Los bichos de luz están desapareciendo: 5 acciones para protegerlos

Los expertos ofrecen consejos sobre cómo conservar a las queridas luciérnagas. Crear un microhábitat y mantener las luces apagadas, son algunas de las medidas que puedes aplicar en casa.

Por Amy McKeever
Publicado 6 jun 2023, 08:25 GMT-3
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Una luciérnaga se aferra a una brizna de hierba en Washington D.C. Estos insectos bioluminiscentes se enfrentan a un número creciente de amenazas, desde la pérdida de sus hábitats hasta el aumento exponencial de la contaminación lumínica.

Fotografía de TAYLOR KENNEDY SITKA PRODUCTIONS, Nat Geo Image Collection

Pocas imágenes despiertan tanta nostalgia como el parpadeo nocturno de las luciérnagas.

Pero estos queridos insectos bioluminiscentes están en problemas. Sus poblaciones disminuyen en todo el mundo a medida que se acumulan las amenazas. En Estados Unidos, 18 especies se enfrentan a la extinción, y los expertos afirman que las especies de todo el mundo también están en peligro.

"¿Quieres vivir en un mundo en el que tus nietos no puedan disfrutar de esta experiencia?", reflexiona Sara Lewis, copresidenta del Grupo de Especialistas en Luciérnagas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)

Quizá no tengas que hacerlo. Esto es lo que puedes hacer para que las luciérnagas sigan iluminando nuestros patios durante generaciones.

(Relacionado: Las mariposas monarca son ahora una especie en peligro de extinción)

1. Crea un hábitat para las luciérnagas

La mayor amenaza a la que se enfrentan las luciérnagas hoy en día es la pérdida de sus hábitats. Pero con unas 2000 especies diferentes de luciérnagas, hay una gran variedad de entornos en los que prosperan (incluidos humedales, bosques e incluso parques urbanos), razón por la cual algunas especies están más amenazadas que otras.

En cualquier hábitat, Lewis reconoce que hay que empezar por pensar en su ciclo vital. Aunque la gente suele ver a las luciérnagas adultas, estos insectos pasan por cuatro fases de metamorfosis: huevos, larvas, pupas y adultos. En la mayoría de estas fases, las luciérnagas viven bajo tierra o en suelos húmedos, donde pueden alimentarse de lombrices, su comida favorita.

Puedes recrear esas condiciones en tu jardín dejando restos de madera y hojarasca en los bordes de tu propiedad.

"Es un buen microhábitat para las crías de luciérnaga", dice Lewis.

También puedes plantar arbustos y árboles autóctonos y dejar que la hierba crezca mucho, todo lo cual ayudará al suelo a retener la humedad que tanto gusta a las luciérnagas.

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Las luciérnagas parpadean en una noche de verano en Tennessee, ofreciendo un hermoso espectáculo de luces para seducir a sus posibles parejas. Para lograrlo, las luciérnagas deben ser capaces de ver esos destellos, lo que resulta cada vez más difícil porque las luces de las ciudades y los suburbios las eclipsan.

Fotografía de David Liittschwager Nat Geo Image Collection

2. Apaga las luces

El mismo brillo que hace tan notables a las luciérnagas también las hace especialmente vulnerables al aumento de la contaminación lumínica.

Los destellos de luz son una parte importante del ritual de apareamiento de las luciérnagas. Cada noche, cuando el sol se oculta, los machos revolotean y parpadean para mostrar su interés. Si una hembra cercana está interesada, vuelve a parpadear desde su percha en el suelo, y los machos bajan volando a buscarla.

"Todo eso tiene que ocurrir para que sobreviva la siguiente generación", explica Becky Nichols, entomóloga del Parque Nacional de las Grandes Montañas Humeantes, hogar de una especie especialmente deslumbrante llamada luciérnagas sincrónicas.

Las luces de la ciudad y los suburbios hacen que esas señales sean mucho más difíciles de ver. Un estudio reciente demostró que el exceso de luz por la noche (por tenue que sea) reduce la cantidad de parpadeos entre los machos, así como la tasa de respuesta de las hembras.

"Es como cortar una línea telefónica. Acaba con el romanticismo", ejemplifica Lewis. 

Afortunadamente, hay algunas soluciones. Puedes instalar sensores de movimiento, temporizadores o reguladores de intensidad en las luces del exterior de tu casa, cerrar las cortinas por la noche para evitar que la luz se filtre por la ventana... y apagar las luces por completo siempre que sea posible. Las cubiertas apantalladas para farolas y luces exteriores también ayudan. Para más consejos, puedes consultar la guía de iluminación respetuosa con las luciérnagas de la Sociedad Xerces.

