Con tiempos y gustos cambiantes, la industria de la bilis de oso desaparece de Vietnam
Una vez considerada una medicina esencial, la bilis de los osos cautivos ha sido extraída por los agricultores durante décadas. Ahora, las granjas se están cerrando y la mayoría de los consumidores están abandonando el uso de la sustancia.
A medida que se van cerrando las granjas de bilis de oso en Vietnam, muchos consumidores del producto para su uso en la medicina tradicional se muestran “indiferentes” a mantener el suministro del producto, según un nuevo estudio.
Con el cierre de granjas de bilis de oso en Vietnam, los consumidores se muestran “indiferentes” a mantener el suministro de la sustancia en la medicina tradicional, según un nuevo estudio publicado en la revista Conservation and Society.
La extracción de la bilis de las vesículas biliares de los osos salvajes era una práctica tradicional en Vietnam. La práctica de criar osos negros asiáticos (también llamados tibetanos) y osos malayos (también llamados osos del sol), ambos considerados vulnerables a la extinción, comenzó en la década de 1990 para satisfacer la creciente demanda de bilis. Utilizada para tratar dolencias como resfriados y hematomas, la bilis de oso contiene ácido ursodesoxicólico, cuya eficacia para ayudar a disolver los cálculos biliares y para tratar la enfermedad hepática ha sido clínicamente probada
Según Animals Asia, organización sin ánimo de lucro, las granjas de bilis de oso, el abandono, las enfermedades, los espacios pequeños y las condiciones inhumanas son comunes. La bilis se drena a través de catéteres o agujas que se insertan en la vesícula biliar de los animales, un procedimiento doloroso que a veces se repite a diario. Los propios consumidores se arriesgan a ingerir la bilis contaminada de osos enfermos.
En 2005, Vietnam prohibió la venta y extracción de bilis de oso, y desde entonces el gobierno ha anunciado su intención de cerrar las granjas de osos para 2025. A pesar de la prohibición, a los productores se les permitió conservar sus osos siempre que tuvieran microchips y estuvieran registrados antes de 2005. Una década y media después de la entrada en vigor de la prohibición, más de 300 osos siguen siendo de propiedad privada en más de un centenar de granjas. Más de 150 de los animales se mantienen en Hanoi, capital de Vietnam.
Algunos granjeros matan de hambre o sacrifican a sus osos porque sus cuidados son demasiado caros, según el grupo de bienestar animal Free the Bears. Otros mantienen sus osos y continúan abasteciendo el mercado ilegal de bilis, dice Barbara van Genne, jefa de rescate y defensa de vida silvestre en la organización internacional sin ánimo de lucro Four Paws. En el pasado, la falta de inspección por parte del Departamento de Protección Forestal de Vietnam ha permitido que la bilis de oso siga estando disponible para la venta, afirma van Genne. Los granjeros también pueden apegarse a sus osos.
El Departamento de Protección Forestal no ha respondido a las solicitudes de comentarios.
La bilis cultivada es cada vez más escasa en Vietnam. Los funcionarios del gobierno han revisado las granjas en busca de osos no registrados, la reducción de la demanda ha bajado el precio de la bilis extraída allí, y muchos osos en estas granjas han muerto por negligencia o mala salud.
En otros países, como Myanmar, Laos y Corea del Sur también se crían o cazan ilegalmente a los osos por su bilis. China es, de lejos, el mercado legal más grande, abastecido por miles de osos de granja, según Animals Asia. En marzo de 2020, el gobierno chino promovió el uso de una inyección que contenía bilis de oso como tratamiento para casos graves de COVID-19 (el gobierno chino no respondió a las solicitudes de comentarios el año pasado).
Encuesta a los consumidores vietnamitas
Los autores del nuevo estudio entrevistaron a más de 2.400 participantes en siete regiones de Vietnam. Alrededor del 31 por ciento afirmó haber consumido bilis de oso durante su vida. Los usos informados más comunes han sido para hematomas, dolor en las articulaciones, dolores de estómago y problemas posparto. También el alcohol de bilis de oso a veces se bebe socialmente. Menos del uno por ciento de los usuarios —solo 22 personas— declararon haber consumido bilis de oso salvaje durante el año anterior.
