4 lugares increíbles que necesitan urgentemente ser conservados
Cada año, unas 30 000 personas intentan hacer cumbre en el Monte Kilimanjaro, una hazaña que el alpinista Phil Henderson anima a intentar a todo aquel que tenga la posibilidad de hacerlo. Afirma que este viaje relativamente accesible es una excelente manera de ver los efectos del cambio climático en acción.
Desde el líder de la expedición al Everest, Phil Henderson, hasta el cineasta de vida silvestre, Bertie Gregory, los exploradores de hoy tienen la conservación en el centro de sus expediciones. El objetivo de estos aventureros es mostrar al mundo lugares con una fauna extraordinaria o con un valor cultural e histórico, pero que están a punto de sufrir daños irreversibles.
El efecto del ser humano sobre la naturaleza va mucho más allá del cambio climático, ya que incluye la caza furtiva y el tráfico de especies silvestres, la deforestación y la contaminación del agua. Las consecuencias modernas son solo la última iteración de nuestro impacto. Como escribe Yuval Noah Harari en su libro Homo Deus: "Cuando nuestros antepasados de la Edad de Piedra se extendieron desde el este de África hasta los cuatro rincones de la Tierra, cambiaron la flora y la fauna de todos los continentes e islas en los que se asentaron... antes de plantar el primer campo de trigo, dar forma a la primera herramienta de metal, escribir el primer texto o acuñar la primera moneda".
He aquí cuatro lugares que algunos de los mejores exploradores del mundo quieren dar a conocer antes de que su paisaje cambie para siempre.
1. Murciélagos de la fruta en Zambia
Con sólo 29 años, el director de cine sobre vida salvaje y explorador de National Geographic, Bertie Gregory, ya ha desarrollado una increíble carrera, al producir y presentar varios documentales premiados con Nat Geo en todo el mundo. Pero en su memoria destaca un lugar que necesita ser conservado: el Parque Nacional de Kasanka, en Zambia.
Mientras rodaba un episodio de Aventuras Épicas (disponible en Disney+) para NatGeo, su equipo fue testigo de la migración de murciélagos del Parque Nacional de Kasanka, la mayor migración de mamíferos de África.
Los murciélagos frugívoros de color pajizo salen a alimentarse al amparo de la oscuridad y se encuentran en una carrera contra el reloj: cuanto más tiempo pasen alimentándose, más podrán comer. Pero en el momento en que amanece, sus depredadores (entre ellos las águilas marcial, coronada y piscívora) tienen suficiente luz para cazarlos.
"Ver 10 millones de animales en todo el cielo es alucinante y, en realidad, es bastante difícil para tu cerebro procesarlo", expresa. "Era como retroceder en el tiempo a un planeta Tierra prehistórico mientras los sonidos de sus aleteos y llamadas llenaban el aire. Estuvimos allí un mes y cada mañana era impresionante".
Los murciélagos (y el resto de la fauna del parque) están amenazados por la agricultura industrial. Gregory dice que cuando visitó el parque, ya se habían talado ilegalmente grandes extensiones de bosque cerca de los límites del parque nacional.
"Los científicos colocaron etiquetas de seguimiento en algunos de los murciélagos y descubrieron que podían volar más de 48 kilómetros desde el dormidero cada noche para alimentarse. Esto está fuera de la zona protegida, así que, aunque preservar el dormidero es importante, si la zona que rodea el parque nacional se está deforestando, esta épica migración va a desaparecer", advierte. "Perder estos murciélagos es una tragedia que va mucho más allá de perder un espectáculo de vida silvestre alucinante. Los murciélagos frugívoros de color pajizo son conocidos como los jardineros de África".
Esto se debe a que cuando los murciélagos comen fruta, se tragan las semillas y las "plantan" a través de los excrementos. La deforestación podría romper este ciclo natural: menos fruta significaría menos murciélagos, y menos murciélagos significarían menos árboles nuevos, y así sucesivamente.
Desde que se hizo el episodio para Aventuras Épicas, ha habido algunas noticias positivas. Un juez de Zambia ha concedido una orden judicial que impide a dos empresas talar el bosque en los límites del parque nacional, un paso pequeño pero vital en la larga batalla por salvar la vida salvaje de Kasanka.
