No te pierdas el raro tránsito de Mercurio
Hoy, 11 de noviembre, el planeta más interior del sistema solar pasará frente al disco solar en un fenómeno que no se repetirá hasta dentro de 13 años.
Hoy, 11 de noviembre, los astrónomos y aficionados de gran parte del hemisferio occidental se preparan para un raro espectáculo celestial: observar el paso del planeta Mercurio frente al Sol. Este fenómeno se denomina tránsito de Mercurio y es la última vez que podremos presenciarlo hasta 2032.
Durante un tránsito, Mercurio pasa entre la Tierra y el Sol y se convierte en una silueta pequeña y redonda dibujada sobre el resplandor amarillo del disco solar. La observación segura siempre es fundamental: nunca mires al Sol directamente sin la protección adecuada o correrás el peligro de sufrir lesiones oculares.
Es improbable que puedas ver mucho a simple vista durante un tránsito; desde la Tierra, el punto negro de Mercurio tendrá solo 1/160 de la anchura del disco solar, así que para observar el tránsito necesitarás ayudas visuales de gran potencia con filtros solares. Si careces del equipo adecuado, busca «fiestas» de observación públicas celebradas por clubes de astronomía, museos, planetarios y universidades en muchos países.
Este año, Mercurio tardará unas cinco horas y media en completar el trayecto y el primer contacto con el disco se producirá a las 12:35 UTC (13:35 en hora peninsular española). El planeta alcanzará la mitad del tránsito a las 15:20 UTC (16:20 en hora peninsular española) y el fenómeno finalizará a las 18:04 UTC (19:04 en hora peninsular española).
Si el tiempo lo permite, los mejores asientos para el espectáculo se encontrarán en lugares donde todo el tránsito ocurrirá en horas diurnas. Esto incluye la costa este de Norteamérica, Sudamérica, Europa occidental y el extremo occidental de África. Para los habitantes de la costa oeste de las Américas, el tránsito ya estará produciéndose al amanecer, mientras que los observadores de la mayor parte de África, Europa oriental y la mayor parte de Asia verán el tránsito con la puesta de sol.
Gotas oscuras
Como orbitan más cerca del Sol que la Tierra, Mercurio y Venus son los únicos planetas que pueden hacer tránsitos solares desde nuestra perspectiva. Con su órbita veloz de 88 días, Mercurio pasa entre la Tierra y el Sol cada cuatro meses aproximadamente. Pero la órbita del planeta está inclinada respecto al plano de la órbita terrestre, así que la mayoría de las veces este mundo diminuto pasa por encima o por debajo del disco solar desde nuestra línea de visión.
Esta configuración orbital se traduce en que los tránsitos de Mercurio ocurren solo 13 o 14 veces cada siglo y el fenómeno más reciente tuvo lugar en 2016. Los tránsitos de Venus son aún más raros y ocurren una vez cada siglo, de media. El último tránsito de Venus ocurrió en 2012 y no veremos otro hasta 2117.
Ningún terrícola volverá a presenciar un tránsito de Mercurio hasta noviembre de 2032. Los norteamericanos atravesarán un dique seco más largo, ya que tendrán que esperar hasta 2049 para el siguiente tránsito de Mercurio visible desde esa parte del planeta.
Un fenómeno interesante durante el tránsito es el denominado efecto de la gota negra, una ilusión óptica que se produce cuando el planeta empieza a entrar o a salir del disco solar. Cuando el borde de Mercurio toque el borde solar por primera vez, parecerá que el planeta se queda unido al disco solar durante unos segundos, por lo que la silueta tendrá aspecto de gota. Esta extraña aparición se produce justo cuando Mercurio queda envuelto por el disco solar.
Observar el movimiento del planeta frente al Sol también ofrece la oportunidad de presenciar un método crucial que usan los astrónomos para encontrar planetas más allá de nuestro sistema solar. La misión Kepler de la NASA, ya finalizada, logró identificar y confirmar 2662 exoplanetas en la galaxia empleando tránsitos como el que observaremos de cerca hoy, 11 de noviembre.
En muchos casos, nuestra línea de visión está alineada de forma que los telescopios de la Tierra puedan detectar pequeños descensos en la luz estelar conforme un exoplaneta transita su estrella. A partir de estos datos, los astrónomos pueden calcular el tamaño, la órbita e incluso algunas propiedades físicas de estos mundos extraterrestres.
Pese a las nubes, la ubicación o la falta de instrumental apropiado, el tránsito podrá disfrutarse en todo el mundo con transmisiones web en directo. Virtual Telescope promete cubrirlo desde telescopios terrestres, mientras que el satélite de observación solar SDO de la NASA ofrecerá una perspectiva asombrosa del tránsito con su propia retransmisión en directo desde el espacio.