Aleja a los mosquitos con estos 7 sencillos consejos respaldados por la ciencia
Lo último sobre los mosquitos: repelentes, equipo y estrategias de prevención en casa y durante los viajes.
Pies cubiertos de mosquitos en North Slope de Alaska. Algunas personas son verdaderos imanes para estos insectos, pero los expertos dicen que hay algunas medidas respaldadas por la ciencia que puedes tomar para mantenerlos a raya.
El verano está oficialmente en pleno apogeo en el hemisferio sur, y es hora de enfrentarse a todo lo que viene con la temporada, incluidos los mosquitos hambrientos.
Con su característico zumbido, son uno de los inconvenientes más temidos del calor. Las picaduras suelen ser una verdadera molestia, pero estos famosos insectos pueden ser portadores de enfermedades mortales, como el paludismo, el zika o el dengue. En ocasiones, las picaduras también pueden provocar síntomas más graves, como inflamación, urticaria o náuseas.
Para empeorar las cosas, algunas especies de mosquitos se están desplazando a nuevos territorios como consecuencia del cambio climático y otras actividades humanas, lo que hace más importante ser consciente de las interacciones con estos insectos.
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Afortunadamente, los investigadores han hecho grandes avances en la comprensión de lo que atrae a ciertas especies de mosquitos a los seres humanos, y la mejor manera de repelerlos. He aquí algunos consejos prácticos para evitar las picaduras, tanto en casa como de viaje.
1. Conoce a los mosquitos
Para limitar las picaduras, conviene conocer un poco a este insecto hematófago y saber por qué algunos de ellos buscan a los humanos.
“Hay unas 3500 especies de mosquitos, pero solo unas pocas suponen un problema importante para los humanos”, escribe en un correo electrónico Dina Fonseca, profesora y ecóloga molecular de la Universidad de Rutgers que estudia las garrapatas y los mosquitos.
“Las distintas especies de mosquitos tienen preferencias diferentes por grupos como mamíferos, reptiles y aves”. Algunos incluso se alimentan de la sangre de las sanguijuelas, añade.
Los mosquitos que evolucionaron para alimentarse de humanos pueden sentir nuestro calor corporal y el dióxido de carbono que exhalamos, y seleccionar a sus huéspedes preferidos basándose en el olor corporal.
Si eres una de esas personas a las que estos insectos siempre tienen en el punto de mira, no estás loco: algunos humanos huelen mejor para los mosquitos que otros. Merece la pena tomar precauciones adicionales si crees que tienes la distinción especial de ser el plato favorito de estos pequeños zancudos.
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2. Utiliza los repelentes adecuados
En cuanto a repelentes cutáneos, nada mejor que los productos que contienen una sustancia química llamada DEET (N-dietil-meta-toluamida). El DEET repele multitud de insectos, como mosquitos, garrapatas, pulgas y sanguijuelas.
“El DEET sigue siendo el estándar de oro porque cubre la mayor parte de los receptores de olor, haciendo que el mosquito quede 'ciego al olor', y además sus efectos son duraderos”, dice Fonseca. La duración de la protección depende de la concentración de DEET en el repelente, esta información figura en la etiqueta del producto.
El DEET es seguro para niños y adultos, siempre que se aplique siguiendo las instrucciones del producto. No inhales ni ingieras nunca productos con DEET, ya que esta sustancia química puede ser mortal si se ingiere. En raras ocasiones se han producido reacciones cutáneas, como erupciones o picores, tras el uso de productos con DEET. Si se produce una reacción, hay que ”dejar de usar el producto, lavar la piel afectada y llamar al centro toxicológico local o a un médico para pedir ayuda”, según las directrices de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos.
Otros repelentes comunes, como el aceite de eucalipto limón o la citronela, también pueden ser eficaces. Sin embargo, cada repelente interactuará con tu olor corporal de forma diferente, así que vale la pena experimentar un poco con los productos para encontrar el que mejor te funcione.
3. Evita los horarios de mayor actividad del insecto
La exposición a los mosquitos depende de la hora del día y de la estación, por lo que conviene saber cuándo están más activas las especies de tu región poniéndote en contacto con el programa local de control u organismo especializado.
“Suelen estar activos al anochecer y al amanecer, aunque esto varía según la especie y la zona donde vivas, por lo que evitar estar al aire libre durante estos periodos ayudará a reducir las picaduras”, señala Silvie Huijben, profesora asociada de la Universidad Estatal de Arizona especializada en la biología evolutiva de los mosquitos y sus patógenos.
4. Usa ropa de colores claros
Tu vestuario también puede reducir el número de picaduras. La ropa blanca o de tonos claros, como los caquis, puede ayudar a ahuyentar a los bichos, sobre todo si te cubres la mayor parte posible de la piel.
Por otra parte, los mosquitos se sienten más atraídos por los colores oscuros, como el negro, el azul marino o el rojo, que por los tonos claros. Los científicos han propuesto muchas razones para esta preferencia; los mosquitos podrían asociar estos colores con sus entornos preferidos, oscuros y sombríos, y el rojo, en particular, es el color que sus ojos perciben en todos los tonos de la piel humana.
5. Coloca un mosquitero
Los mosquiteros también son una parte esencial de las herramientas para evitar los mosquitos. Aquellos que están tratados con insecticidas resisten varios lavados, dice Fonseca, al igual que la ropa tratada con repelente. Coloca una mosquitera alrededor de la tienda si vas de acampada, así como en puertas y ventanas para mantener a los insectos fuera de casa.
6. Defiende tu territorio de los mosquitos
No basta con proteger tu cuerpo de los bichos; también tienes que evitar, en primer lugar, que se multipliquen cerca de ti. Cualquier tipo de agua estancada puede crear un boom de población de mosquitos, por lo que debes evitar dejar que el agua repose durante largos periodos en tu patio o jardín.
“Los criaderos habituales de mosquitos en los patios son las bandejas de macetas, los cubos o barriles de lluvia con agua, los juguetes que recogen agua de lluvia o de riego, los neumáticos de coche desechados y las piscinas para perros o niños”, dice Huijben. Pero estos pequeños insectos pueden reproducirse en cualquier sitio, ¡incluso se han encontrado en tazas de váter desechadas!
“A veces no es posible eliminar estas fuentes de agua”, reconoce. “En esos casos, puedes protegerlas con mosquiteras, cubrirlas o, si es necesario, añadir un control biológico de larvas”, sugiere.
Para animar a la gente a aprender más sobre estos factores ambientales, Huijben creó un juego interactivo llamado Epic Mosquito Quest que incorpora consejos sobre el control de mosquitos en el vecindario.
7. Viaja con prudencia
Antes de salir de vacaciones, consulta en las fuentes sanitarias locales, como la sección de Salud del Viajero del sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, donde encontrarás consejos específicos para evitar las picaduras y las enfermedades transmitidas por insectos.
Cuando regreses de tu viaje, debes extremar las precauciones para evitar el contacto con los mosquitos. En caso de que contraigas una enfermedad infecciosa en el extranjero, aunque no presentes síntomas, los mosquitos de tu zona podrían contagiarla si te pican.
Los CDC también recomiendan que “si tienes síntomas después de viajar, como fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, y erupción cutánea, acudas inmediatamente a tu proveedor de atención sanitaria y compartas tu historial de viaje”.
Sean cuales sean tus planes para los próximos meses, asegúrate de incorporar una estrategia para reducir el contacto con los mosquitos. Estos insectos son abundantes y muy adaptables, pero con el enfoque adecuado puedes permanecer libre de picaduras, o al menos con picaduras leves, esta temporada.