La ruta de Baja California: un paseo por Pueblos Mágicos y la capital del vino en México
Desde Tijuana, pasando por Tecate hasta el Valle de Guadalupe y la zona de San Vicente, Baja California narra la historia del vino mexicano. Vive esta experiencia a través de los sentidos: disfruta sus paisajes, gastronomía y recorridos por bodegas.
Panorámica del rancho Viña Alegre de la bodega L.A. Cetto en Valle de Guadalupe. Alrededor de las 6 de la tarde, la paleta de colores se torna de cálida a tonos violáceos.
La diversidad de Baja California atrae a cientos de turistas cada año. Sus atractivos naturales, que incluyen playas, desierto, valles y bosques, así como sus variadas propuestas culturales, recreativas y gastronómicas y la hospitalidad de su gente hacen de este un destino imperdible. En especial si buscas recorrer la Ruta del Vino de México, ya que allí se cuenta gran parte de la historia vitivinícola del país.
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Qué hacer en Baja California
A lo largo y ancho de su extensión, Baja California, al noroeste de México, ofrece hermosos paisajes, mar, sierras, avistamiento de fauna, catas de vino y propuestas gastronómicas.
Tijuana es la frontera más visitada del mundo y un polo gastronómico multicultural de calidad, además de ser un centro cultural y artístico, lo que la ha posicionado como una de las mejores ciudades para visitar en familia, pareja o con amigos, asegura Baja California Travel, un sitio web administrado por la Secretaría de Turismo del Estado de Baja California.
Tecate, en tanto, es el único Pueblo Mágico ubicado en una frontera y se encuentra a una hora de algunas de las vinícolas más antiguas del estado. La ciudad contiene algunos de los mejores ranchos y balnearios del país y oportunidades para los espíritus más aventureros, que pueden practicar senderismo, rappel o scrambling (una exigente práctica deportiva que combina senderismo y escalada en roca).
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Ensenada: capital del vino mexicano
Ensenada es considerada la capital del vino mexicano, según Baja California Travel. Y un punto turístico sin igual. Se encuentra rodeada por el océano Pacífico y el Golfo de California y cuenta con áreas naturales protegidas, vasta flora y fauna terrestre y marina, dos Parques Nacionales, el Observatorio Astronómico Nacional y el “Picacho del Diablo”, la montaña más alta de la península.
En otras palabras, Ensenada y sus valles, como San Antonio de las Minas, es un destino ideal para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre, ya que en la zona se pueden practicar surf y deportes off road, entre otros. También es un destino perfecto para los visitantes más curiosos, quienes tienen la oportunidad de embarcarse en el estudio de la historia en sus 12 museos (incluido el Museo de la Vid y el Vino).
Y, por supuesto, Ensenada es un excelente destino gastronómico, lo que le ha valido el nombramiento en 2015 de “Ciudad Creativa” por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
El Valle de Guadalupe, en Ensenada, alberga paisajes impresionantes que unen colinas, viñedos y olivos, y es un destino del turismo enológico imperdible, ya que allí se pueden degustar vinos de reconocimiento internacional y probar platillos de restaurantes destacados mundialmente que fusionan ingredientes locales y técnicas culinarias innovadoras.
Martín Gomez Medina, Gerente de Operación Agrícola en L.A. Cetto, enseña las posibilidades de un viñedo orgánico a Anny Peralta, Bióloga y Exploradora de National Geographic.
Baja California, un destino imperdible para conocer la historia del vino mexicano
Antes de viajar hasta esta región del país, debes saber que Baja California cuenta con una ubicación perfecta para cultivar vides para elaborar vino. Se encuentra en la llamada “franja del vino”, una zona ubicada entre los paralelos 30 y 50 de latitud norte del ecuador que ofrece las condiciones ideales para el cultivo.
Además de ofrecer condiciones perfectas para la elaboración del vino, Baja California es un fiel testigo de la historia de esa industria. Calificada a menudo como “la región vinícola más importante del país”, el Valle de Guadalupe, en Baja California, narra la tradición de la vitivinicultura mexicana, ya que allí se ubican las casas vinícolas de mayor antigüedad en el país, explica la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.
Toma cenital de proceso de despalillado de uvas Grenache (Garnacha) en máquina despalilladora en la planta de L.A. Cetto.
Cómo y dónde conocer la historia de la vitivinicultura de Baja California
Las grandes empresas vitivinícolas de Baja California se establecieron aproximadamente entre las décadas de 1960 y 1970, detalla el libro antes mencionado. Aunque hay algunas con más antigüedad. Entre ellas, L.A. Cetto, una de las bodegas más sobresalientes, con una trayectoria destacada en el país.
L.A. Cetto ofrece la posibilidad de practicar el enoturismo, una actividad orientada al descubrimiento y disfrute cultural y enológico. Si te encuentras en la zona de San Antonio de las Minas, Valle de Guadalupe o Tecate tendrás la oportunidad de acercarte a esta bebida desde una óptica diferente.
Allí, podrás caminar por los viñedos, contemplar la majestuosidad de la naturaleza, conocer el trabajo de labrado de la tierra y el ciclo vegetativo de las vides, desde los primeros brotes hasta la vendimia y cosecha y la transformación del fruto en un producto superador: el vino.
En medio de un fascinante paisaje en donde los colores del cielo, el sol y la tierra se funden, es posible aprender cómo estos espacios ofrecen las condiciones perfectas para la elaboración de una bebida noble y recorrer la tradición vinícola de siete generaciones nacida en Italia en 1801 y arraigada a su vocación de producir vid y vino desde el campo en México desde 1928.
Desde los inicios con don Angelo Cetto (1900), seguido por el desarrollo y la consolidación impulsada por Luis Agustín Cetto (1934), la proyección nacional e internacional de Luis Alberto Cetto (1965) y la reciente incorporación de Luis Angelo Cetto (1996) en busca de nuevas propuestas que visibilizan la innovación y tradición de la compañía, esta empresa familiar ha marcado con orgullo la historia de la vitivinicultura en México y ha llevado la marca de Baja California al mundo.
Luego de admirar las bondades de la tierra y la naturaleza, podrás conocer sus vinos y deleitarte probando algunas de sus renombradas etiquetas. Y para acompañar una copa del mejor vino de la región, podrás disfrutar de la excelente gastronomía de la zona y participar de la Fiesta de la Vendimia.
Vive una experiencia multisensorial que cautivará cada uno de tus sentidos, degusta y percibe el aroma de vinos de calidad con sello mexicano, en medio de un entorno natural impresionante, contemplando los paisajes entrañables y sorprendentes de Baja California.