Las devastadoras inundaciones en Alemania podrían ser una muestra de cómo será el clima en el futuro
Los científicos sostienen que, debido al cambio climático, las lluvias extremas son cada vez más comunes.
Alemania y Bélgica, así como algunas zonas de los Países Bajos y Luxemburgo, están sufriendo devastadoras inundaciones provocadas por las intensas lluvias de los últimos días. Al viernes pasado, se registraron más de 125 muertes.
Si bien los científicos continúan estudiando cómo el cambio climático pudo haber influido en este evento meteorológico, ya pueden especular cómo se verán afectadas las tormentas por el cambio climático: caerán mayores cantidades de lluvia durante más tiempo.
En la cuenca del río Rin, Alemania, la lluvia batió nuevos récords y provocó la mayor parte de las inundaciones. La circulación por las calles solo fue posible en bote, las casas se inundaron, se abrieron sumideros y se desplomó una parte de un castillo.
“No sorprende demasiado porque ya hemos visto un aumento de eventos extremos en las proyecciones de los modelos climáticos”, dice Dieter Gerten, climatólogo del Instituto de Potsdam para la Climate Impact Research (Investigación del Impacto Climático). Sin embargo, a pesar de las proyecciones, Gerten no deja de asombrarse ante el tamaño y la intensidad de las inundaciones. Su ciudad natal de Oberkail se encuentra en una parte inundada de Alemania.
Mientras que los equipos de rescate se apresuraron a ayudar a los ciudadanos afectados, los líderes europeos aprovecharon el contexto para reforzar el mensaje de que se deben tomar medidas para prever y frenar el cambio climático.
“Esta situación muestra que incluso países ricos como Alemania son vulnerables a los eventos climáticos muy severos”, dice Kai Kornhuber, físico climático de la Universidad de Columbia.
¿Cómo se relaciona el calentamiento global con las precipitaciones extremas?
Según AccuWeather, desde principios de esta semana, se registró un sistema de baja presión de movimiento lento que ha desencadenado fuertes lluvias sobre Europa occidental. En algunas partes de Alemania, en un solo día, llovió más que lo que llueve en todo el mes. El lunes, el mismo sistema provocó inundaciones en Londres, y ahora se dirige al sur de Europa.
Los científicos consideran dos elementos al analizar el posible vínculo entre el cambio climático y las inundaciones: la cantidad de lluvia que cayó y el movimiento lento de la tormenta.
"¿Puede haber sido esta fuerte lluvia consecuencia del clima del siglo XXI?" Es probable que este sea el caso, dice Gerten.
El tema es así. El aire más cálido puede contener más agua, porque a temperaturas más altas, las moléculas de agua se condensan en vapor y quedan en la atmósfera. Es el mismo fenómeno físico de las secadoras de ropa y los lavavajillas; y también lo que explica la transpiración de las bebidas frías.
Los científicos estiman que, por cada 1,8 grados Fahrenheit de calentamiento, la atmósfera puede contener alrededor de un 7 por ciento más de humedad. Habiendo más humedad en la atmósfera, un sistema de baja presión como este o los huracanes en el Atlántico provocan más precipitaciones.
Para afirmar que las inundaciones son el resultado de lluvias intensas hay que considerar varios factores, entre estos, las precipitaciones anteriores, el desarrollo urbano y la geografía (si la región se encuentra en un valle, por ejemplo). Pero Gerten sostiene que es probable que las intensas lluvias hayan desencadenado estas inundaciones tan severas.
En Europa, la situación se ve agravada por el lento movimiento de los sistemas meteorológicos con grandes cantidades de precipitaciones, según un estudio reciente publicado en Geophysical Research Letters.
“Creemos que estas tormentas se irán moviendo cada vez más lento en verano y otoño debido a la amplificación del Ártico”, dice Hayler Fowler, hidroclimatólogo de la Universidad de Newcastle y uno de los autores del estudio.
En el Ártico y la Antártida, el calentamiento avanza a un ritmo dos o tres veces más rápido que en el resto del planeta. Los científicos creen que este calentamiento está desestabilizando la corriente en chorro (corriente de aire en sentido antihorario que rodea el hemisferio norte).
Cuando hay una gran diferencia de temperatura entre los polos y el ecuador, la corriente en chorro sopla más fuerte y de manera más uniforme, pero cuando los polos se calientan, esa diferencia de temperatura es menor, y la corriente se ralentiza.
Como consecuencia, se forman áreas de alta y baja presión que se mantienen durante más tiempo, explica Gerten.
“Lo común serían cambios climáticos cada tres a siete días, pero ahora tenemos patrones climáticos que duran semanas”, sostiene.
¿Habrá más en el futuro?
Actualmente, los científicos están estudiando qué participación tuvo el cambio climático en esta catástrofe en particular.
El trabajo de la World Weather Attribution, que estudia la conexión entre el clima extremo y el cambio climático, analizará en qué grado influye la actividad humana en la intensidad de las inundaciones.
A principios de este mes, un equipo internacional de científicos de esta organización determinó que la ola de calor extremo del noroeste del Pacífico habría sido "prácticamente imposible" sin cambio climático.
Fowler indica que implementarán modelos que simulen el sistema de baja presión en condiciones preindustriales. Luego, aplicarán modelos que tienen en cuenta el efecto de los gases de efecto invernadero para comparar las condiciones climáticas con la influencia del cambio climático.
“Es probable que esta inundación ha sido más extensa y, de seguro, más intensa debido al cambio climático”, afirma.
Si bien Kornhuber de Columbia no asegura que el cambio climático haya tenido una participación indiscutible en las inundaciones de esta semana en Alemania, expresa que le “sorprendería mucho que este evento haya sido azaroso".
"El clima está cambiando...Sabemos que un aumento de temperatura de un grado provoca lluvias más extremas. Creo que está claro que habrá más eventos de este tipo en el futuro".