Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul: cómo los días secos empeoran la calidad del aire y la salud
La combinación de contaminantes presentes en el aire, junto con el humo de los incendios y la baja humedad relativa, tiene graves repercusiones en la salud de las personas.
En la actualidad, 9 de cada 10 personas de todo el mundo respiran aire con altos niveles de contaminantes, según datos de la OMS. Aquí, una vista desde la sede de la ONU en Nueva York en medio de la bruma provocada por el humo de los incendios forestales canadienses que llegaron a Estados Unidos en julio de 2023.
Vivir en un mundo con aire limpio parece ser cada vez más una rareza. 9 de cada 10 personas en todo el mundo respiran aire con altos niveles de contaminantes, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS). Según las estimaciones de esa entidad, alrededor de 8.1 millones mueren cada año como consecuencia de la contaminación del aire exterior y doméstico.
Por eso es fundamental llamar la atención sobre el Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul, creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2019, que se conmemora anualmente el 7 de septiembre.
“La contaminación atmosférica nos amenaza a todos, pero las personas más pobres y marginadas soportan la mayor parte de la carga”, subraya Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS. Según él, la mayoría de los más de 3000 millones de personas afectadas por el aire contaminado en el mundo son mujeres y niños, que respiran un humo que se considera mortal incluso dentro de sus casas.
La organización sanitaria también reconoce que la contaminación atmosférica es un factor de riesgo crítico para las enfermedades no transmisibles (ENT), ya que causa alrededor del 24 % de todas las muertes de adultos por cardiopatías, el 25 % por accidentes cerebrovasculares, el 43 % por enfermedades pulmonares obstructivas crónicas y el 29 % por cáncer de pulmón, según cifras de la OMS.
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En la foto, un trabajador retira carbón que se vende en las calles de Ulán Bator, la capital de Mongolia. Al quemarse, la sustancia libera a la atmósfera grandes cantidades de partículas finas, siendo altamente contaminante.
¿Qué relación hay entre la humedad y la contaminación atmosférica?
Además de la presencia de elementos químicos nocivos en el aire, como los que expulsan los combustibles fósiles, hay otro factor agravante que puede empeorar mucho la contaminación: la baja humedad atmosférica combinada con las altas temperaturas. Este conjunto de factores aumenta la absorción de contaminantes durante la respiración.
La Organización Mundial de la Salud determina que el nivel ideal de humedad relativa para las personas se sitúa entre el 50 % y el 80 %. Por encima o por debajo de este porcentaje, puede plantear riesgos para el bienestar humano.
“La calidad del aire está estrechamente vinculada al clima de la Tierra y a los ecosistemas de todo el mundo”, explica la entidad mundial. Esto se debe a que muchos de los factores que causan la contaminación atmosférica (es decir, la combustión de combustibles fósiles) son también fuentes de emisión de gases de efecto invernadero. La quema de biomasa procedente de los incendios forestales, que son más recurrentes debido al cambio climático, también figuran en esta lista, señala la fuente.
La falta de lluvia dificulta así la dispersión de los gases contaminantes y del humo de los incendios, lo que agrava aún más los efectos de la contaminación sobre la salud y compromete la calidad de la respiración.
Una técnica de investigación prepara a un bebé para un escáner cerebral, parte de un estudio sobre la contaminación del aire y el desarrollo.
¿Cómo afecta el aire seco a la salud humana?
De acuerdo con las directrices de la OMS, cuando el nivel de humedad es inferior al 30 % ya existen riesgos para la salud humana, como malestar físico o aparición de enfermedades.
Cuando la humedad es inferior al 12 %, los organismos sanitarios del gobierno deben declarar el estado de emergencia debido al impacto en la salud de las personas, según datos del Centro de Gestión de Emergencias de la ciudad de São Paulo, Brasil.
Entre las precauciones que deben tomarse en este caso están la interrupción de cualquier actividad en el exterior entre las 10:00 y las 16:00 horas (como clases de educación física o ejercicio físico en general, recogida de residuos, reparto de correo, etcétera); también hay que evitar aglomeraciones en espacios cerrados sin aire acondicionado; y es importante mantener la humedad de los ambientes interiores, especialmente en las habitaciones de niños y ancianos y en los hospitales, por ejemplo, señala la fuente gubernamental brasileña.
Para ello, se pueden utilizar humidificadores de aire o telas humedecidas, como toallas, colocadas en las habitaciones. También es útil disponer recipientes con agua para facilitar la evaporación. Además, se recomienda, de ser posible, regar los jardines y aumentar la ingesta de agua potable.