"Es una verdadera batalla cuesta arriba. Lo fundamental no es solo mantener el bosque existente. Como en muchos otros lugares del mundo, hay que aumentar la cubierta forestal", reflexiona Gregory. "Esto es vital para los murciélagos, para el ecosistema, para el clima y, fundamentalmente, para nosotros los humanos".
2. Proteger un modo de vida en el Valle Sagrado de Perú
Carmen Chávez es una bióloga tropical y exploradora de National Geographic quien comenzó su carrera profesional al participar en proyectos de investigación en la Estación Biológica Cocha Cashu, en el Parque Nacional Manú de Perú. Cuando era joven, su familia solía llevar su Volkswagen Beetle para acampar en el Valle Sagrado de los Incas.
Uno de sus primeros recuerdos es que su padre le dedicó la pesca del día en su quinto cumpleaños: era una trucha, una especie invasora que se había introducido intencionadamente desde Norteamérica para favorecer la economía décadas atrás. Su familia compró tierras de cultivo en el corazón del Valle Sagrado y se dedicó a la agricultura tradicional de maíz y patatas.
"De niña, corría libremente por los campos y nadaba en pequeños ríos y arroyos llenos de peces y aguas limpias", recuerda Chávez. "El mismo afluente del río Vilcanota de mi infancia donde nadaba es ahora el colector de aguas negras de la creciente ciudad de Lamay. Con aguas oscuras y contaminadas y un fuerte olor a podrido, es un lugar al que no dejo que mi hijo se acerque".
El tratamiento mínimo de las aguas y los sistemas de alcantarillado rudimentarios o inexistentes vierten las aguas residuales directamente a los arroyos que acaban en el sagrado río Vilcanota. Este curso de agua sigue siendo la principal fuente de riego para toda la agricultura del valle. La extracción ilegal de arena y piedra también interrumpe el flujo natural del río y contribuye a la inundación de las granjas y pueblos locales, añade.
La zona es un lugar sagrado para la cultura inca en gran medida porque sus fértiles tierras sustentaron la próspera civilización antes de la llegada de los colonizadores españoles. El Valle Sagrado sigue manteniendo a las comunidades con quinua, kiwicha (un cereal que puede utilizarse en lugar de harina), variedades de patatas y el gigantesco maíz blanco, que solo crece en esta zona.
"Los agricultores, al igual que mi padre y mi hermano, viven ahora en la incertidumbre por los cambios sin precedentes en los patrones climáticos y las innegables consecuencias del calentamiento del clima", dice Chávez. Agrega que hay poco interés entre las generaciones jóvenes por continuar con la agricultura tradicional y que hay una creciente dependencia de los dañinos fertilizantes sintéticos.
"La solución viene de muchas maneras, ya que hay muchos problemas. La recuperación del río, su calidad de agua, su caudal natural y su valor cultural necesitan nuestra atención", manifiesta. "Es imperativo aprender la diversidad biológica que sustenta y mantiene este valle, ayudando a formar una nueva generación de naturalistas locales, empoderados por el acceso a las herramientas y equipos para complementar sus conocimientos tradicionales".
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3. Enfrentarse al cambio climático en el Kilimanjaro
En mayo de 2022, Phil Henderson dirigió la primera expedición exclusivamente negra que hizo cumbre en el Everest. Siete miembros hicieron cumbre con éxito y duplicaron el número de escaladores negros que han logrado la hazaña. Pero para Henderson, otra montaña es la primera que le viene a la mente cuando se le pregunta por un lugar cercano a su corazón.
Henderson subió por primera vez al Kilimanjaro, la montaña más alta de África, con 5895 metros, en el año 2000.
"La gente, la cultura y la tierra están conectadas. Si nos fijamos en la montaña en sí, es única porque se levanta en las llanuras de África, no en medio de una cordillera”, dice. "Es un lugar en el que se puede educar realmente a la gente sobre el cambio climático y la conexión entre las personas. La razón por la que vamos a un lugar así no es por esta experiencia de naturaleza salvaje, sino por una experiencia cultural".
El pueblo chagga, el tercer grupo étnico más grande de Tanzania, está inextricablemente ligado a la montaña. Viven en las laderas sur y este del Kilimanjaro, y producen plátano, café y mijo en su fértil suelo.
