A medida que los tigres desaparecen, los leones se convierten en el blanco de los cazadores furtivos
Cada vez más leones salvajes son sacrificados en África por sus dientes y garras, los cuales son valiosos en los países asiáticos para hacer joyas.
PARQUE NACIONAL LIMPOPO, MOZAMBIQUE. Los cuatro leones jóvenes murieron donde consumieron su última comida. Fueron encontrados tendidos en un terreno arenoso cerca de los restos de un ternero envenenado. No hubo testigos de la matanza silenciosa, solo de las espantosas consecuencias. Los rostros y las patas de los cuatro felinos habían sido cortados.
“No es algo agradable de presenciar,” dice discretamente Marius Steyl. Steyl, el gerente de operaciones policiales en el Parque Nacional Limpopo, en Mozambique, fue miembro del equipo que investigó las matanzas a fines de enero. “Es el rey de la jungla, y de repente los humanos lo están aniquilando.”
Según Steyl, hay dos hombres sospechosos del crimen, quienes probablemente mataron a los leones en represalia por haber cazado ganado. Un hombre fue acusado y el otro sigue prófugo.
El animal de rapiña más reconocido del continente enfrenta una amenaza creciente en Mozambique, y ampliamente en África. Ya que los tigres en Asia se han vuelto más escasos en la naturaleza (se estima que quedan menos de 4000), otros grandes felinos de todo el mundo están siendo atacados por sus diferentes partes, incluidos los leopardos, jaguares y, ahora, los leones africanos.
Grupos de conservación en el este y sur de África dicen que durante los últimos tres años, un número creciente de leones han sido asesinados y mutilados por sus garras y dientes, probablemente para satisfacer la demanda en China y el sudeste asiático, donde las partes parecen ser usadas principalmente como colgantes y amuletos.
“Simplemente se trata de que hay un mayor conocimiento de la disponibilidad de partes de leones en África y de su potencial para ser presentadas como partes de tigre”, dice Kristin Nowell, directora de Cat Action Treasury, una organización estadounidense dedicada a la conservación de grandes felinos en su hábitat natural en todo el mundo. Nowell es también la coordinadora de la “lista roja” de los grandes felinos con la International Union for Conservation of Nature (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, IUCN), que determina el estado de conservación de las especies.
“Estamos bastante preocupados por el león”, dice Nowell, quien contribuyó a la evaluación más reciente de la IUCN de los leones africanos, en 2016, que los catalogó como “vulnerables”.
En toda África, las poblaciones de leones silvestres se han desplomado alrededor de un 43 por ciento desde 1993 a no más de 20.000 en 2014, según la IUCN. La pérdida de hábitat y la reducción de las presas silvestres de los leones por el comercio de carne de monte los está forzando a entrar en contacto peligroso con los humanos y su ganado. Los felinos que se aprovechan del ganado se convierten en blanco de matanzas en represalia. Y ahora, cada vez más, la caza furtiva de partes del cuerpo de los leones está agravando estos problemas.
La Convention on International Trade in Endangered Species of Wild Fauna and Flora (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, CITES), que regula el comercio mundial de vida silvestre, prohíbe el comercio de partes de leones africanos salvajes. Pero Sudáfrica, que tiene miles de leones criados en cautiverio, puede exportar legalmente sus piezas, hasta 800 esqueletos de leones al año. Según CITES, la mayoría va a Laos y Vietnam, donde los huesos se utilizan como sustituto del vino de hueso de tigre, considerado un símbolo de estatus y utilizado para tratar diversas dolencias y dar al bebedor la “fuerza de un tigre.”
CITES también señala que durante los últimos cinco años se exportaron aproximadamente 150 garras de león y dientes desde Sudáfrica a China y Vietnam. Esa cifra es solo una pequeña parte del comercio entre África y Asia, ya que el volumen de garras y dientes ilegales incautados a ciudadanos asiáticos exceden los intercambios legales durante el mismo período de tiempo.
Según Nowell y otros, el comercio legal de Sudáfrica está alimentando la demanda asiática de partes de león como sustitutas de las partes de tigre y está alimentando el creciente comercio ilegal de dientes y garras de leones salvajes, lo que reduce aún más su número.
"Una oportunidad para ganar dinero"
La evaluación de los leones de la IUCN en 2016 generó inquietudes en cuanto a que “las partes silvestres de los leones del este y sur de África podrían ser arrastradas al gran comercio ilegal de vida silvestre de Asia enfocado en el marfil de los elefantes”. Los miedos ahora se están convirtiendo en una realidad.
En Mozambique, en junio de 2017, un ciudadano chino fue arrestado en el Aeropuerto Internacional de Maputo con dientes y garras de león, y también con objetos hechos con marfil. En Senegal, en agosto pasado, se decomisaron dientes de león como parte de la mayor incautación de marfil en la historia del país. Luego, en noviembre, se descubrieron 19 dientes de león y 51 garras en Sudáfrica en un paquete que contenía un cuerno de rinoceronte con destino a Nigeria.
“Si está en ese negocio, ya sea que esté vendiendo marfil, cuerno de rinoceronte, partes del cuerpo de leones, son los mismos mercados, las mismas formas de sacarlo del país, que conocen los diferentes niveles de personas involucradas”, comenta Peter Leitner, oficial de proyecto del Parque Nacional de Limpopo con la fundación Peace Parks Foundation, un grupo sin fines de lucro que ayuda a establecer áreas de conservación transfronterizas. “Es una oportunidad de ganar dinero. Por lo que hay más producto. No cabe duda de que las mismas personas están siendo usadas”, agrega.
