Los 4 volcanes de Latinoamérica que no deberías perder de vista
Roca fundida se enfría y forma placas en la superficie de un lago de lava. República Democrática del Congo.
La creciente actividad volcánica en México y otros países del continente han puesto en vilo a sus poblados más cercanos acerca de los peligros que corren al vivir cerca de ellos. En el caso de Popocatépetl, 25 millones de personas habitan a menos de 100 kilómetros del cráter, convirtiéndolo así en uno de los respiraderos de lava más peligrosos de la tierra, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).
1. Volcán Popocatépetl, México
El Volcán Popocatepetl cubierto de nieve, Mexico (1916).
El volcán Popocatépetl (montaña que humea según la traducción de la lengua náhuatl) es uno de los volcanes más activos de todo México. Se trata de un volcán que ha estado activo por más de medio millón de años y, de acuerdo con los análisis morfológicos y geológicos de la Universidad Nacional Autónoma de México con CENAPRED, ha presentado varias etapas de crecimiento, que formaron al menos tres volcanes previos, los cuales fueron destruidos por erupciones extraordinariamente grandes:
- El Volcán Nexpayantla, hace más de 400 000 años
- El Volcán Ventorrillo, que existió 23 000 años atrás
- El Fraile, hace 14 500 años
Sus cenizas pueden alcanzar ciudades mexicanas distantes como Puebla, Ciudad de México e incluso Querétaro y Veracruz; que se ubican a más de 300 kilómetros de distancia del volcán. Actualmente, Popocatépetl se encuentra en actividad y, según el semáforo de alerta volcánica del CENAPRED, aún continúa en amarillo fase 2, con un total de 15 exaltaciones y 48 minutos de tremor según el reporte del 1 de agosto de 2023. Por tal motivo, el Centro insiste en “no intentar escalarlo y mantenerse por fuera de un radio de 12 kilómetros a partir de su cráter”.
2. Volcán de Fuego, Guatemala
Volcán de Fuego en erupción visto desde la cumbre del Volcán Santa María. Fuego es uno de los tres volcanes actualmente activos en Guatemala.
Con una edad aproximada de 8500 años, el Volcán de Fuego en Guatemala forma parte de la cadena volcánica del cuaternario, la cual cruza completamente el país en forma paralela hacia las costas del Océano Pacífico, cuenta un documento de la agencia Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED). El volcán volvió a encenderse en 2023 y su actividad se intensificó, registrando un total de 3 a 5 explosiones débiles y moderadas por hora, acompañadas por avalanchas y columnas de gas y cenizas de hasta 4500 metros de altura.
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Es uno de los centros eruptivos más recientes de toda la zona, capaz de arrojar grandes flujos de ceniza, lava y lodo caliente, que comenzó a formarse hace aproximadamente entre 84 000 y 43 000 años atrás. Junto a Fuego, la cadena volcánica se compone por cuatro volcanes más: Acatenango Antiguo, Yepocapa, Pico Mayor de Acatenango y La Meseta. Sin embargo, el Volcán de Fuego es el único estratovolcán de la lista, dice CONRED. Es decir, está formado por capas alternas de escoria y coladas de lava más antiguas, cuyas explosiones desembocan de un único cráter conocido.
3. Volcán Galeras, Colombia
Descendiendo hacia las cordilleras colombianas, en el departamento de Nariño, nace un volcán a 9 kilómetros de la Ciudad de San Juan de Pasto. De acuerdo con El Servicio Geológico Colombiano (SGC), el Volcán Galeras se encuentra entre los volcanes más activos del mundo.
Los indígenas Quillacingas dieron el nombre de Urcunina (Montaña de Fuego) al volcán de Pasto, hoy conocido como Volcán Galeras. A su vez, la SGC cuenta que fue llamado así por los primeros conquistadores españoles debido a su semejanza con las galeras o velas que navegaban en aquel entonces hacia tierras desconocidas. Se eleva a una altura de 4276 metros sobre el nivel del mar y aún se encuentra activo.
4. Volcán Cotopaxi, Ecuador
Cotopaxi, Ecuador.
Cotopaxi es, para el Ministerio de Ambiente del Gobierno de Ecuador, un símbolo reconocido a nivel global de su geografía autóctona y cultural. El imponente Cotopaxi es uno de los volcanes activos más altos del mundo, se eleva a una altura de 5897 metros sobre el nivel del mar y lo acompañan dos géiseres de lava muy cercanos entre sí: Morurco y Rumiñahui.
Aunque su actividad no escala en desastres naturales, es un volcán activo y pueden observarse esporádicas humeadas, dice el Ministerio de Ambiente ecuatoriano. En los flancos orientales del Cotopaxi y a lo largo del río Pita, que se dirige hacia el norte, se encuentran grandes rocas y material volcánico, consecuencia de la última erupción del volcán ocurrida en el año 1877. Como resultado de una acumulación de rocas, arena y cenizas de erupciones anteriores, Cotopaxi es considerado un estratovolcán.