La baja tasa de uso está fuertemente correlacionada con la falta de interés, dice Brian Crudge, coautor del estudio, ecólogo y director regional de Free the Bears. Cuando se les preguntó qué harían después del cierre de las granjas de osos de Vietnam, muchos participantes parecían indiferentes: “no volveré a usar bilis de oso” y “de todas formas no uso mucha bilis” fueron algunas de las respuestas de los encuestados. Esta tendencia es consistente con los recientes cierres de granjas en todo el país. Según Four Paws, 34 de las 58 provincias han anunciado que no tienen granjas de osos.
Cuando se les preguntó a los encuestados qué harían después del cierre de las granjas de bilis de oso, algunos respondieron: “no volveré a usar más bilis de oso” y “de todas formas no uso mucha bilis”.
Crudge se preguntó qué harían los consumidores “cuando no hubiera más bilis de oso de granja disponible”. Le preocupaba que la gente recurriera a la bilis de los osos negros asiáticos o los osos malayos salvajes, provocando un aumento de la caza furtiva. Aparentemente, esto no sucedió, y una razón fue la drástica reducción de las poblaciones silvestres debido a la pérdida de hábitat y la caza furtiva en las últimas décadas, y porque la demanda de bilis parece estar disminuyendo.
La bilis de oso salvaje se ha convertido en “un nicho de mercado cada vez más estrecho”. Solo los participantes de la provincia central de Nghe An informaron haberla usado en el último año. La disminución de la popularidad de la bilis de oso salvaje fue una sorpresa, afirma Crudge, ya que los consumidores vietnamitas han mostrado una fuerte preferenciapor ella en el pasado.
Alternativas sintéticas y naturales
Muchos encuestados dijeron que creían en la eficacia de la bilis de oso, pero también indicaron una “fuerte preferencia” por la bilis sintética, que se ha producido desde la década de 1950.
“Teniendo en cuenta el tiempo que estos osos han sufrido en las granjas de bilis, su uso podría haber terminado hace mucho tiempo, especialmente dado el desinterés de la gente hacia la sustancia”, señala Crudge. “Es una razón menos para tener osos en las granjas, pues la gente está dispuesta a utilizar alternativas”.
Durante más de una década, Tuan Bendixsen, director de Animals Asia en Vietnam, ha liderado una campaña para promover tratamientos a base de hierbas en lugar de bilis de oso. Bendixsen, que no participó en el nuevo estudio, revela que fue bastante reconfortante saber que el 15,7 por ciento de los encuestados informó haber usado una alternativa vegetalllamada cỏ mậtgấu, o “planta de bilis de oso”, para el tratamiento de contusiones e inflamaciones. Animals Asia fue informada de este sustitutivo por la Asociación de Medicina Tradicional de Vietnam, que se había comprometido a que sus médicos dejarían de recetar bilis de oso en 2020.
El equipo de Bendixsen ha compilado y publicado un libro que presenta alternativas a la bilis de oso (que incluyen canela, cardo Cirsium japonicum y ruibarbo) para tratar dolencias como el resfriado, la gripe y el dolor de articulaciones. Se pusieron en marcha clínicas de salud gratuitas y se plantaron jardines de hierbas.
El estudio realizado por el equipo de Crudge “nos animó al indicar que vamos por el buen camino”, afirma. “Nuestro trabajo está comenzando a dar sus frutos”.
Dados los resultados en Vietnam, donde la bilis de oso “anteriormente se consideraba un remedio casero esencial”, dice Crudge, el potencial para reducir la demanda de bilis debe considerarse en otros países. ¿Estaría la gente en China dispuesta a aceptar sustitutos? “Creo que hay posibilidades de ampliar la investigación para averiguarlo”, añade.
Wildlife Watch es un proyecto de investigación periodística entre National Geographic Society y National Geographic Partners que se enfoca en delitos y explotaciones contra la fauna y flora silvestre.