Lo que está sucediendo en Limpopo sirve como un caso de estudio aleccionador. Durante los últimos tres años, según el Gran programa carnívoro de Limpopo, los cazadores furtivos les han quitado garras y dientes a 20 de los leones del parque, reduciendo la población conocida en un 15 por ciento. Esto ha generado el temor de que los felinos en algunas áreas puedan ser eliminados.
De acuerdo con Nowell, una razón por la que los cazadores furtivos parecen estar matando cada vez más leones por sus garras y dientes, en lugar de por sus pieles o huesos, es que es práctico. “Descuartizar y extraer los huesos podría ser un proceso muy complicado, sería muy pesado para transportar el cadáver completo de un león, por lo que sería necesario un escape rápido. Además, los dientes y las garras son más fáciles de contrabandear”, asegura.
En la actualidad, de acuerdo con Marius Steyl del parque, la mayor amenaza de caza furtiva para los leones en Limpopo es de delincuentes organizados que atrapan animales de presa de los leones y envenenan sus cadáveres para matar a los felinos. Marius comenta que es difícil la supervisión de lo que sucede en el parque. “El criminal siempre ha tenido la ventaja, en el sentido de que no sabemos en qué parte se encuentra. Tenemos un parque grande: son 1,1 millones de hectáreas, por lo que es un área grande para cubrir”, admite.
Pero Limpopo está luchando.
En un campamento remoto en una cálida mañana de abril, 40 nuevos reclutas estaban siendo entrenados, la mayoría de los cuales se unirían al personal de campo del parque. En un simulacro de derribo, los reclutas se deslizan por la sabana portando armas automáticas antes de que un cazador furtivo pueda atacar para así arrestarlo. Un grupo pequeño de reclutas se unirá a un equipo especial contra la caza furtiva dedicado a proteger a los leones.
“Nos gustaría llegar allí antes de que el león sea asesinado”, comenta Leitner. Con esta finalidad, el equipo está siendo entrenado para seguir el rastro de los leones, buscar las huellas de los cazadores furtivos y eliminar las trampas y los cadáveres envenenados antes de que los leones se alimenten de ellos.
El parque también está reforzando su material, con la adición de un nuevo helicóptero y vehículos, y ha introducido un sistema para pagar a los informantes cuando se realizan arrestos exitosos. “Así que estamos tratando de luchar en esta batalla a través de la información, y esa es la forma más eficiente de hacerlo”, comenta Leitner.
¿Tigre o León?
Según Nowell, las confiscaciones y la investigación de ONG muestran que algunos vendedores están pasando dientes de león y garras como partes de tigre.
A menos que sea un gran experto en felinos, es una incógnita para cualquier persona saber lo que realmente se está ofreciendo: lo que se vende como tigre podría ser león. Y si los dientes de león en exhibición son solo eso, no se sabe si son leones salvajes (y por lo tanto ilegales) o leones criados en cautiverio de Sudáfrica.
En un extenso mercado de antigüedades y artesanías al sur del centro de la ciudad de Pekín hay a la venta colgantes hechos con dientes de oso y lobo, accesorios para el cabello hechos de escamas de pangolín y en media docena de puestos, supuestos colmillos y garras de tigre decorados en plata o grabados, o bien en su estado natural.
“Simplemente se puede perforar un agujero a través de la parte inferior de los dientes y usarlo como un collar”, dijo un hombre, que habló bajo condición de anonimato. Estaba vendiendo dos dientes marrones por 1600 yuanes (aproximadamente 250 dólares), que según afirmó eran de tigres de Bangladesh. “Te mantendrá a salvo”, dijo.
En otro puesto, una mujer joven vendía lo que anunciaba como garras de tigre hasta por 65 dólares, dependiendo de su tamaño. “Usa una cuerda negra, átala, cuélgatela como un collar”, decía. (Ella también se negó a dar su nombre). Estas cosas, explicó, representan el vigor y la fuerza del tigre. “Al usarlos te protegerá y te mantendrá a salvo”. Debido a que los tigres están en peligro crítico, todos esos artículos son ilegales, pero la mujer dijo que los compradores que viven fuera de China pueden guardarlos en una caja y afirmar que contienen artesanías.
En la actualidad, gran parte del comercio de productos de vida silvestre se realiza en línea. En Taobao, un sitio chino de compras en línea que es una subsidiaria de Alibaba, encontré collares de dientes de león en oferta. Uno se vendía por 126 dólares.
En ninguna otra época el rey de las bestias de África ha estado tan amenazado. Los conservacionistas están pidiendo una aplicación más enérgica de la ley para hacer frente al comercio ilegal de sus partes y están presionando para que se prohíba el comercio legal. “Los leones están en problemas”, dice Nowell. “Existe el temor de que este problema comercial se intensifique y se salga de control, como sucedió con el tigre”, concluye.
Alexandra Fisher es una periodista independiente que cubre noticias e historias de actualidad en el este de África. Puede seguirla en Twitter.
Wildlife Watch es un proyecto de investigación de National Geographic Society y National Geographic Partners que se enfoca en la delincuencia y la explotación de la vida silvestre.