¿Y las luces de colores? Aunque durante mucho tiempo se ha considerado que la luz roja era buena para las luciérnagas, Lewis afirma que esa opinión está cambiando. Siempre que sea posible, la oscuridad es la respuesta.

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    Izquierda: Arriba:

    Larvas de luciérnaga brillan desde su hogar en un termitero en el Parque Nacional de Emas, Goias, Brasil. Estos insectos suelen pasar la mayor parte de su vida desarrollándose bajo tierra o en suelos húmedos, donde están expuestos a todo tipo de riesgos, desde los pesticidas hasta el pisoteo.

    Fotografía de Edson Vandeira Nat Geo Image Collection
    Derecha: Abajo:

    Una especie de luciérnaga bioluminiscente, Photuris quadrifulgens, fotografiada en el río Holston, Tennessee. Los expertos dicen que hay medidas sencillas que puedes tomar para asegurarte de que tu propio jardín tiene las condiciones de suelo que las luciérnagas necesitan para sobrevivir.

    Fotografía de David Liittschwager Nat Geo Image Collection

    3. Deja de usar pesticidas

    Rociar el jardín con pesticidas e insecticidas también supone una amenaza existencial para las luciérnagas, que al fin y al cabo son insectos.

    Lewis señala que la mayoría de los pesticidas comercializados para jardineros domésticos son productos químicos de amplio espectro que matan las larvas de luciérnaga con la misma rapidez con que matan hormigas, avispas y otros insectos menos queridos.

    La comunidad científica está investigando alternativas a los pesticidas químicos que podrían dirigirse a especies específicas, como los mosquitos, dejando indemnes a otros insectos.

    (Relacionado: Los insectos están desapareciendo ¿Qué podemos hacer para salvarlos?)

    4. Hacer un buen turismo de luciérnagas

    Las luciérnagas son tan encantadoras que se han convertido en la principal atracción turística de todo el mundo, desde las Grandes Montañas Humeantes (EE.UU.) hasta Nanacamilpa (México) y el Parque Forestal de Daan (Taiwán). La investigación ha demostrado que esto puede ser un arma de doble filo, ya que fomenta el aprecio por las luciérnagas al tiempo que altera sus ciclos vitales y hábitats.

    Cuando visites los hábitats de las luciérnagas, observa por dónde caminas para evitar pisar a los adultos que se aparean o a sus larvas en desarrollo. Si un lugar de observación de luciérnagas ha instalado pasarelas elevadas para protegerlas, no te alejes de ellas.

    Es posible que estos destinos te permitan llevar una linterna para encontrar el lugar perfecto para ver luciérnagas. Si lo haces, asegúrate de cubrirla con un filtro rojo oscuro, pero Lewis señala que es mejor llegar pronto, cuando todavía hay luz, para no necesitar linterna.

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    Una larga exposición muestra a las luciérnagas iluminando el suelo del bosque en la zona de Pitrufquen, Temuco, Chile. Las atracciones turísticas de luciérnagas han surgido en lugares de todo el mundo donde los insectos son especialmente prolíficos para que la gente pueda presenciar su belleza de primera mano.

    Fotografía de Cristobal Saavedra Escobar Reuters, Redux

    5 Involúcrate en la conservación de las luciérnagas

    Hay muchas otras formas de ayudar a las luciérnagas más allá de su jardín: desde apoyar a una organización nacional de conservación como Xerces Society hasta colaborar con su comunidad para crear un santuario de luciérnagas. Para inspirarse, Lewis menciona un santuario de luciérnagas y un sendero construido en 0.2 kilómetros cuadrados de terreno en New Canaan, Connecticut (Estados Unidos).

    Si vives en una región de Norteamérica que alberga especies amenazadas de luciérnagas, también puedes contribuir a un proyecto de ciencia ciudadana. A finales de marzo, la Sociedad Xerces y el Grupo de Especialistas en Luciérnagas de la UICN lanzaron el Atlas de las Luciérnagas para seguir y conocer mejor la vida de las 13 especies más amenazadas.

    Lewis sostiene que el grupo de la UICN está trabajando para evaluar el estado de conservación de las luciérnagas en otras partes del mundo, más allá de EE.UU. y Canadá. Pero añade que ya sabemos lo suficiente sobre las amenazas medioambientales a las que se enfrentan las especies más amenazadas, y proteger a las luciérnagas de estas amenazas puede beneficiar a todo el ecosistema del que dependen.

    "Cada una de esas especies tiene un nicho particular en el que encaja", afirma. "He aquí un increíble portal a lo milagroso que merece la pena proteger".

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