Samburu: el único lugar en el mundo donde los leones viven solos
En los ásperos desiertos del norte de Kenia, las manadas no existen. Los leones han desarrollado otro estilo de vida para sobrevivir.
Recibió el nombre de Magilani, "la astuta”, porque para poder vivir sola en los ásperos desiertos del norte de Kenia, esta leona debía de ser muy inteligente.
No solo pudo sobrevivir, sino que, además, la felina tuvo crías y cuidó de ellas muy bien, al tiempo que compartía la tierra pacíficamente con el pueblo Samburu, una tribu de pastores seminómadas.
“No dejaba de preguntarme, ¿cómo hizo esta leona para sobrevivir sola? Es sorprendente", afirma Shivani Bhalla, fundadora y directora ejecutiva de Ewaso Lions, una organización que promueve la convivencia entre los humanos y las especies silvestres que viven a lo largo del río Ewaso.
Cuando Bhalla se mudó a la región de Samburu en 2002, “esperaba ver grandes manadas de leones. Y mi padre me llevó a un safari en la reserva nacional Masai Mara”, comenta.
Sin embargo, los habitantes de la región le contaron que hay una población de unos 50 leones que viven solos, y constituyen la primera población solitaria que recibe una descripción científica.
“Todos siguen considerando que los leones son el único gato social, pero aquí ya vemos que no son muy sociales", afirma Bhalla, cuya investigación fue publicada en su tesis doctoral.
En otras palabras, vivir en manada no es justamente lo más común para los leones.
Según Meredith Palmer, investigadora postdoctoral de la Princeton University, que estudia las interacciones entre los leones y sus presas, sostiene que los hallazgos de Bhalla coinciden con las investigaciones que demuestran que los leones son "sorprendentemente flexibles”.
Palmer señala que esa capacidad de adaptarse a los paisajes humanos será crucial para el futuro de la especie: el león africano ha desaparecido del 94 por ciento de su área de distribución histórica, en gran parte debido a la fragmentación del hábitat, la pérdida de especies de presas y el conflicto con los humanos. Se cree que solo quedan unos 20.000 ejemplares en la naturaleza.
Palmer agrega que “especialmente en África Oriental, si los leones quieren sobrevivir, tendrán que aprender a vivir con los seres humanos”. Tener una vida solitaria es algo que puede ayudarlos.
El respeto
Además de Magilani, quien probablemente murió en 2011, Bhalla ha seguido a otras dos leonas, Nadala y Naramat. Su área de investigación se extiende unos 3.000 km cuadrados de hábitat de leones en las Reservas Nacionales de Samburu, Buffalo Springs y Shaba, así como cinco sitios de conservación comunitarios, a partir de los cuales la población local obtiene beneficios por proteger la vida silvestre, como el ecoturismo.
Naramat, quien crió tres camadas de cachorros en esta área de estudio, ahora vive a unos 105 km al sur, en otra comunidad de conservación, donde se encuentra criando un nuevo grupo de crías.
Al rastrear los movimientos de Naramat a lo largo de los años, Bhalla y sus colegas han aprendido que ella conoce bien su hábitat, sabe abandonar rápidamente las zonas en las que se siente insegura y cómo desplazarse por asentamientos humanos y áreas protegidas.
Bhalla explica que las mamás de Samburu también son muy ingeniosas. Por ejemplo, en las manadas de leones, las hembras dejan a sus cachorros con "niñeras", pero estas se llevan a los pequeños felinos a todas partes, incluso cuando van a cazar. De hecho, Magilani le enseñó a su cachorro de tres meses a luchar contra un pequeño antílope, una hazaña "notable".
Tampoco es común ver muchos machos juntos. También son cazadores solitarios, muy activos; los machos y las hembras se suelen juntar únicamente para aparearse.
"Si traes un león de Masai Mara a Samburu, no sobrevivirá ni un día. Están sobrealimentados y son muy malcriados", agrega, riendo.
"Hay que respetar mucho a los leones de Samburu".
Dinámica de la familia
Palmer sostiene que la mayoría de la gente piensa que la manada define lo que es ser un león, pero eso se debe a que los primeros estudios a largo plazo se llevaron a cabo en África Oriental, es decir, en la Reserva Nacional de Masai Mara y en el Parque Nacional del Serengeti.
En estas sabanas donde abundan las presas, la vida es buena, tan buena que los territorios son muy importantes. Al vivir en grupos, los leones machos pueden defender mejor sus territorios contra los machos que invaden para arrebatarles su pedacito de tierra, y la estructura grupal sólida también protege a los cachorros, según una investigación realizada por el University of Minnesota Lion Center, donde Palmer completó su doctorado.
Esta investigación también ha encontrado un "gran grado de flexibilidad en el comportamiento del león bajo condiciones ambientales y sociales extremadamente diferentes”, explica Palmer.
Por ejemplo, las manadas más pequeñas tienden a ocupar grandes territorios en las llanuras más áridas de África Oriental, donde tienen que cubrir más terreno para encontrar comida. Las manadas más grandes defienden territorios más pequeños, pero de mayor calidad, en torno a fuentes de agua valiosas, y donde hay muchas presas.
De hecho, existen muchas razones para no formar grupos en absoluto, y la mayoría de las especies de grandes felinos del mundo ya se han dado cuenta de esto. Por un lado, no tienen que compartir comida, especialmente si no hay en demasía, como es el caso en el árido Samburu.
También sería difícil para una manda de leones mantener un territorio definido en un conjunto de tierras comunitarias y áreas protegidas; por eso que los grandes felinos deciden andar solos.
Obviamente, su estilo de vida solitario funciona, agrega Bhalla: "Algunos leones de Samburu sobreviven hasta los 16 años, lo cual es sorprendente considerando el paisaje hostil". En comparación, una hembra Serengeti puede vivir hasta los 19 años.
Una situación en la que todos ganan
Bhalla sostiene que muchas personas de Samburu protegen a los grandes felinos que viven entre ellos: han dado a Naramat el apodo "la cuidadora" debido a sus llamativos rasgos maternales.
Este aprecio les da a estos leones mayores posibilidades de supervivencia.
"Cuanto más conocen las personas a los leones y más se ocupan de ponerles nombres, más autoridad tendrán sobre ellos", afirma la investigadora. En 2018, murieron dos leones en conflictos con personas en la región, en comparación con las cinco muertes que ocurrieron en 2017.
Palmer expresa que el éxito de los leones de Samburu es un buen augurio para las poblaciones de África Oriental y Sudáfrica, donde los depredadores están siendo expulsados de los parques y llevados hacia tierras ocupadas por humanos.
"Si los leones pueden vivir en la comunidad y la comunidad puede vivir con los leones, entonces tenemos una situación en la que todos ganan", sostiene Palmer.