Muere ballena que había ingerido más de 7 kilogramos de plástico
Unas 80 bolsas para compras y otros restos plásticos obstruyeron la digestión del animal e hicieron que fuera imposible que comiera.
La semana pasada, un calderón macho pequeño en dificultades, no podía nadar ni respirar, fue hallado en un canal tailandés, cerca de la frontera con Malasia. Los rescatistas lucharon para salvar al animal mediante la implementación de boyas que lo mantuvieran a flote mientras los veterinarios se ocupaban de él y sostenían paraguas rojos abiertos a fin de proteger la piel expuesta del animal de los rayos del sol.
La ballena vomitó cinco bolsas de plástico durante el intento de rescate. Murió cinco días después, el viernes pasado.
La autopsia reveló que más de 7 kilogramos de plástico habían obstruido el estómago de la ballena, lo que hizo imposible que ingiriera alimentos nutritivos. Estos desechos constituían 80 bolsas para las compras y otros restos plásticos.
Regina Asmutis-Silvia, directora ejecutiva de operaciones de Estados Unidos de Whale and Dolphin Conservation (Conservación de ballenas y delfines), comenta que este es un caso emblemático de un problema mayor de la contaminación por residuos plásticos en los océanos.
“No sabemos cuántos animales dejan de existir en una playa”, expresa Asmutis-Silvia. “Se trata de un solo calderón, pero no se considera a otras especies. Es simbólico en el mejor de los casos, pero es un símbolo de un problema increíblemente significativo”.
Alimento tóxico
Los expertos dicen que es muy probable que la ballena haya confundido las bolsas plásticas con alimento. La acumulación de residuos puede haber engañado al animal y hacerlo pensar que estaba lleno; de esa manera, su instinto de alimentarse se vio reducido. Mal alimentado, el calderón se enfermó y ya no pudo cazar.
“En algún momento, el estómago se llena de basura y no puede alimentarse de comida real”, explica Asmutis-Silvia. “No obtiene ningún nutriente y básicamente se obstruye de manera total el sistema digestivo”.
Generalmente, los calderones se alimentan de calamares, pero también se conoce que van tras pulpos, sepias y peces pequeños cuando escasea la comida.
La contaminación por residuos plásticos es un constante problema en el mundo de los océanos. En las aguas tailandesas, se sabe que más de 300 animales marinos mueren luego de comer plástico. La lista incluye calderones, pero también tortugas y delfines. En abril, se encontró un cachalote desnutrido en la playa española con más de 27 kilogramos de basura en el sistema digestivo. El viernes, una cría de foca arpa fue arrastrada hasta la orilla con una lámina pequeña de plástico en el intestino, este fue un caso raro ya que no es común que las focas confundan el plástico con alimento.
Crisis por residuos plásticos
El mes pasado, el Bangkok Post informó que el gobierno tailandés estaba considerando imponer un impuesto en las bolsas plásticas para las compras, a fin de reducir el consumo de plástico y la contaminación. En 2017, Tailandia informó que produjo 27,4 millones de toneladas de residuos de los cuales 2 millones eran plásticos.
Alrededor del mundo, casi 18 mil millones de kilogramos de residuos plásticos desembocan en nuestros océanos cada año. Prescindir de botellas y bolsas de plástico, no aceptar sorbetes y evitar productos empaquetados con plástico son algunos de los consejos. Reciclar y no desechar también son maneras de reducir sus desechos plásticos.
Asmutis-Silvia indica que las ballenas desempeñan un papel integral como “jardineras oceánicas”, ya que fertilizan sus ecosistemas. Al matar a las ballenas, estamos dañando al resto del ecosistema y, por consiguiente, a nosotros mismos. Al contaminar nuestros océanos, también estamos contaminando los peces que comemos y hasta nosotros podríamos estar ingiriendo plástico.
“Debería ser una gran señal de advertencia para nosotros como especie”, expresa Asmutis-Silvia, “de que debemos dejar de matarnos a nosotros mismos”.