Cómo viajar en avión con tu mascota
Sigue estos consejos útiles para disfrutar de unas merecidas vacaciones con tu mejor amigo.
Si quieres volar con tu mascota, el proceso puede ser costoso y complicado. A continuación, te ayudamos a elegir qué opción te conviene escoger: cabina o bodega.
Puedes poner a tu perro, gato u otro animal "en la parte inferior del avión". Algunos aviones cuentan con una bodega presurizada que mantiene las mismas condiciones que tiene la cabina (donde tú vas sentado). Para esto, debes reservar el lugar con anticipación, ya que hay cupos limitados, y pagar una tarifa determinada por la aerolínea.
Cómo viajar con tu mascota en la bodega
Dependiendo de la aerolínea, puedes pasar con tu mascota por el mostrador, y registrarla como un bolso normal (esta es una opción en American y Alaska, entre otras), o llevarla a un depósito de carga, ubicado fuera del aeropuerto, si vuelas con tu mascota por United o Delta.
En todas las aerolíneas, necesitarás de un certificado de salud emitido por un veterinario, de no más de 10 días de antigüedad con respecto a la fecha de partida (para cada vuelo, por lo que si tu viaje dura más de 10 días, deberás obtener otro certificado en su destino).
En algunos casos, las aerolíneas puede rechazar el viaje del animal si las temperaturas durante el viaje son extremas.
Antes de viajar, asegúrate de consultarle a tu aerolínea las restricciones adicionales que pueden existir para tu vuelo concreto.
El beneficio de este proceso es que no hay límite de peso; puedes volar con un gran danés siempre que esté en una jaula en la que pueda sentarse, pararse y darse la vuelta. Tampoco es necesario que el animal esté en capacidad de servicio para volar contigo. Además, puedes volar con cualquier tipo de mascota (excepto perros como los bulldogs franceses).
El inconveniente obvio es el costo y la poca practicidad, especialmente si tienes que ir hasta un lugar diferente, fuera del aeropuerto, para despachar a tu animal.
Mascotas en la cabina
La segunda opción es llevar a tu mascota en la cabina del avión, debajo del asiento frente a ti. En algunas de las principales aerolíneas, como Southwest y JetBlue, esta es la única opción: en estas aerolíneas no se permiten mascotas en la bodega. Tu amigo puede viajar contigo, siempre que pueda pararse y darse la vuelta dentro de un portamascota aprobado, que pueda colocarse cómodamente debajo del asiento de adelante. En algunos casos, la mascota y el portamascota deben pesar 9 kilos entre los dos. Algunas aerolíneas tienen restricciones para los asientos de primera clase y clase ejecutiva en determinados tipos de aviones, así que consulta con tu aerolínea antes de reservar el pasaje.
Considera que normalmente deberás programar con la aerolínea el viaje de tu mascota con 14 días de anticipación, ya que, en cada avión, solo hay algunos lugares disponibles para mascotas. La mayoría de las aerolíneas cobran entre cien y doscientos dólares para llevar a tu mascota en el avión.
El claro inconveniente de esta opción es que el animal debe ser muy pequeño; muchos gatos adultos e incluso algunos perros pequeños son demasiado grandes y no caben debajo del asiento.
También pueden existir riesgos. Hace poco, un perro de nariz chata murió en el compartimento superior porque lo pusieron allí en lugar de colocarlo debajo del asiento. Muchos aerolíneas ya restringen la raza de perros que pueden despacharse en la bodega; ahora algunas están agregando restricciones a los perros que se pueden transportar en el avión por problemas de seguridad.
Animales de servicio
Las personas con animales de servicio, como los pasajeros ciegos que necesitan de un perro para andar y localizar sus asientos, generalmente pueden llevar a sus animales en el avión en la medida en que la mascota cumpla esta función.
Animales de apoyo emocional
Para evitar la tarifa y las molestias de registrar a un animal, los pasajeros de las aerolíneas a veces registran sus mascotas como "animales de apoyo emocional" o ESA (por sus cifras en inglés). Para esto, los pasajeros necesitan presentar una carta de un profesional de salud mental que diga que la mascota cumple una función necesaria para su dueño, aunque muchas compañías han afirmado que estas cartas se venden en internet.
Cuantos más casos de animales de apoyo emocional hay, más problemas surgen con respecto a su comportamiento. Hasta hace poco, no se requería entrenamiento formal ni restricciones de especies para los animales ESA, por lo que ingresaban muchos animales, desde patos a cerdos, y, en algunos casos, impedían el curso normal de los vuelos.
Muchas veces, los animales de "apoyo emocional" no entrenados atacaron a los animales de servicio que desempeñan una función vital, por lo que los defensores de las personas con discapacidades piden restricciones para los animales no entrenados. Como consecuencia, algunas aerolíneas, incluida Delta, ahora les piden a los usuarios que firmen un aval de idoneidad. En 2018 también se introdujo una ley que exige que las aerolíneas ajusten su definición de animal de servicio para que coincida con la de la Ley de Estadounidenses con Discapacidades.
En enero de 2018, United anunció que restringiría los Animales de Apoyo Emocional a perros y gatos mayores de cuatro meses de edad, y prohibió que hubiera de estos animales en los vuelos de más de ocho horas, argumentando un aumento de incidentes.
United se une a Delta, Spirit y Alaska, y anuncia estas mismas restricciones. Las tres aerolíneas también requieren tres formularios (el certificado del veterinario, una carta de un profesional de salud mental y una exención de responsabilidad del pasajero) y 48 horas de aviso previo para poder subir al avión con un animal de apoyo emocional.
Si tu mascota no cumple una función vital o pesa más de 9 kilos, lo mejor que puedes hacer es enviarla a la bodega. Asegúrate de viajar en horarios (o por aeropuertos) donde no se esperan temperaturas extremas, y consigue la carta de un veterinario minutos antes de viajar. Y si tienes alguna duda, llama a tu aerolínea antes de reservar boletos para asegurarte de que puedes volar con tu mascota.
Delaney Ross trabaja en National Geographic y le encanta viajar con sus dos perros. Sigue sus aventuras en Twitter @delaneychambers.