5 consejos para evitar el desperdicio de alimentos
La ONU alerta sobre los impactos de la pérdida de alimentos en el mundo. Se calcula que la comida que se descarta en el hogar tiene un rol central a la hora de enfrentar la problemática. Qué dicen los expertos.
Un empleado de un casino separa lo comestible de lo no comestible para alimentar a los animales no rumiantes con las sobras en Las Vegas, Nevada.
Los datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) son aterradores: cada año se desperdician en el mundo unos 900 millones de toneladas de alimentos. De esta cantidad, el 60% corresponde a comida que se tira en casa, ya sea durante la preparación o por las sobras no consumidas.
A raíz del Día Internacional de la Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, celebrado el 29 de septiembre, National Geographic profundiza sobre la problemática y las principales acciones para revertir el modelo de consumir-desechar que plantea el actual sistema alimentario.
Las cifras del desperdicio de alimentos
Cuando los alimentos se pierden o se desperdician, también se pierden todos los recursos que se utilizaron para producirlos (agua, tierra, energía, trabajo y capital), según explica la ONU.
Además, el desecho de alimentos en los vertederos (uno de los principales destinos de los restos de comida) es responsable de entre el 8% y el 10% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, informa el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma).
El Índice de Desperdicio de Alimentos 2021 estima que 931 millones de toneladas de alimentos, o el 17% del total de alimentos disponibles para los consumidores en 2019, se desperdiciaron en los hogares (61% del total), restaurantes y otros servicios de alimentación (26%), y centros comerciales como supermercados (13%). Para graficar, esta cantidad equivaldría a 321 000 estadios como el Maracaná de Brasil llenos de comida.
El informe de la ONU también señala una preocupante paradoja: mientras se desperdician millones de toneladas de alimentos, millones de personas pasan hambre o se encuentran en niveles alarmantes de inseguridad alimentaria.
El Pnuma agrega que 690 millones de personas se vieron afectadas por el hambre en 2019 y, la pandemia COVID-19 acentuó aún más la problemática. Para Sara Granados, asesora regional para América Latina de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) en temas de sostenibilidad y sistemas alimentarios, esta contradicción es responsabilidad del actual sistema de consumo: "Estamos inmersos en una economía lineal, donde tenemos una acumulación sistémica, y por mucho que se evite el desperdicio o la generación de residuos, el propio sistema te impulsa a consumir más y más rápido".
La necesidad de adaptar el consumo de alimentos de la mejor manera posible para evitar el despilfarro exige ajustes en el hogar. Estas son las recomendaciones de los expertos para reducir los residuos en el día a día.
1. Compra solo lo necesario
Comprar más comida de la que puedes consumir es el principal hábito a revisar, según Granados. "La clave es planificar la compra. Para ello, se sugiere llevar una lista con lo que necesitas exactamente y evitar adquirir más", aconseja la especialista, quien agrega a modo de sugerencia no ir de compras cuando se tiene hambre. "Obviamente, comprarás más de lo que necesitas porque te dejas llevar por el impulso del hambre. Si puedes, evítalo", agrega.
A propósito de las compras en el supermercado, Clementine O'Connor, directora del Programa de Sistemas Alimentarios Sostenibles del Pnuma, sostiene que las compras más frecuentes y cortas son también una forma eficaz de reducir el desperdicio: "Es mejor ir una vez a la semana al mercado y comprar lo que se va a consumir en esos días, en lugar de una compra mensual en la que muchos alimentos pueden echarse a perder hasta su uso".
2. Chequea la fecha de caducidad de los productos
Otra sugerencia de O'Connor es mirar la fecha de caducidad de los productos. "Comprueba siempre la fecha de los alimentos o las recomendaciones sobre el tiempo de consumo de los productos. Así se evita que se estropeen en casa demasiado rápido".
La especialista del Pnuma señala además que la fecha que establece el productor de alimentos suele ser estimada: "Es una preocupación por la calidad y la frescura, pero no siempre el producto no se puede consumir después de la fecha de caducidad. Almacena todo correctamente y utiliza tus sentidos, como el gusto y el olfato, para comprobar si los alimentos siguen en buenas condiciones".
Por su parte, Granados agrega que, además de evitar el desperdicio, es posible ahorrar dinero al prestar atención a la fecha de caducidad. “Muchos supermercados tiran productos que todavía son aptos para el consumo porque están cerca de su fecha de vencimiento. Puedes averiguar si, como consumidor, puedes acceder a esos productos a precios más bajos. Las cooperativas alimentarias y algunas apps ya median esta relación entre mercados y consumidores", añade.
3. Aprovecha al máximo los alimentos
Según las expertas, uno de los motivos por el que más desperdicio se genera en casa es no aprovechar los alimentos en su totalidad. "Cuando cocinamos un pescado, por ejemplo, solo utilizamos el 20%. El resto (como la cabeza o la cola) se descarta", expone Granados.
Para la experta de la FAO se trata de una costumbre, porque esas partes del alimento se pueden utilizar. “Lo mismo ocurre con muchas verduras. No valoramos del todo los alimentos".
Para evitar el desperdicio al cocinar, Granados recomienda buscar recetas que utilicen las partes menos convencionales de los alimentos. Según indica, además de diversificar la dieta, se reduce la cantidad desperdiciada.
4. Presta atención al tamaño de las porciones
"Es importante evitar las sobras, cuantas más haya, más probable será que se estropeen en la heladera", enfatiza O'Connor. Para ello, la experta del Pnuma recomienda medir las raciones de cada comida y tener en cuenta el proceso de almacenamiento y refrigeración para evitar que se pudran.
"Hay que tener en cuenta cuántas personas van a comer y cuántas raciones hay que cocinar. En caso de que sobren, se aconseja planificar su consumo, es decir, si se van a consumirse más tarde, el mismo día, o si es mejor congelarlas para que duren más", sugiere Granados.
5. Pide los restos de comida para llevar
Otra sugerencia muy sencilla para evitar el desperdicio cuando se come en los restaurantes, según Granados, es pedir que se empaqueten las sobras del plato. "No podemos tener ese complejo de que si pedís llevarte lo que sobró, está mal", dice.
O'Connor añade que los establecimientos, en la mayoría de los casos, calculan el tamaño de las raciones para evitar que el cliente las consuma sin dejar sobras. No obstante, repasa y subraya: "Primero, evita pedir más comida de la que puedes comer, y si sobra, no pasa nada con pedirla para llevarla a casa”.