¿Puede el agua combatir el cambio climático? Descubre lo que dice la ONU
Se prevé que el estrés hídrico se haga cada vez más presente de aquí al año 2040, de acuerdo con el organismo. Pero el agua, bien utilizada, podría incluso ayudar a invertir los brutales cambios en el clima de la Tierra.
La protección de los ecosistemas acuáticos y la reducción de las emisiones de carbono relacionadas con el tratamiento y el transporte del agua contribuyen significativamente a la lucha contra el cambio climático. La foto muestra capas de hielo flotando en una parte helada del mar en la provincia más oriental de Canadá.
El agua puede combatir el cambio climático, asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Gestionarla de forma sostenible es fundamental para desarrollar la resiliencia de las sociedades y los ecosistemas y reducir las emisiones de carbono.
Tal como señala un artículo de National Geographic, el aumento de las temperaturas y los cambios en los patrones climáticos perjudican el abastecimiento y la disponibilidad del recurso hídrico. No obstante, reconoce la ONU, el agua puede ayudar a enfrentar el cambio climático. Aunque para ello, las acciones a nivel individual, familiar y gubernamental son importantes.
De qué manera el agua contribuye a mitigar el cambio climático
La entidad señala que los responsables de diseñar políticas climáticas deben priorizar el agua en sus estrategias. La gestión responsable no solo ayuda a las comunidades a adaptarse al cambio climático, fortaleciendo su capacidad de recuperación y protegiendo la salud pública, sino que también juega un papel crucial en la mitigación de este fenómeno.
Al proteger los ecosistemas acuáticos y reducir las emisiones de carbono asociadas con el tratamiento y transporte del agua y el saneamiento, se contribuye significativamente a la lucha contra el cambio climático.
El aumento de las temperaturas y el cambio de las pautas meteorológicas afectan al suministro y la disponibilidad de agua tanto para los seres humanos como para los animales. En la foto, leones beben agua en la Reserva Maasai Mara en Kenia.
Entre las soluciones globales, la Organización de las Naciones Unidas menciona:
- Mejorar el almacenamiento de carbono.
- Proteger las zonas de amortiguamiento naturales.
- Cosechar agua de lluvia.
- Adoptar una agricultura climáticamente inteligente.
- Reutilizar las aguas residuales.
- Aprovechar las aguas subterráneas.
Los ecosistemas acuáticos, tales como los humedales, los manglares, las praderas submarinas, las marismas y los pantanos, son sumideros de carbono altamente efectivos que absorben y almacenan dióxido de carbono (CO₂), lo que contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, explica la ONU.
Además, los humedales sirven como barrera ante las marejadas ciclónicas y otros fenómenos meteorológicos extremos, absorben el exceso de precipitaciones y almacenan y purifican el agua.
La organización internacional concluye que “limitar el calentamiento global a 1.5 °C en vez de hacerlo a 2 °C reduciría aproximadamente a la mitad la proporción de la población mundial que se espera que sufra escasez de agua, aunque cabe destacar que existe una variabilidad considerable entre regiones”.