Turquía: adéntrate en el increíble paisaje del valle de Göreme
Esta maravilla tallada en la roca se formó gracias a millones de años de fenómenos naturales, pero también a las manos del hombre, que hicieron con ella increíbles obras.
El maravilloso paisaje del valle de Göreme, en Turquía, nace debido a la erosión. No obstante, hace miles de años, los humanos aprovecharon el trabajo que inició la Madre Naturaleza y empezaron a tallar un asombroso complejo de cámaras y túneles en la roca blanda. A comienzos del siglo IV d. C., se creó aquí un paisaje cultural urbanizado, aunque subterráneo.
Antiguas erupciones volcánicas cubrieron la región con una gruesa capa de cenizas, que se solidificó hasta transformarse en una roca blanda, conocida como toba volcánica, de decenas de metros de grosor. El viento y la lluvia también obraron en esta meseta, que tras la erosión de su materia más blanda se convirtió en un paisaje de cuento de hadas, repleto de conos, pilares, pináculos, hongos y chimeneas, que se elevan hasta 130 pies (40 metros) al cielo.
Pero también los humanos desempeñaron aquí obras increíbles. Esta maravilla rocosa cuenta con una red de cuevas hechas por el hombre que forman una estructura alveolada; en la roca blanda se cavaron hogares, sitios de adoración, establos y almacenes. De hecho, los complejos de túneles formaban pueblos enteros con hasta ocho pisos distintos ocultos bajo tierra.
En la época del Imperio Hitita, alrededor de 1800 a 1200 a. C., Göreme se encontraba inhabitada, pero más tarde delimitó el territorio entre imperios rivales: en primer lugar los griegos y los persas, y más adelante los griegos bizantinos y muchos otros. Esta situación política precaria obligó a los residentes a encontrar lugares donde ocultarse, y lo lograron cavando túneles en la roca.
El sitio se convirtió en un refugio religioso durante los primeros albores el cristianismo. En el siglo IV, unos cuantos cristianos que huían de la persecución de Roma llegaron y establecieron comunidades monásticas en este lugar. A comienzos del siglo VII, los monjes excavaron amplios recintos y monasterios, y se dedicaron a decorar las capillas en las cuevas con sus pinturas bizantinas, que aún hoy se conservan aisladas en buen estado.
Göreme tiene mucha historia, pero no todos los recintos trogloditas de Capadocia funcionan como museos. Algunos todavía funcionan como hogares y otros, como hoteles que ofrecen una experiencia de alojamiento única.
Los principales factores que amenazan este sitio considerado patrimonio de la humanidad provienen de las mismas fuerzas que lo crearon. La erosión devuelve algunas obras del hombre a un estado más natural, por lo que se pusieron en marcha iniciativas de conservación integrales para garantizar que las maravillas de Göreme sobrevivan otro milenio. No obstante, debido a la creciente llegada de turistas, el hombre trajo consigo desarrollos modernos que dañaron o destruyeron algunos de los sitios antiguos que creó en el pasado.
Cómo llegar
El pueblo de Göreme es el principal sitio turístico del parque, aunque Nevşehir, Avanos y Urgüp también ofrecen instalaciones para el turismo. Se puede llegar a estos pueblos en bus desde el aeropuerto de Kayseri. Hay buses de larga distancia que van desde Estambul y Ankara hasta la región de Capadocia.
Cuándo visitarlo
Capadocia se encuentra en una meseta alta y seca en medio de Turquía. En la región, los veranos son calurosos y secos, mientras que los inviernos son fríos y suele nevar.
Cómo visitarlo
En los pueblos cercanos, se ofrecen paseos y abundan guías dispuestos a mostrar los lugares destacados del parque y la región de Capadocia. Aquellas personas que deseen explorar un poco más la zona por su cuenta pueden alquilar bicicletas, motocicletas tipo scooter e, incluso, automóviles en Göreme.