Cinco formas repugnantes e increíbles en que los animales eyaculan esperma
Un gusano vive dentro de la hembra y eyacula a través de la parte superior de la cabeza de la hembra.
Hombres, siéntanse felices de no ser un rape.
En algunas especies de rape de aguas profundas, como el diablo marino dentudo, el pequeño macho muerde y se agarra a la hembra, que frecuentemente es 10 veces más grande que él, y pronto comienza a desintegrarse, derretirse y fusionarse en su cuerpo hasta que no queda más nada de él que sus testículos (un suministro de esperma que la hembra utilizará para fertilizar los huevos).
Todo muy bien y muy raro pero... ¿cómo ese codiciado esperma llega al huevo?, preguntó @Raakxhyr en la sección de preguntas sobre animales raros de la semana en Twitter.
Toda la acción sucede fuera de sus cuerpos, explica Marah J. Hardt, autora de Sex in the Sea: Our Intimate Connection with Sex-Changing Fish, Romantic Lobsters, Kinky Squid, and Other Salty Erotica of the Deep. Los machos expulsan esperma y las hembras expulsan los huevos, que luego se fertilizan en el agua.
Pero no queda claro qué pez —la hembra o el macho parásito—controla la expulsión de esperma. “Como sobresale la cola del macho”, puede expulsar el esperma cuando la hembra expulsa el huevo, comenta Hardt.
Pero para que no elaboremos un estereotipo del rape, es importante mencionar que no todos los machos son tan dependientes. En algunas especies, como el pez sapo peludo, los machos y las hembras se juntan y expulsan el esperma y los huevos al agua.
En otras, como el rape abisal, los machos atacan a las hembras pero libres son después de la fertilización.
Evidentemente hasta el rape escuchó la canción de Frozen.
Vías alternativas
Los rapes parásitos no son los únicos animales que se aparean en forma creativa.
- El calamar macho le da a la hembra paquetes de esperma llamados espermatóforos, que pega en la hembra con un tentáculo, “denominado específicamente hectocótilo” o “un órgano terminal, que es como un pene gigante”, explica Hardt. Una vez que está adherido—en el manto que rodea la cabeza—el esperma se mete en la piel. Después, la ruta que sigue es un misterio, aunque Hardt comenta que las hembras de algunas especies tienen receptáculos de esperma que pueden dejar pasar los huevos o tomarlos, según sea necesario.
- Las secciones en forma de espátula para desplazar el esperma de las libélulas son una herramienta única en el juego de la reproducción, comenta la entomóloga de la Universidad de Arizona Katy Prudic. Las libélulas macho tienen dos grupos de genitales y deslizan el esperma de los testículos al pene. Antes de aparearse, sin embargo, usan el pene para rascar el esperma que pueda haber quedado de un apareamiento anterior antes de eyacular el suyo.
- Prudic describe el destino del ácaro Adactylidium macho como una “tragedia griega”, que prácticamente se convierte en padre mientras todavía está en el cuerpo de su madre. El ácaro madre incuba hasta nueve huevos en su cuerpo y, en general, solo uno es macho. Este grupo deseoso de tener crías [¡ja!] vive dentro de la madre y se alimenta de ella. Una vez que maduran, las hembras se aparean con su hermano, luego cortan un orificio en el cuerpo muerto de la madre y se van, mientras el macho muere (seguramente de cansancio y/o vergüenza).
- Los gusanos Osedax viven en aguas profundas, donde se alimentan de huesos de ballena. Su crecimiento es retardado, así que los machos parecen “gusanos preadolescentes pero con testículos completamente desarrollados”, comenta Hardt. Viven dentro de las hembras y “eyaculan por la parte superior de la cabeza, liberando esperma justo cerca del orificio donde salen los huevos de la hembra”.
Usted haga el chiste. Nosotros tenemos demasiada clase para hacerlo.
La sección de preguntas sobre animales raros de la semana (Weird Animal Question of the Week) responde a sus preguntas todos los sábados. Si tiene una pregunta sobre el extraño y silvestre mundo animal, envíeme un tweet, déjeme un comentario o fotografía en los comentarios a continuación, o búsqueme en Facebook.
Artículo original publicado el 16 de Junio de 2016.