¿Cómo es el aire que se respira en el avión?
Filtros de avanzada y mascarillas simples: la tecnología y la responsabilidad individual pueden hacer que tu vuelo sea más seguro.
Pasajeros con mascarillas en uno de los primeros vuelos entre Ámsterdam, Países Bajos y Burgas, Bulgaria desde el cierre por COVID-19 a principios de 2020. Las mascarillas pueden reducir las probabilidades de que los pasajeros se infecten (o infecten a los otros) a pesar de la alta efectividad de los filtros HEPA utilizados en la mayoría de los aviones comerciales.
Los filtros HEPA con certificado oficial "bloquean y capturan el 99,97 por ciento de las partículas en el aire de más de 0,3 micrones de tamaño", explica Tony Julian, un experto en purificación de aire de RGF Environmental Group. Los filtros HEPA con certificado oficial "bloquean y capturan el 99,97 por ciento de las partículas en el aire de más de 0,3 micrones de tamaño", explica Tony Julian, un experto en purificación de aire de RGF Environmental Group. La eficiencia de estos filtros, quizás de manera contradictoria, es mayor con las partículas aún más pequeñas. Entonces, si bien las gotas exhaladas que transportan el SARS-CoV-2 pueden ser bastante pequeñas, los filtros HEPA eliminan la gran mayoría de manera efectiva.
Pueden capturar partículas diminutas de 0,1 micrones, aunque con menos eficiencia. El tamaño del virus SARS-COV-2 varía según cómo se exhale; en promedio es de 0.125, lo que significa que los filtros HEPA no lo bloquean al 100 por ciento.
La pandemia del coronavirus subraya la prioridad sanitaria de respirar aire limpio. Si bien la contaminación industrial ha estado en los titulares durante décadas, el coronavirus nos lleva a hablar hoy de lo que sucede en los espacios cerrados. La calidad del aire en ambientes cerrados (en qué dirección fluye, en qué medida permite que los patógenos se dispersen o desaparezcan) puede determinar si te contagias o no. Cuando pensamos en los espacios más propensos a los contagios (iglesias, hogares de ancianos y cruceros), nos preguntamos qué sucede dentro de las cabinas de los aviones.
Por eso, resulta curioso que el aire dentro de un avión sea en verdad más limpio de lo que creemos. Gracias a los filtros HEPA y la circulación eficiente en los aviones comerciales, el aire que respiras, si bien no puede decirse que no contenga ningún virus, es mucho más limpio que el aire que se respira en restaurantes, bares, tiendas o la sala de estar de tu mejor amigo. Te contamos por qué no debes temerle al aire de allá arriba.
Cómo se limpia el aire del avión
La mayoría de los aviones comerciales (no todos) cuentan con filtros HEPA (del inglés High Efficiency Particle Arresting, o recogedor de partículas de alta eficiencia). Eso significa que, en los aviones equipados con HEPA, el flujo de aire "está en permanente circulación. Es una mezcla de aire del exterior y aire purificado mediante los filtros HEPA, que son como los que se usan en los quirófanos", cuenta el Dr. Bjoern Becker del Grupo de aerolíneas Lufthansa. "El aire se bombea desde el techo hacia la cabina a una velocidad de aproximadamente una yarda por segundo y se elimina por debajo de los asientos de la ventana".
Aproximadamente el 40 por ciento del aire de una cabina se filtra a través de este sistema HEPA; el 60 por ciento restante es fresco y proviene del exterior. “El aire de la cabina re renueva por completo cada tres minutos, en promedio, mientras el avión está en movimiento”, dice Becker.
“Por lo general, el número de partículas en el aire es realmente bajo, el avión es casi una habitación limpia, porque hay mucha ventilación y muy pocas fuentes de generación de partículas”, explica Liam Bates, CEO y cofundador de Kaiterra, un fabricante de monitores de calidad del aire. "Los aviones son en realidad más seguros que prácticamente cualquier otro espacio cerrado".
Los aviones más antiguos o aviones pequeños no cuentan con filtros HEPA, tienen sistemas de filtración menos efectivos. Pero incluso los mejores filtros son incapaces de atrapar toda partícula de virus a bordo. Por eso, las aerolíneas, sus empleados y pasajeros también deben implementar medidas para que el vuelo sea más seguro.
¿Son confiables los filtros?
