Maravillas naturales que ya no existen o están camino a desaparecer
Dedo de Dios, islas Canarias; España
En 2005, el primer ciclón que azotó las Islas Canarias en 150 años derribó el Roque Partido, popularmente conocido como el Dedo de Dios, una pila marina en forma de aguja que apuntaba hacia arriba desde una "mano" rocosa en la isla de Gran Canaria.
Los paisajes conforman nuestro concepto de los lugares, pero la Tierra cambia constantemente. Las fuerzas de los volcanes, el viento, el agua, el sol y, por supuesto, las personas, conspiran sin descanso para transformar lo que consideramos un terreno familiar: convirtiendo acantilados en playas, erosionando vastos cañones, formando nuevas tierras con lava burbujeante, y cambiando el curso de caudalosos ríos.
De hecho, el cambio es la única constante, una idea sembrada por el filósofo griego Heráclito en el siglo V a.C. y de la que se han hecho eco los filósofos desde entonces. Pero la gente suele olvidar que Heráclito creía que el miedo al cambio también es una constante. Quizá sea esta sensación de impermanencia la que impulsa a los viajeros a contemplar las maravillas naturales antes de que se alteren para siempre.
En los últimos 50 años, cientos de monumentos naturales de todo el mundo han cambiado drásticamente de forma o, lo que es peor, han desaparecido. Recientemente, el Arco de Darwin en las Islas Galápagos se hundió en el mar, uniéndose a otras estructuras perdidas para la historia, como el "El dedo de Dios" de Gran Canaria, "Arco de la Pared" del Parque Nacional de Arches (Estados Unidos) y la "Ventana Azul" de Malta.
He aquí algunos monumentos que ya no existen y algunos lugares frágiles que aún se pueden visitar de forma responsable.