Nuevo informe posiciona a Estados Unidos como la nación que mayor basura plástica genera
Un grupo de países asiáticos ha sido responsabilizado por la crisis de contaminación plástica, pero una nueva investigación muestra cuánto contribuye Estados Unidos.
Bolsas plásticas de Walmart encontradas por todo Estados Unidos esperan ser procesadas en un establecimiento que antes era una planta procesadora de alimentos y ahora se está convirtiendo en una planta de reciclaje en Montezuma, Ga.
Cuando, a principios de este mes, la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos lanzó su plan con el fin de abordar la basura marina, responsabilizó a cinco naciones de Asia —China, Indonesia, Filipinas, Tailandia, y Vietnam— por más de la mitad de la basura plástica que llega a los océanos cada año.
"Estados Unidos tiene algunas de las más hermosas playas y océanos del mundo, y las costas son increíbles", dice el presidente Trump en la primera página del plan. "Como presidente, continuaré haciendo todo lo que esté a mi alcance para que otras naciones no conviertan nuestros océanos en sus basureros".
Los científicos dicen que el problema con ese marco es que distorsiona las complejidades de un problema global y contribuye a un sentimiento de complacencia en Estados Unidos que establece que la basura marina es problema de Asia. Nueva investigación, publicada el viernes en Science Advances, vuelve a examinar el papel que desempeña Estados Unidos como consumidor de plásticos y concluye que el país tiene que trabajar mucho más internamente para administrar su basura.
El informe establece que es probable que China sea el fabricante de plásticos más grande del mundo, pero Estados Unidos es, por mucho, el mayor generador de basura plástica del mundo. Produjo alrededor de 42 millones de toneladas métricas (46 millones de toneladas cortas) en 2016. Asimismo, Estados Unidos ocupa el tercer lugar entre las naciones costeras responsables por la basura ya que ilegalmente arrojó basura y otros desechos mal gestionados en sus costas.
Además, se recicla menos de un 10 por ciento de la basura plástica estadounidense, y el país hace 30 años que envía al extranjero la mitad de sus plásticos reciclables, principalmente a China y a otras naciones en desarrollo que carecen de infraestructura para gestionarla. Dicha práctica se redujo drásticamente cuando China dejó de comprar chatarra plástica en 2018 como parte de una campaña ambiental con el fin de limpiar su propio medioambiente.
Los autores del estudio dicen que lo llevaron a cabo, en parte, porque las "acusaciones" no han ayudado a unir al mundo para trabajar en pos de una solución mundial.
"Enfrentémoslo, tenemos una población costera grande [en Estados Unidos]. Somos consumidores masivos y eso tiene consecuencias, y tenemos que salir de esa necedad en la que lo único que tenemos que hacer es evitar que los asiáticos arrojen basura y, así, la situación se resolvería", explica Ted Siegler, economista y socio de DSM Environmental Services en Windsor, Vermont, y coautor del estudio.
La nueva investigación no es el único análisis sobre el manejo de la basura plástica por parte de Estados Unidos. La academia científica National Academies of Sciences celebró su primera reunión pública esta semana para una evaluación de 18 meses sobre la responsabilidad de Estados Unidos en la basura plástica. Dicha evaluación fue encargada por el Congreso y está prevista para finales de 2021. La investigación está incluida en la legislación que financia el programa de restos marinos operado por la Administración Nacional de Asuntos Oceanográficos y Atmosféricos de Estados Unidos (NOAA, por su sigla en inglés), órgano que supervisará el proyecto. Al convocar a la reunión, Amy Uhrin, científica principal del programa de restos marinos de NOAA, le recordó a su audiencia que "no es estrictamente un problema del Sudeste Asiático".
El argumento sobre la culpa de Asia data de 2015
Irónicamente, el argumento que culpa a Asia retomó fuerza después de que algunos autores del nuevo estudio de Science Advances publicaran la primera evaluación integral del problema de la basura mundial en 2015. Usando información del Banco Mundial sobre 192 naciones costeras, llegaron a la conclusión de que un promedio de 8 millones de toneladas métricas de basura plástica (8,8 millones de toneladas cortas) se deslizan desde las costas hacia los mares cada año. Esa cifra ha sido ampliamente aceptada como referencia.
En ese estudio de 2015, los científicos también publicaron un gráfico que listaba las principales 20 naciones que eran responsables de la basura plástica, que, desde entonces, ha sido ampliamente difundido. Los cinco mayores contaminantes plásticos incluían a China, Indonesia, Filipinas, Vietnam y Tailandia. Estados Unidos está en el puesto veinte, la única nación rica de la lista.
Es seguro que las naciones en desarrollo y muy pobladas de Asia y África que poseen una clase media en expansión, un creciente apetito por los productos de consumo y una carencia de infraestructura para administrar adecuadamente la basura son, de hecho, las principales contribuyentes del problema global.
