¿Te animas a recorrer el inframundo maya? Atrévete a descubrir un sitio único
Accesible solo en kayak o canoa, la cueva de Barton Creek, situada en el distrito de Cayo, al oeste de Belice, fue un antiguo centro ceremonial maya. En las visitas guiadas, los viajeros pueden ver cámaras con forma de catedral, notables formaciones rocosas y reliquias de la civilización maya.
Para muchos, el concepto de infierno existe en otra dimensión. Pero en Belice, la entrada al inframundo está justo debajo de tus pies. Este pequeño país centroamericano alberga cientos de cuevas, muchas de las cuales se pueden explorar. Pero son algo más que un lugar para practicar espeleobuceo. Se dice que estas cuevas son el camino a Xibalbá, o el inframundo maya.
El turismo de cuevas es una de las principales actividades de Belice, que permite a los viajeros explorar la mitología y la cultura mayas. Se ha hecho un gran esfuerzo para abrir varias cuevas y hacerlas accesibles a los visitantes. Sin embargo, los arqueólogos apenas han explorado lo que hay bajo la superficie. He aquí cómo explorar estos inquietantes portales al inframundo maya.
Los turistas deben estar dispuestos a caminar, nadar y escalar para llegar a Actun Tunichil Muknal, una de los cientos de cuevas ceremoniales que albergan artefactos mayas en Belice.
El país de las maravillas espeleológicas
Xibalbá, que significa "lugar del miedo", era importante en la antigua cultura maya. El Popol Vuh, el libro de la creación del pueblo q'eqchi', lo describía como una corte que existía bajo la superficie de la tierra, donde reinaban los dioses mayas de la muerte, y una encrucijada de los vivos y los muertos.
Según Holley Moyes, profesora de arqueología de la Universidad de California en Merced y exploradora de National Geographic, los historiadores siguen especulando sobre por qué las antiguas civilizaciones consideraban las cuevas como portales al inframundo.
"Sabemos que en la época de los neandertales se enterraba a la gente en las zonas oscuras de las cuevas en lo que creemos que podría ser algún tipo de culto relacionado con los osos", comenta Moyes. "Si lo piensas… ¿Qué hacen los osos en invierno? Hibernan en cuevas. Parecen estar muertos. Luego se despiertan y se dedican a sus asuntos, así que posiblemente los antiguos veían esto como una especie de resurrección."
Los dioses controlaban todos los aspectos de la vida maya, desde el clima (Chac) hasta la cosecha (Hun Hunahpu), e incluso dictaban la pareja (Ixchel). Los primeros habitantes de la región entraban en las cavernas para celebrar importantes rituales, como enterramientos, sangrías y sacrificios. Los arqueólogos siguen encontrando pruebas de estas prácticas en la actualidad.
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Una de las cuevas más populares de Belice es Actun Tunichil Muknal (ATM), en el oeste del país, cerca de San Ignacio. Los mayas consideran la ATM, que significa Cueva del Sepulcro de Piedra, un lugar sagrado. La caverna guarda los huesos de 13 hombres, mujeres, niños y la famosa "Doncella de Cristal", que se cree que era un sacrificio. Décadas de erosión y calcificación han dado a la superficie del esqueleto un aspecto de gema. Otros artefactos y restos mayas están completamente calcificados en el suelo de la cueva. En 2012 se prohibieron la fotografía y el vídeo para proteger los objetos.
El guía turístico Miguel Choco habla con los visitantes en el exterior del yacimiento arqueológico de Xunantunich, en Belice. Formado por palacios, plazas y pirámides, el yacimiento es lo que queda de un centro ceremonial maya que fue próspero en el pasado.
Miguel Choco, guía turístico maya q'eqchi' de The Lodge en Chaa Creek, afirma que visitar Xibalbá es clave para comprender a los antiguos mayas y su historia. "Es vital conocer el (contexto) de las actividades ceremoniales en las cuevas y por qué concluían con sacrificios humanos", que solían ocurrir cuando la sequía, la infertilidad y la hambruna asolaban a la población, comenta.
Choco añade que llevar a los visitantes a las cuevas le permite compartir la historia maya y cómo su legado no se limita al pasado. "El mundo debe saber que todavía mantenemos la mayor parte posible de la cultura", asegura.
De hecho, más del 11% de la población de Belice son indígenas mayas mopan, yucatecos y q'eqchi'. Muchos de ellos siguen practicando tradiciones ancestrales, hablan lenguas mayas y suscriben mitologías transmitidas de generación en generación.
Los espeleólogos se preparan para entrar en Actun Tunichil Muknal, una de las cuevas de sacrificios mayas más famosas de Belice.
Cómo explorar el inframundo maya
Es difícil no sentir la presencia de algo antiguo y significativo al entrar en una cueva beliceña, incluso en las que no tienen esqueletos visibles. En el centro de Belice, los visitantes pueden realizar un viaje guiado en canoa o nadar hasta el inframundo en Barton Creek Cave, la gruta subterránea más larga del país. Se han encontrado fragmentos de cerámica, joyas y los restos de al menos 28 individuos, desde niños a adultos, en el interior de las 10 cornisas naturales, que en su día fueron un lugar ceremonial.
Sin embargo, con solo seis kilómetros de la cueva cartografiados hasta ahora y varios más por explorar, quién sabe qué otras reliquias quedan. Los trabajos arqueológicos en el interior de la cueva siguen su curso, revelando poco a poco importantes pistas sobre la caída de la poderosa civilización que una vez gobernó desde el actual México hasta El Salvador.
No todas las cuevas de Belice vienen acompañadas de historias de muerte, pero pueden provocar escalofríos. A una hora de la capital, Belmopán, el río Caves Branch fluye por las 19 cuevas de Nohoch Che'en, un popular destino para practicar tubing. La excursión flotante de una hora y media lleva a los viajeros entre altísimas estalactitas y pinturas mayas conservadas en los techos.
En determinados puntos del recorrido, los tubistas se adentran en las tinieblas. Se proporcionan linternas frontales, pero abrazar la oscuridad es la mejor manera de ver las cuevas como lo hacían los antiguos mayas.
Ali Wunderman es una galardonada periodista de viajes independiente que se centra en la vida salvaje, la sostenibilidad y las aventuras al aire libre.
La National Geographic Society, comprometida con iluminar y proteger las maravillas del mundo, apoyó el trabajo de Holley Moyes. Obtén más información sobre el apoyo a los exploradores.