¿Qué es la desertificación? El fenómeno avanza a un ritmo alarmante en América Latina
El 17 de junio se conmemora el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. La fecha sirve para conocer más sobre este problema de escala mundial y tomar medidas para limitarlo.
América Latina y el Caribe es una de las regiones más afectadas por la desertificación, junto con Asia y África.
“El fenómeno de la desertificación es uno de los principales retos medioambientales de nuestro tiempo”, asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su sitio web. Y como bien describe un artículo de National Geographic España, “avanza lenta, pero inexorablemente”, por lo que es preciso tomar medidas para reducir su impacto.
Por eso, existe una fecha para crear consciencia sobre el tema, promover soluciones e inspirar acciones concretas: el Día de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, que se conmemora anualmente el 17 de junio.
Aunque la desertificación no crea paisajes como este de la noche a la mañana, este proceso destructivo es muy difícil de detener o revertir. Una vez eliminada la capa protectora de vegetación de la superficie, el viento y el agua abren canales que rompen el suelo y lo hacen aún más susceptible a la erosión.
Qué es la desertificación y qué consecuencias genera
Aunque incluye la invasión de las tierras por dunas, el término no se refiere al avance de los desiertos. Específicamente, la ONU define la desertificación como la “degradación continua de los ecosistemas de las zonas secas debido a las actividades humanas (como la sobreexplotación de la tierra, la minería, el sobrepastoreo y la tala indiscriminada) y al cambio climático”.
El organismo internacional añade que algunos factores, como el viento y el agua, pueden agravar la situación de desertificación, ya que arrastran consigo la capa superficial de suelo fértil.
Se trata de un problema de escala mundial que conlleva consecuencias graves para la biodiversidad, la seguridad de los ecosistemas, la erradicación de la pobreza, la estabilidad socioeconómica y el desarrollo sostenible. Incluso, advierte la ONU, la degradación de las zonas secas puede provocar el desplazamiento de miles de personas.
La desertificación es una problemática a nivel mundial que conlleva consecuencias graves para la biodiversidad, la seguridad de los ecosistemas y el desarrollo sostenible, entre otros.
En qué partes del mundo se produce la desertificación
“A cada segundo se degrada un área de tierras sanas equivalente a cuatro campos de fútbol, lo que suma 100 millones de hectáreas cada año (una extensión del tamaño de Egipto)” advierte el sitio web de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD). Y el ritmo de degradación va en aumento: los datos oficiales muestran que aumenta a una velocidad entre 30 y 35 veces superior al histórico.
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La desertificación es un problema de escala mundial. No obstante, hay disparidades en el ritmo de avance. La CNULD puso a disposición en 2023 un Panel de Datos que permite acceder a una estimación parcial del progreso a nivel global y regional.
De acuerdo con ese reporte, América Latina y el Caribe y Asia Central y Oriental mostraron una mayor proporción de tierras degradadas en 2019 que la observada a nivel mundial. Sin embargo, las tendencias desde 2015 muestran que África se está degradando considerablemente más rápido que el promedio mundial.
Algunas medidas que podrían reducir la desertificación incluyen reforestar y regenerar especies arbóreas, mejorar la gestión del agua, mantener el suelo, enriquecer y fertilizar el suelo a través de la regeneración de la cubierta vegetal, entre otras, agrega la ONU.