo permanecer en el interior todo el día para evitar el golpe que provoca el calor? ¿Qué propiedad tengo, si la tierra en sí se quema en cenizas?