Las 10 mejores escaladas
Las sugerencias de National Geographic.
Del libro de National Geographic The 10 Best of Everything
Monte Khuiten, Mongolia
En Mongolia, es fácil que los viajeros queden maravillados por las interminables estepas verdes, la cordialidad de los nómadas kazajos y los paisajes ondulantes que definen las montañas Altai. Debido a ello, la caminata hasta el Monte Khuiten se disfruta y es tan panorámica como la escalada en sí. La montaña une las esquinas de Rusia, China y Mongolia. Para llegar a ella, los excursionistas deben cruzar un terreno vasto, dorado y estéril, una de las últimas regiones remotas del planeta. Este impresionante viaje se ve mejorado por la gentil hospitalidad de los nómadas kazajos.
Kilimanjaro, Tanzania
El Kilimanjaro, de cumbre achatada, es la montaña más alta de África. Ubicado en la frontera norte entre Tanzania y Kenia, el monte está formado por tres volcanes extintos: Kibo, Mawenzi y Shira. El pico más alto, Uhuru, tiene 5899 metros de alto. Hacer cima en el Kilimanjaro es asombroso. Al tomar la ruta de Machame, se pueden apreciar los increíbles animales y aves de la región. Luego, comenzará a atravesar la llanura de Shira a través del cañón del Gran Barranco y hasta la cima. Si todo sale según lo previsto, llegará al Punto Stella y tal vez pueda continuar por el borde de Kibo hasta Uhuru.
Los Andes, Perú
El Camino del Inca es una travesía en la que se sentirá inmerso en una variedad de ecosistemas, desde llanuras hasta desiertos, pasando por bosques nubosos tropicales. Encontrará vistas de montañas nevadas y ríos estrepitosos. Pero la estrella es Machu Picchu, la famosa ciudad perdida de los incas que fue descubierta en 1911 por Hiram Bingham. Luego, continuará su recorrido hasta lo que fue el centro y el alma del imperio Inca, Cuzco.
Monte Everest, Nepal
Con una altura de 8856 metros por encima del nivel del mar, el Everest es la montaña más alta del planeta. Durante décadas, llegar a la cima de este gigante fue considerado uno de los mayores logros de alpinismo. Sir Edmund Hillary y Tensing Norgay lo conquistaron por primera vez en 1953, cuando alcanzaron la cumbre siguiendo la ruta South Col. Desde entonces, más de 2000 personas más han ascendido por la misma ruta que es, por mucho, la ruta escala con más éxito en la montaña.
Matterhorn, Suiza
Ubicada en medio de los Alpes suizos, el Matterhorn es la montaña más reconocida del continente europeo. Tiene la forma de una pirámide de roca rústica y su pico es un punto de referencia geográfico que define la región. Para muchos alpinistas, escalar el Matterhorn, el lugar de nacimiento del deporte, representa un regreso a las tradiciones más puras del montañismo.
Monte Elbrus, Rusia
Con una región y un terreno dinámicos, el monte Elbrus se eleva como una torre de vigilancia en las montañas del Cáucaso, entre Europa y Asia. El Elbrus es un enorme volcán de doble cono, con una cumbre que varía en unos 20 metros. Para un escalador con habilidades moderadas, la montaña más alta de Europa genera una fuerte atracción, porque representa un logro arduo pero muy satisfactorio. La ubicación de la montaña permite a los visitantes encontrar muchas oportunidades de conocer la diversa mezcla de grupos étnicos de la región, como turcos, georgianos, azeríes y rusos.
Citlaltépetl e Iztaccíhuatl, México
En el corazón de México, a unos 1287 kilómetros al sur de la frontera con Estados Unidos, el Citlaltépetl y el Iztaccíhuatl son la tercera y séptima montaña más alta, respectivamente, de América del Norte. La primera tiene una altura de 5614 metros, mientras que la segunda tiene 5233 metros de alto. Escalar estos dos volcanes está, sin duda, entre las actividades más atractivas de México. Desde lejos, es fácil ver cómo obtuvo su nombre Iztaccíhuatl (o “mujer blanca”). Los picos nevados parecen la cabeza, el pecho y los pies de una mujer que está durmiendo.
Denali, Alaska
El monte McKinley, también llamado Denali en la lengua atabascana, en el parque nacional Denali de Alaska tiene 6194 metros de altura y es la montaña más alta de América del Norte. No es preciso explicar por qué es una buena idea escalar este macizo. Desde la base hasta la cima, se erige a casi 5490 metros, una elevación que ninguna otra montaña del mundo supera. Ninguna montaña ofrece vistas tan diversas e impactantes cada vez que se asciende. El gran tamaño y la exorbitante belleza del monte McKinley provocan tal magnetismo que atrae a escaladores de todo el mundo. Los mejores meses para escalarlo son mayo y junio, antes de que la amenaza de avalanchas y grietas abiertas se vuelva demasiado inminente. La montaña brinda una experiencia inolvidable que marca para siempre a los montañistas que enfrentaron este desafío.
Annapurna, Nepal
En cuanto a la diversidad geológica y cultural, un recorrido por la región del Annapurna en Nepal es insuperable. Al rodear el enorme Himalaya, podrá ver de todo, desde exuberantes bosques de bambú hasta áridos paisajes montañosos. La mayoría de los visitantes deciden escalar el famoso Thorung La, de 5368 metros. El sendero hasta esta gloriosa montaña ofrece recompensas como espectaculares pinceladas de color naranja al amanecer, que iluminan los blancos picos del Himalaya con un resplandor ardiente.
Damavand, Irán
Las montañas de Elburz se elevan imponentes y enormes apoyándose contra el mar Caspio, al noreste de Teherán. Los picos del Damavand varían en altitud desde los 5612 metros a más de 5795 metros. Se puede ver el vapor emanar de las aguas termales y fumarolas que señalan a este volcán inactivo, y sus dos pequeños glaciares brindan una vista asombrosa.
Artículo original publicado el 05 de Junio de 2012.