Polo Sur de la Luna: 5 datos sobre el lugar donde India realizó su alunizaje
India se posiciona como el primer país en la historia en aterrizar un módulo lunar en la región más fría y oscura de la Luna. ¿Cómo se desarrolla el clima allí y qué clase de estudios se pueden realizar entre la oscuridad de los cráteres lunares?
Lanzador LVM3-M4 que puso en órbita la misión Chandrayaan-3 en la Luna.
“India: llegué a mi destino. ¡Y ustedes también!”, fue el mensaje que envió este miércoles 23 de agosto de 2023 el módulo lunar Chandrayaan-3 a la Agencia India de Investigación Espacial (ISRO, por sus siglas en inglés), organismo espacial del país asiático con sede en Bangalore. La misión de ISRO fue la primera en la historia en aterrizar en las cercanías del polo sur de la Luna, una región llena de misterios.
Según indica la agencia estadounidense NASA, para explorar el suelo lunar, Chandrayaan-3 cuenta con un rover (vehículo de exploración espacial diseñado para moverse sobre la superficie de un planeta) que llevará a cabo análisis químicos dentro de la superficie lunar durante el curso de su movilidad.
Entre los destinos que depara al vehículo, las extremas condiciones del polo sur de la Luna lo convierten en un lugar desafiante. No obstante, y tal como expresó NASA, las características únicas de la región son “prometedoras para descubrimientos científicos sin precedentes en el espacio profundo que podrían ayudarnos a comprender más sobre nuestro lugar en el universo y aventurarnos más en el sistema solar”.
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1. Las escalofriantes temperaturas del polo sur en la Luna
La región polar de la Luna se ubica hacia el centro de su superficie más lejana. Según la NASA comprende los 80° a 90° grados hacia el sur y abarca un total de 1250 kilómetros. Allí, las temperaturas cuando el Sol se asoma por el horizonte y permanece durante los períodos de luz pueden alcanzar los 54 °C.
Mientras que algunos cráteres y montañas lunares proyectan oscuras sombras sobre el suelo, creando abismos que incluso nunca han visto la luz del Sol. De tal modo que sus sombras pueden experimentar temperaturas tan bajas como -203 °C, según indica la NASA. Estos cambios drásticos de luz, sombra y temperatura pueden dificultar saber cómo se ve el suelo desde un vehículo que cumple una misión en ese lugar.
2. Una cuenca del tamaño de Texas
El polo lunar es de suma importancia para los científicos espaciales porque allí aguardan un sinfín de volátiles polares lunares. Según la NASA, los volátiles son elementos químicos o compuestos en estado sólido que se funden o vaporizan a temperaturas moderadamente cálidas.
Un cubo de hielo, por ejemplo, es un compuesto químico volátil. Está compuesto por dos partes de hidrógeno y una parte de oxígeno, comienza a derretirse cuando se expone a temperaturas superiores a 0°C, mientras que en su punto de ebullición comienza a vaporizarse.
Las regiones permanentemente sombreadas cerca de los polos actúan como trampas para una serie de volátiles, cada uno de los cuales se funde y vaporiza a diferentes temperaturas. En el caso de los macizos de la cuenca Aitken del Polo Sur (SPA, en inglés), una estructura de impacto que cubre un total de 2500 kilómetros, contiene derretimiento de impacto que permitirá a los científicos determinar sin ambigüedades la edad de esta enorme cuenca. Es la cuenca más grande y antigua del satélite terrestre, indica NASA, donde podría caber todo el Estado de Texas dentro.
3. Agua en la Luna, aunque en estado sólido
El astronauta Harrison Schmitt camina hacia el vehículo lunar durante la misión Apolo 17 en diciembre de 1972, la última vez que el hombre pisó la Luna.
La visita del módulo Chandrayaan-3 al polo sur de la Luna podría arrojar nuevas pistas sobre uno de los interrogantes más espectaculares acerca de la presencia de agua en la Luna. NASA explica que los cráteres permanentemente en sombra pueden albergar depósitos de hielo y otros compuestos volátiles que podrían servir como un recurso tremendamente valioso para futuros exploradores.
Además, los depósitos volátiles podrían contener un registro invaluable de la composición del agua que se remonta al comienzo de nuestro sistema solar, un conjunto de datos incomparable para las investigaciones de astrobiología acerca de los orígenes de la vida en la Tierra.
4. El polo lunar podría explicar cómo nació la Luna
Una de las teorías más controversiales acerca del nacimiento de la Luna supone que una Tierra muy joven chocó con otro planeta del tamaño de Marte y arrojó pegotes de los dos cuerpos al espacio. Luego, fragmentos capturados y moldeados por el campo gravitatorio de la Tierra dieron por origen a lo que hoy se conoce como el único satélite natural del planeta, explica la NASA. Los profundos núcleos del polo lunar pueden contener registros de 4500 millones de años hacia atrás de historia, dando así testimonio acerca de cómo se formó y cuál es su relación con la Tierra.
5. Químicos volátiles ¿nuevos recursos naturales?
Según las estimaciones de la agencia espacial norteamericana para con la misión Artemis en el territorio lunar, las muestras de núcleos y volátiles que se recolectarán con precisión humana y toma de decisiones en tiempo real ampliarán significativamente el catálogo de datos de misiones robóticas que rastrean la abundancia y distribución de volátiles en el polo sur de la Luna.
Incluso, informa la NASA, este conocimiento podría tener un profundo impacto en el futuro de la exploración y el comercio del espacio profundo, lo que llevaría a la extracción de recursos lunares para reducir la cantidad de suministros como oxígeno e hidrógeno. Estos últimos, considerados como claves para el sustento de la vida e insumos para la fabricación de combustible en cohetes enviados desde la Tierra.