Plogging: qué es y cómo puedes sumarte a la tendencia durante tus próximas vacaciones

Cuando Erik Ahlström, un deportista con más de 30 años de experiencia, regresó a Estocolmo después de vivir 20 años en Åre, una pequeña comunidad de esquí en el norte de Suecia, se sorprendió por la cantidad de basura que había en la naturaleza. Así que decidió marcar la diferencia y comenzó a recogerla, esta actividad es lo que hoy conocemos como plogging.

“No hizo ninguna gran diferencia para nadie excepto para mí”, rememora Ahlström sobre aquellos días de 2016. Invitó a sus amigos corredores amantes de la naturaleza a recoger basura y descubrieron una nueva manera de ejercitarse en sintonía con el cuidado del medio ambiente.

Así fue que nació el plogging, que resulta de la combinación de la palabra sueca Plogga (recoger) y de la palabra inglesa Jogging (correr) y significa correr y levantar residuos, comenta Ahlström, el creador de Plogga una organización que difunde información y organiza eventos de este tipo.

¿Por qué practicar plogging?

Un tercio de todos los residuos urbanos generados en América Latina y el Caribe terminan en basurales a cielo abierto o en el medio ambiente, lo que afecta a la salud de las personas y  contamina los suelos, el agua y el aire.

Según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), cada latino genera un kilo de basura al día y la región en su conjunto, unas 541 000 toneladas, lo que representa alrededor de un 10% de la basura mundial.

En promedio, Brasil y México son los países que más residuos generan. Mientras que Haití es el que menos desecha en la región.

Cómo se practica el plogging

Si bien el plogging comenzó con el running (correr) como deporte, no necesariamente hay que trotar para hacerlo. Según Plogga, se puede ejecutar al caminar, en el campo de golf, en bicicleta, al remar, al nadar o con el deporte que más le agrade a cada persona.

En cuanto al tiempo y el procedimiento de la práctica, cada grupo tiene una dinámica diferente. 

Qué hace falta para practicar plogging

Los entrevistados coinciden en que solo se necesita un buen calzado para practicar el deporte, unos guantes de tela o goma que sean reutilizables y un bolsa o costal de tela que se pueda volver a usar (se recomiendan los bolsos de la verdura por su resistencia). 

Practicar plogging mejora la calidad de vida, el caso de Plogging MX

La semilla que sembró Ahlström en 2016 en Suecia creció hasta convertirse en una tendencia mundial que muchas personas practican como aporte a la naturaleza y como una práctica saludable.

Tal es el caso de Elisa Apátiga graduada en turismo con maestría en Ciencias Ambientales de México. En 2018 renunció a su empleo como gerente de eventos para evitar enfermarse de Burnout y comenzó a practicar ejercicio. 

Tiempo después, su entrenador propuso hacer ejercicio en un parque cercano y, mientras corría, Apátiga no paraba de recoger residuos. Sorprendido por su actitud y tras escuchar sus argumentos, el instructor sugirió hacer una salida para hacer ejercicio y levantar basura. 

“El 3 de febrero de 2018 fue nuestro primer evento (llamado‘Limpiando el Parque Pilares’), al cual asistieron diez personas”, recuerda Apátiga en diálogo con National Geographic.

Tras esto, conocieron que la práctica recibía el nombre de plogging y Apátiga, junto con Hector Gómez, que estudió Ciencias del Deporte, y César Gómez, licenciado en Nutrición, fundaron Plogging MX.

En este caso, la forma de practicarlo es que cada salida conste de tres etapas: entrenamiento físico (alrededor de 30 minutos); recolección de residuos; y un momento de concientización donde los participantes vacían sus bolsas, clasifican lo que encuentran y aprenden sobre el impacto de cada uno de esos materiales.

Plogging Porto Seguro, la iniciativa brasileña que nació en familia

Casi al mismo tiempo, en agosto de 2018, Lisianne Meira Maia Gama, una abogada brasileña, fundó Plogging Porto Seguro.

Según relató a National Geographic, la iniciativa nació como respuesta al exceso de plástico en las playas (para el Pnuma este material representa al menos el 85% del total de la basura marina).

“Inicialmente fue un proyecto familiar, luego con amigos y finalmente con voluntarios. Estábamos indignados con el exceso de plástico en la arena y no podíamos cerrar los ojos ante esa situación”, comenta Maia Gama.

Tiempo después de la primera recolección, la brasileña comenzó a interactuar con otros grupos de plogging del mundo y desde entonces la iniciativa no ha parado de crecer.

Tiempo para pensar, la clave para la creación de Plogging Bahía

En 2020, cuando se desató la pandemia de coronavirus en el mundo, Silvano Polla, profesor de educación física y guardavidas de la Cruz Roja Argentina, ya conocía el plogging pero aún no lo practicaba por considerar que no tenía el tiempo suficiente.

Sin embargo, durante este periodo un colega le comentó que iba a reunir latas de aluminio para recolectar fondos para una fundación, así que salieron a correr y a juntar estos elementos. 

“Empecé a investigar sobre el tema y me di cuenta de la amplitud de lo que hacíamos. No era solamente salir a correr y juntar, había mucho más que latas. A partir de ahí se tornó un hábito y fuimos encontrando gente que estaba en la misma sintonía”, recuerda Polla.

“A mi la pandemia me dio tiempo para pensar y reflexionar. Yo siempre vi estos residuos tirados al lado del arroyo o en la naturaleza y sé que está mal pero nunca hice nada”, comenta el profesor de educación física. 

Luego, fundó Plogging Bahía y transformó su manera de vivir. Al respecto, el argentino reflexiona: “Consumía mucho plástico y lo tiraba, traté de reducirlo, empecé a separar los residuos y ahora intento que todo lo que consumo sea reciclable. Llegué a sacar una bolsa de residuos cada mes y medio. El plogging me hizo cambiar todo”.

Maia Gama comenta desde Brasil y coincide con Apátiga y Polla en que, por lo general, lo que más se encuentra es plástico en sus más variadas formas, tamaños y colores: botellas de PET, cuerdas, colillas, bolsas de plástico, pajitas, entre otros.

El plogging no es la solución, pero es la inspiración para transformar el problema

Al practicar este innovador deporte, las personas no solo hacen ejercicio y cuidan su salud. También comparten, visualizan el problema de los residuos, modifican hábitos e inspiran a otros.

No obstante, el deporte no es el gran salvador. ”La solución no es levantarse todos los días, hacer plogging y quitar la basura, la solución es dejar de generarla”, reflexiona Apátiga.

"¿Entonces para qué sirve?", se pregunta la maestra en ciencias ambientales: “Para que las personas puedan ver que hay un problema con la basura y tomen consciencia”.

Por su parte, Polla insiste en que hay un antes y un después luego de realizar este deporte: “Más allá de la actividad, algo queda: un nuevo hábito en casa, otra forma de alimentarse o el tratamiento de los residuos”.

Maia Gama, la fundadora de Plogging Porto Seguro añade al respecto que esta práctica tiene un impacto social y ambiental positivo: “Es un acto de ciudadanía que da placer al alma y sabor de misión cumplida”.