Las sorprendentes reacciones de los animales a los eclipses solares
Se han observado cambios en el comportamiento de jirafas, arañas e incluso ballenas cuando el cielo se oscurece durante la fase de totalidad.
Según los biólogos y los cazadores de eclipses más experimentados, los humanos no son los únicos que reaccionan a estos increíbles cambios en el cielo.
Durante un eclipse total, el cielo se oscurece hasta llegar a niveles del crepúsculo y la temperatura del aire baja. Durante siglos, la gente que ha presenciado estos efectos también ha notado los cambios en la conducta de algunos animales como respuesta.
El día se convierte en noche
Los testimonios de reacciones animales inusuales se remontan a siglos atrás. Una de las primeras historias es la de un monje italiano, Ristoro d'Arezzo, quien describió lo que había ocurrido durante un eclipse total el 3 de junio de 1239.
A medida que el Sol desaparecía y el cielo se oscurecía, "todos los animales y pájaros estaban aterrorizados; y las bestias salvajes podían atraparse fácilmente", escribió.
Durante un eclipse visto en Portugal el 21 de agosto de 1560, el astrónomo Cristoph Clavius escribió que, durante la fase de totalidad, "las estrellas aparecieron en el cielo y (algo maravilloso de contemplar) los pájaros cayeron del cielo hacia el suelo aterrorizados por una oscuridad tan espantosa".
Aunque es difícil confirmar anécdotas tan pintorescas de la historia, los astrónomos modernos y los cazadores de eclipses han descrito cómo los animales salvajes y domésticos reaccionaban de forma evidente a los eclipses:
Las vacas lecheras regresan a los establos, los grillos empiezan a cantar, las aves o bien se posan o bien se vuelven más activas y las ballenas saltan en el mar.
El cazador de eclipses veterano Peter den Hartog viajó a Hungría en 1999 para ver la fase de totalidad y recuerda ver varias especies de aves y murciélagos aparecer de repente durante la totalidad.
"[Si fue debido a] la intensidad de la luz o a las moscas y los mosquitos que salieron... de eso no estoy seguro, pero definitivamente he visto más actividad durante los eclipses", explica Hartog.
El cazador de eclipses y autor Dave Balch se encontraba en Kona, en Hawái, durante el eclipse total de 1991 y se dio cuenta de la actividad nerviosa de las aves en torno a un muelle durante las fases parciales antes y después de la totalidad.
"¡Apenas podíamos escucharnos los unos a los otros! Luego llegó a totalidad: ni un solo ruido. Reinaba un silencio de ultratumba. La diferencia entre los niveles de ruido antes de y durante la totalidad era increíble".
La cazadora de eclipses Tora Greve estaba en una expedición en Zambia en 2001 cuando se dio cuenta de que, a medida que desaparecía el Sol, las ranas empezaron a hacer ruido y las aves rapaces dejaron de volar en círculo, probablemente debido al cambio en la temperatura del aire.
Alrededor del abrevadero donde ella estaba, según nos cuenta, las jirafas "empezaron a correr durante toda la fase de totalidad. Cuando volvió el sol, pararon y empezaron a comer hojas de los árboles de nuevo".
Una app para documentarlo
Sin embargo, recopilar datos científicos relevantes sobre reacciones de animales ante eclipses solares totales no es tarea fácil. Las trayectorias de los eclipses están dispersas por el mundo y muchos son solo visibles desde regiones remotas. Eso hace que sea difícil obtener poco más de unos cuantos datos durante cada eclipse.
"Si realmente quieres estudiar la conducta animal de forma completa, tienes que pasar mucho tiempo sobre el terreno, observando, y tener protocolos rigurosos", explica la ecologista Rebecca Johnson de la Academia de Ciencias de California.
"Si eres un ecologista de la conducta animal, ponerte a estudiar los efectos de los eclipses solares puede ser algo casi imposible".
Para mejorar el registro científico, Johnson ha ayudado a crear el proyecto Life Responds, que funciona mediante una aplicación para teléfonos móviles llamada iNaturalist. Su equipo de biólogos y astrónomos usó la app para recopilar datos de las millones de personas que presenciaron el eclipse solar del 21 de agosto de 2017.