La eficacia del 99,97 por ciento de los filtros HEPA suena muy tranquilizante, y los ejecutivos de las aerolíneas confían en esa certeza. Pero, según cuenta Bates, el mayor problema con esos sistemas es que “el filtro solo garantiza la calidad del aire que ha pasado a través de este. Si el aire que alguien respira no ha pasado por ese filtro, entonces esa cifra no cuenta".
Por eso, además de buenos filtros, las cabinas de las aerolíneas también necesitan de buenos pasajeros. Esto significa que todas las personas a bordo deben usar una mascarilla.
Eso se debe, por un lado, a las cualidades protectoras comprobadas de las mascarillas, y por el otro, al hecho de que los filtros HEPA y la circulación rápida del aire no funcionan con máxima eficacia hasta que el avión está en el aire. Esto significa que el período a veces interminable entre que te sientas y que el avión despega (o entre que el avión aterriza y tú desembarcas) es el momento en que tienes más probabilidades de inhalar aire de una persona infectada con COVID-19. Ese aire viciado y caliente que puedes notar cuando un avión está esperando frente a la puerta de salida o en ralentí puede indicar que hay poca circulación a través de esos filtros.
Como ocurre con cualquier otro dispositivo tecnológico, "los filtros HEPA deben inspeccionarse con regularidad y reemplazarse según sea necesario", explica Julian. Si hay agujeros en los filtros o problemas con los sellos, por ejemplo, la efectividad será menor. Cada fabricante de filtros HEPA recomienda un programa de mantenimiento de sus productos, y la mayoría de las aerolíneas los cambian con más frecuencia. Incluso si una aerolínea cambia los filtros con menos frecuencia de la recomendada, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo afirma que el flujo de aire a través de los filtros podría reducirse, pero no su capacidad de atrapar partículas. Al contrario de lo que se podría pensar, los filtros sucios pueden funcionar mejor que los limpios.
Por qué es fundamental usar mascarilla
Un pasajero con mascarilla en un vuelo entre Vancouver, Canadá y Sydney, Australia. Algunas aerolíneas han aplicado estrictamente el uso obligatorio de mascarillas en los aviones.
Cuando tosemos, estornudamos y hablamos, salen de nuestra boca gotitas microscópicas (y, a veces, visibles) de saliva. La gravedad hace que las gotas más grandes caigan rápidamente al suelo (o un apoyabrazos), pero las más pequeñas pueden quedar en el aire. La investigación científica acerca del SARS-CoV-2 va actualizándose, pero hoy existen evidencias que sugieren que el virus dentro de esas pequeñas gotas puede infectarte.
Si durante el viaje en avión, usas una mascarilla todo el tiempo, evitas que esas gotas aéreas (y cualquier virus que tengan) llegue a otros. Existe evidencia de que el uso de mascarilla protege a quienes te rodean y reduce las probabilidades de que te infectes. Ponte la mascarilla siempre, así como tienes automatizada la acción de guardar tu computadora portátil durante el despegue, porque minimiza el riesgo de que la turbulencia provoque que alguien se golpee en la cara con algo que daña.
En los Estados Unidos no existe una ley que exija que los pasajeros usen mascarillas. Cada aerolínea estadounidense ha implementado sus propias reglas en relación con las mascarillas. Hay varios informes de aerolíneas que cumplen las medidas de forma estricta, así como de aerolíneas que las ignoran o responsabilizan a los pasajeros de controlar a los que están sentados a su lado. Y también hay casos de personas que viajan sin mascarillas (o las usan de forma incorrecta) y de personal de a bordo que no promueven el cumplimiento de las reglas.
¿Sirven las medidas de control?
Los aeropuertos y aerolíneas estadounidenses están implementando nuevas medidas de control para tratar de evitar que se suban al avión los pasajeros potencialmente infecciosos. Algunos confían en la honestidad y la conducta ética de los pasajeros, como las aerolíneas que, durante el check in, piden a los pasajeros que certifiquen que no han tenido síntomas de COVID-19 durante los últimos 14 días.
Pero incluso si todos son sinceros, el resto de los pasajeros sigue estando en riesgo porque alrededor del 40 por ciento de los pacientes con COVID son asintomáticos y muchas personas no presentan ningún síntoma en las primeras etapas de la enfermedad. Algunas aerolíneas, como Qatar Airways, están implementando el uso obligatorio de mascarillas y protectores faciales para los pasajeros y la tripulación.
