Antártida: se desprende iceberg de más de 1.500 kilómetros cuadrados
Con unas 315 gigatoneladas de hielo y un grosor superior a 200 metros, el bloque de hielo se ha precipitado al océano desde la plataforma Amery.
Con una superficie que equipararía a unas siete veces el tamaño de la Ciudad de Buenos Aires y casi tres veces más grande que Santiago de Chile, un enorme iceberg se ha desprendido de la Antártida Oriental. Formado por 315 gigatoneladas de hielo, con más de 1.500 kilómetros cuadrados y un grosor superior a los 200 metros, el iceberg se ha precipitado al océano desde la plataforma Amery, la tercera más grande de la Antártida.
Detectado por el sistema de satélites Sentinel-1 de la Unión Europea, el Instituto Scripps de Oceanografía ha informado sobre la separación de este nuevo iceberg, bautizado como D28, que tuvo lugar en algún momento entre el 24 y el 25 de septiembre. Concretamente, el iceberg se ha despegado de la parte occidental de un sistema de grietas en la parte delantera de la plataforma de hielo Amery.
El hallazgo proviene de la glacióloga de Scripps Helen Fricker y compañeros del Programa Antártico Australiano. “Es importante recordar que este evento es parte de un ciclo saludable de las plataformas de hielo”, explica Fricker en su muro de twitter. “Las plataformas de hielo son plataformas de hielo flotante que se forman donde la capa de hielo antártico se encuentra con el océano”, explican desde el Instituto Scripps. “No afectan directamente el nivel del mar porque las plataformas de hielo ya están flotando, como un cubo de hielo en un vaso de agua. El hielo molido es la preocupación por el aumento del nivel del mar”.
¿El cambio climático como responsable?
Aunque la subida del nivel del mar y el calentamiento de los océanos están directamente relacionados con el desprendimiento y la pérdida de hielo, el de esta ocasión ha sido un fenómeno natural que ocurre cada 60 o 70 años. “Aunque hay mucho de qué preocuparse en la Antártida, todavía no hay motivo de alarma para esta plataforma de hielo en particular", afirmó Fricker.
La plataforma Amery no veía un desprendimiento de estas dimensiones desde 1963. El sistema de grietas de donde se ha despegado D28 era el límite de un gran trozo de hielo “que se había denominado el ‘diente flojo’ desde 2002, porque parece haber estado precariamente unido durante algún tiempo”, explica el Instituto Scripps.
Por tanto, los expertos habían previsto hacía meses el desprendimiento de esta gran masa de hielo antártica, aunque suponían que sería en la zona del ‘diente flojo’ y no donde se ha producido. El Instituto afirma que los satélites seguirán monitoreando el nuevo bloque de hielo porque podría convertirse en una amenaza para la navegación en la zona de la bahía de Prydz, sobre todo si comienza a formar hielo a su alrededor.
Fricker ha aprovechado este fenómeno para subrayar “la importancia de las observaciones a largo plazo en la Antártida para comprender el ciclo natural de las capas de hielo”, con el objetivo de ser capaces de “desenredar mejor los eventos producidos por el cambio climático de aquellos que forman parte del ciclo natural de fondo”.