Sus comunidades son testigos de la reducción de los casquetes de hielo y los glaciares de la montaña, que podrían desaparecer en los próximos 25 años, según los expertos, en gran parte como consecuencia del cambio climático.
"Volví en 2018 y hay un cambio drástico en la cantidad de hielo permanente en la montaña", alerta Henderson. "Están teniendo fuertes tormentas de lluvia y temperaturas realmente altas seguidas de una grave sequía".
Henderson dice que la solución debe estar en un esfuerzo global para frenar el cambio climático. Espera que quienes suban al Kilimanjaro ayuden a difundir este mensaje.
4. Escuchar a los leones en el Parque Nacional de South Luangwa (Zambia)
Thandiwe Mweetwa, bióloga de la fauna salvaje de Zambia y explorador de National Geographic, dirige la educación para la conservación del Programa de Carnívoros de Zambia. La iniciativa está concebida para conseguir el apoyo local a la protección de los grandes carnívoros y su hábitat y para fomentar el interés de los jóvenes locales por las carreras relacionadas con la conservación.
Uno de los lugares favoritos de Mweeta es el sector de Nsefu, en el Parque Nacional de South Luangwa (Zambia), que visita por trabajo y en vacaciones.
"La primera vez que visité este lugar fue en 2009, en mi primer día de trabajo como voluntaria en el Programa de Carnívoros de Zambia, e inmediatamente me sorprendió la belleza de la zona", dice. "Se trata de un santuario de vida silvestre rico en animales en la orilla oriental del río Luangwa. Alberga una gran variedad de especies silvestres carismáticas, como perros salvajes, leones, grandes manadas de búfalos y grandes bandadas de aves emblemáticas, como la grulla coronada. La zona también cuenta con lugares culturales e históricos muy interesantes, como un antiguo sitio de fabricación de lluvia", un lugar donde las comunidades del pasado rezaban para que lloviera en tiempos de sequía.
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Mweeta describe su primera visita al sector como algo que le cambió la vida. Mientras ayudaba a los investigadores a desplegar un radiocollar para rastrear a los leones de la zona, pusieron sonidos de búfalos moribundos para atraer a los grandes felinos. Tres machos jóvenes se acercaron rápidamente y se pararon cerca de su vehículo.
"Pude experimentar toda la potencia del rugido de los leones a corta distancia", expresa. "Todo parecía vibrar. El coche temblaba literalmente. Sentí que mis órganos internos también vibraban en sintonía con los rugidos de estos poderosos machos jóvenes. Fue una experiencia tan intensa y espiritual".
Pero los leones y otros animales salvajes de África están amenazados, denuncia Mweeta. Nsefu no se ha librado del impacto de las actividades ilegales, como la caza furtiva con trampas de alambre impulsada por el comercio ilegal de carne de animales silvestres. Las especies objetivo son sobre todo ungulados (grandes mamíferos con pezuñas), como el impala y el puku, explica, pero también animales más grandes como el búfalo y los hipopótamos.
La incómoda coexistencia de los humanos con la fauna salvaje también es un problema. Y los leones y otros carnívoros a veces se aprovechan del ganado de la población local.
El cambio climático es una amenaza inminente, ya que los patrones climáticos son cada vez más impredecibles, afirma Mweeta. Con estos retos, "corremos el riesgo de perder el ecosistema y la increíble diversidad de la vida salvaje que existe actualmente y que hace que este lugar sea excepcional", añade.
Las comunidades locales, las agencias gubernamentales y los conservacionistas colaboran para hacer frente a estos problemas. "Mediante la ciencia de la conservación, la acción, el desarrollo del liderazgo y el fomento de la coexistencia entre las personas y la vida salvaje, estamos trabajando para proteger la zona ahora y en el futuro", sostiene Mweeta. "La fuerza de la colaboración me da esperanzas para el porvenir de esta magnífica parte del Parque Nacional de South Luangwa".
''Aventuras Épicas con Bertie Gregory' ya se puede ver en streaming solo en Disney+. The Walt Disney Company es la propietaria mayoritaria de National Geographic.
La National Geographic Society, comprometida con la iluminación y la protección de las maravillas de nuestro mundo, colabora y ayuda a financiar la investigación de exploradores como Gregory, Chávez y Mweeta.
Allie Yang es editora de la sección de viajes de National Geographic. Puedes encontrarla en Twitter.