3 asteroides peligrosos para la Tierra
La Vía Láctea sobre el volcán Teide en la isla de Tenerife, España.
Los asteroides golpean la Tierra casi todos los días. Pero la mayoría son tan pequeños que pasan desapercibidos al quemarse al entrar en la atmósfera. Otros, sin embargo, pueden ser gigantescos y causar daños inmensos, como el que borró a los dinosaurios del planeta.
Pero, por suerte para la humanidad, la mayoría de ellos viajan en órbitas alrededor del Sol y muy lejos de la Tierra. Aun así, algunos entran en el radar de los astrónomos, como los Asteroides Potencialmente Peligrosos (PHA), que, según la agencia espacial estadounidense NASA, se definen en función de parámetros que miden el potencial del asteroide para alcanzar distancias amenazadoras para la Tierra.
¿Cómo medir la peligrosidad de un asteroide?
Según la NASA, un asteroide se considera potencialmente peligroso cuando tiene más de 150 metros de diámetro y puede acercarse a menos de 0.05 unidades astronómicas (UA) de la Tierra, lo que equivale aproximadamente a 7 millones 480 mil kilómetros (km).
Una vez considerados potencialmente peligrosos, los asteroides también se clasifican según el riesgo de impacto que presentan. Para ello, los astrónomos utilizan dos escalas.
La primera, según la NASA, es la Escala de Palermo, que prioriza el riesgo de los objetos cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés) en función de la fecha potencial de impacto, la energía que chocaría contra el planeta y la probabilidad de impacto. Los valores inferiores a -2 en la Escala de Palermo reflejan sucesos sin consecuencias probables, los comprendidos entre -2 y 0 indican situaciones que justifican una vigilancia cuidadosa, y los valores positivos suelen indicar situaciones que justifican cierto nivel de preocupación.
Otro método es la Escala de Torino, adoptada por la Unión Astronómica Internacional en 1999. Según la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés), esta escala va de 0 a 10, está codificada por colores asociados y está destinada principalmente a facilitar la comunicación pública del seguimiento del peligro de impacto de asteroides.
La escala capta la probabilidad y las consecuencias de un posible impacto, pero no tiene en cuenta el tiempo restante hasta la posible colisión. Cuanto más alarmantes sean los acontecimientos, mayor será el valor en la Escala de Torino.
A partir de estas evaluaciones, algunos cuerpos celestes llaman la atención y se incluyen en la Lista de Riesgo de la ESA para ser vigilados más de cerca. Conoce algunos de ellos.
Una vista del asteroide Bennu, el cuerpo más pequeño jamás orbitado por una nave espacial.
Asteroide en San Valentín 2046
Los expertos de la ESA predicen que un gran asteroide podría chocar con la Tierra el día de San Valentín de 2046. El cuerpo celeste, conocido como 2023 DW, tiene unos 50 metros de ancho y la longitud de una piscina olímpica, según las estimaciones de la agencia europea.
El asteroide fue descubierto el 26 de febrero de 2023 y está previsto que alcance la Tierra el 14 de febrero, día en que se celebra San Valentín. Sin embargo, según la ESA, el asteroide aún no representa una amenaza importante. En la escala de Torino, el evento se clasificó en el nivel 1, en el que se prevé un paso cercano a la Tierra, pero que no representa un peligro inusual.
En cuanto a la probabilidad actual estimada de impacto, la Nasa la clasifica en "1 probabilidad de impacto entre 560". En otras palabras, solo hay un 0.18% de posibilidades de chocar contra la Tierra. Para la ESA, la probabilidad de colisión es de 1 entre 607.
Se vigilará un asteroide de más de un kilómetro de diámetro
Investigadores de la Universidad de Colorado en Boulder (EE.UU.) y de la NASA han completado un censo de cientos de grandes asteroides que orbitan cerca de la Tierra, evaluando cuáles de ellos podrían acercarse peligrosamente en los próximos mil años. Los investigadores han identificado al menos 20 asteroides de interés.
Según los resultados del censo, publicados en la revista científica The Astronomical Journal, la mayoría de los asteroides parecen mantener una distancia segura de la Tierra, pero algunos eran menos predecibles. Uno en concreto parece que se solapará bastante con la órbita de la Tierra en los próximos siglos y, según los investigadores responsables, merece la pena seguirlo de cerca.
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Entre ellos se encuentra el asteroide 7482 (1994 PC1). Este cuerpo rocoso fue avistado por primera vez en 1974, mide poco más de un kilómetro de largo y viaja a una velocidad de 76 192 km/h por el espacio exterior. Según el seguimiento de la ESA, el asteroide pasó a menos de 2 millones de km de la Tierra en enero de 2022 y no volverá a acercarse al menos hasta 2105.
El asteroide más peligroso de la última década
Las primeras observaciones de los científicos de la ESA que detectaron un asteroide llamado "2022 AE1" mostraban la posibilidad de un impacto contra la Tierra previsto para el 4 de julio de 2023. En el momento en que fue observado, en enero de 2022, el asteroide tenía un nivel de amenaza superior al de cualquier otro cuerpo celeste observado en los últimos 10 años.
Según la ESA, el asteroide 2022 AE1 es un cuerpo celeste de unos 70 metros de diámetro, un tamaño cercano al que causó el evento de Tunguska, que fue el mayor impacto de un asteroide jamás registrado en la Tierra. Se estrelló en un bosque poco poblado de Siberia (Rusia), sobre el río Podkamennaya Tunguska. La colisión, que se produjo en 1908, liberó energía suficiente para matar animales y derribar miles de árboles en un área de 2150 kilómetros cuadrados.
Cuando los astrónomos de la ESA se enteraron de la existencia del asteroide, éste recibió la calificación más alta en la escala de Palermo en más de una década, alcanzando -0,66. Esto lo situó el primero en la Lista de Peligros de la ESA.
Sin embargo, a medida que pasan los días, la probabilidad de impacto de 2022 AE1 disminuye drásticamente, llegando casi a cero. Con ello, la ESA ha retirado el asteroide de la Lista de Riesgo y, según los cálculos del equipo de seguimiento, ha determinado que el asteroide pasará junto a la Tierra en julio de 2023 a una distancia segura de unos diez millones de kilómetros, más de 20 veces la distancia entre la Tierra y la Luna.