Pero Dave Ford, exejecutivo de publicidad, cree que ese relato es inútil. En 2019, consiguió que Soul Buffalo, la red de liderazgo que fundó, uniera a los titanes de la industria y a los ambientalistas en búsqueda de soluciones al problema de la basura plástica.
"Tenemos a bordo a 70 de las principales organizaciones del mundo y a 25 marcas", señala. "Estamos en diálogo constante con los líderes de la industria. Pero ha habido, al menos, una docena de empresas estadounidense que me han dicho que no creían que tuviera sentido unirse ya que es un problema de Asia, principalmente".
Winnie Lau, científica de Pew Charitable Trusts que no participó del estudio de Science Advances, indica que “esclarece el verdadero alcance de la responsabilidad que tienen los países de ingresos altos, como Estados Unidos, en el problema de la contaminación plástica marina". Señala que los hallazgos refuerzan las conclusiones de la investigación de Pew sobre la basura plástica.
A principios de este año, en colaboración con SYSTEMQ, una empresa de consultoría ambiental con sede en Londres, Pew previó que la basura plástica de los océanos se triplicaría para 2040 a menos que el mundo actúe de manera urgente para reducir el uso de plásticos y obtener el control de la basura.
El nuevo trabajo
El innovador estudio de 2015 sobre plástico marino no incluyó el vertido ilegal ni la exportación de basura plástica. En el nuevo análisis, el equipo consideró dichas acciones, pero solo para Estados Unidos. El equipo afirma que la información de las demás naciones era contradictoria o no existía.
“No buscamos volver a hacer el estudio de 2015", señala Kara Lavender Law, científica marina de Sea Education Association en Woods Hole, Massachusetts, y autora principal del nuevo estudio. "El objetivo era examinar a Estados Unidos".
Sin embargo, los científicos descubrieron que muchas naciones en desarrollo con precarias gestiones de basura en el estudio de 2015, que utilizó información de 2010, han, desde ese entonces, informado mejoras en la gestión de su basura y la construcción de infraestructura. Las principales cinco naciones asiáticas también informaron avances. Por ejemplo, China informó una disminución del 60 por ciento en generación de basura y una disminución del 51 por ciento en la gestión inadecuada de la basura, principalmente debido a la rápida construcción de incineradoras.
Al analizar la información de 2016, el equipo halló que tanto como un 3 por ciento de toda la basura plástica generada en Estados Unidos era arrojada ilegalmente en el ambiente. El porcentaje parece pequeño, pero, al considerar el tonelaje de basura, alcanza el 1,25 millón de toneladas métricas.
En 2016, más de la mitad de las 3,91 millones de toneladas métricas de plástico recogida en Estados Unidos fue enviada al extranjero. De esa cantidad, el 88 por ciento fue a naciones que no poseían los recursos adecuados para administrarla y procesarla correctamente. El equipo estimó que 1 millón de toneladas métricas de basura se exportó desde Estados Unidos, algo que terminó contaminando el medioambiente más allá de sus fronteras.
El American Chemistry Council, una asociación comercial de la industria plástica, discrepa con el uso de las cifras de 2016, que no reflejan los recientes y dramáticos cambios en el comercio mundial de basura plástica. Desde 2018, cuando China dejó de comprar basura plástica importada, las exportaciones de basura plástica de Estados Unidos han caído un 66 por ciento. Mediante la Convención de Basilea, la ONU también ha buscado frenar el comercio de basura plástica aunque Estados Unidos no es una nación firmante.
Los autores del nuevo estudio señalan que, aunque el comercio de basura plástica ha cambiado drásticamente, la razón fundamental por la que Estados Unidos exportaba tanta basura no se ha modificado: reciclar en Estados Unidos sigue siendo disfuncional y hay una necesidad de reestructuración, una condición observada por la academia científica National Academies of Sciences esta semana.
En total, Estados Unidos fue responsable de arrojar hasta 2,24 millones de toneladas métricas en el medioambiente en 2016 y, de eso, más de la mitad (1,5 millones de toneladas métricas) se encontraba en las costas, lo que significa que había una alta posibilidad de que se deslizara hacia los océanos.
Esas 2,24 millones de toneladas métricas hubiesen sido suficientes para cubrir todo el césped de la Casa Blanca con la altura del Empire State Building, cuenta Jenna Jambeck, profesora de ingeniería ambiental de la Universidad de Georgia y una de las autoras del estudio.
Aunque eso es una fracción de lo que ha generado el mundo en desarrollo, Law sugiere una manera más de mirar las cifras: aunque Estados Unidos tenía solo el 4 por ciento de la población mundial en 2016, generó el 17 por ciento de la basura plástica. Y dice que el aporte del nuevo estudio es simple. "Realmente tenemos que mirarnos a nosotros mismos en relación a lo que está pasando con nuestra basura plástica".