Un trabajador con equipo de protección desinfecta un avión de Asrair Airlines en el Aeropuerto Internacional Ben Gurion en Tel Aviv, Israel, el 17 de agosto de 2020.
Estas medidas de control revelan que los aeropuertos y las aerolíneas se están tomando en serio la pandemia de COVID-19, pero los expertos dicen que dichas medidas no siempre se basan en hechos científicos. "Controlar la temperatura de los pasajeros nos hace sentir que estamos haciendo algo concreto para prevenir la propagación; sin embargo, según los datos científicos hasta la fecha, no es eficiente ni eficaz para identificar personas con COVID-19 o reducir la propagación", explica el Dr. Daniel Fagbuyi, designado durante el gobierno de Obama para la Junta Nacional de Ciencias de Biodefensa con experiencia en el manejo de pandemias. Los controles de temperatura con termómetros láser no detectan al 30 por ciento de las personas que tienen fiebre.
Consejos para protegerte
El mayor riesgo podrías correrlo en el aeropuerto, al momento del embarque y en el periodo de despegue/aterrizaje. Las personas que están muy cerca una de la otra, y sin mascarilla, podrían contagiarse. Lo más importante (además de cubrirte el rostro) es mantener la distancia social de dos metros (o más) en la fila antes de sentarte o de desembarcar.
Si tienes que viajar en avión, elije una aerolínea que haga cumplir sus propias medidas de protección. Por lo menos, no tendrás que ser el policía de las mascarillas. A mediados de agosto de 2020, parece que Alaska Airlines está siendo la aerolínea estadounidense más estricta sobre el uso de mascarillas.
Si bien Delta, Alaska, Hawaiian y Jet Blue, por ahora, mantienen los asientos del medio vacíos, es probable que los resultados beneficiosos de las medidas de protección tengan más que ver con la menor cantidad de personas a bordo, no con el hecho de que un pasajero se sentó a unos pocos centímetros más lejos de ti. Un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts publicado el 18 de agosto de 2020, del que se habló mucho, reveló que dejar el asiento del medio vacío en los vuelos disminuyó el riesgo de que un pasajero determinado contrajera COVID-19 en un factor de 1.8, pero el estudio aún no ha sido sometido a revisación rigurosa.
Una vez dentro del avión, minimiza el contacto con las superficies y lávate bien las manos antes de tocarte la cara (y la mascarilla). Pero no es necesario que viajes con un traje HAZMAT, comenta el Dr. Ken Perry, médico de emergencias en Charleston, Carolina del Sur. "La gente estaría mucho más a salvo si fuera más obediente con el uso de su mascarilla, en lugar de preocuparse por los guantes y otros dispositivos".
Los científicos ya no creen que haya un riego alto de transmisión si tocas objetos y luego te pasas la mano sucia por los ojos, la nariz o la boca. Sin embargo, un informe reciente sobre la transmisión de COVID-19 durante el vuelo sugiere que una persona asintomática propaga la enfermedad a través de las superficies del inodoro.
Las aerolíneas han mejorado sus medidas de limpieza; ahora, por ejemplo, desinfectan el avión con pulverizadores electrostáticos. Y con la reciente aprobación de emergencia de la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU., American Airlines comenzará a tratar áreas de alto contacto (respaldos de los asientos, mesas de bandejas) con SurfaceWise2, un producto que, según dicen, mata el coronavirus y su efecto dura hasta siete días.
Durante el vuelo, Fagbuyi recomienda dejarse la mascarilla puesta todo el tiempo. Eso significa evitar comer y beber. Y explica que “en el avión, está bien lavarse las manos con sanitizante, pero es conveniente lavarse las manos con agua y jabón una vez que bajas” del avión, y especialmente antes de quitarte la máscara.
Y aunque puede ser incómodo, la Dra. Joyce Sánchez, directora médica de Travel Health Clinic en Froedtert y el Medical College of Wisconsin, aclara que la mascarilla no afecta tus niveles de oxígeno o dióxido de carbono. "La gran mayoría de las personas, incluidas las que tienen problemas pulmonares y cardíacos crónicos, pueden usarlas de manera segura", sostiene.
Resulta que para que tu viaje en avión sea más ameno en esta época debes tapar tu sonrisa.
Johanna Read es una escritora y fotógrafa canadiense especializada en turismo responsable. Es ex ejecutiva de políticas gubernamentales, y ha trabajado en temas como la influenza pandémica. Síguela en Twitter e Instagram.