Así es cómo los eclipses solares impactan en la atmósfera superior de la Tierra (y en la vida cotidiana), según la NASA
En esta fotografía tomada en octubre de 1984 desde el transbordador espacial, se observan las distintas capas de aerosol que rodean el planeta Tierra. Como explica la NASA, el rojo brillante es la atmósfera, la superposición entre el rojo y el azul es la estratosfera, y la capa azul es la ionosfera.
Los eclipses solares se producen cuando el Sol, la Luna y la Tierra se alinean total o parcialmente, haciendo que se proyecte sobre el planeta una sombra que bloquea la luz solar en algunas zonas, define la NASA. Cuando este tipo de fenómenos ocurre, los científicos aprovechan para estudiar, entre otras cosas, cómo impactan sobre la atmósfera superior de la Tierra.
Según indica la agencia espacial estadounidense, son varias las maneras en que los eclipses impactan en la estructura y la dinámica de la ionosfera, la atmósfera superior de la Tierra: generando cambios de temperatura y provocando cambios de ionización que resultan en inconvenientes en las ondas de radio y los sistemas de navegación, por ejemplo. He aquí la explicación científica.
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Los eclipses solares provocan cambios de temperatura en la ionosfera
Cuando el Sol queda “oculto” tras la Luna durante un eclipse, la radiación solar disminuye, provocando un enfriamiento de la atmósfera superior. Esto puede afectar a la estructura de temperatura de la ionosfera, y provocar potencialmente cambios en las densidades y altitudes ionosféricas, explica la NASA.
Los cambios de ionización de la atmósfera superior durante un eclipse
Además de disminuir la temperatura, una menor radiación solar sobre la ionosfera provoca una disminución de la ionización (proceso en el que un átomo o molécula se carga cuando gana o pierde electrones). “Esta disminución de la ionización puede provocar un descenso temporal de la densidad de electrones en la ionosfera”, detalla el organismo científico.
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En la imagen, un radiotelescopio utilizado para estudiar la ionosfera se alza en un campo de nieve, Alaska. Según la NASA, la disminución de la densidad de electrones en la ionosfera ocurrida durante un eclipse solar puede afectar a la propagación de las ondas de radio.
Los eclipses solares pueden afectar las radiocomunicaciones
Los factores anteriores, es decir, el enfriamiento y la reducción de la ionización durante un eclipse, pueden provocar una disminución de la densidad de electrones en la ionosfera, explica la agencia espacial. En palabras simples, esto “puede afectar a la propagación de las ondas de radio, en particular en el rango de alta frecuencia, que dependen de la reflexión ionosférica para la comunicación a larga distancia”.
Asimismo, los cambios repentinos en las condiciones ionosféricas durante un eclipse pueden desencadenar la formación de anomalías ionosféricas (como agujeros o agotamientos ionosféricos) que pueden perturbar las señales de radio y los sistemas de navegación GPS, subraya la NASA.
Dado que las condiciones ionosféricas alteradas pueden perjudicar la forma en que las ondas de radio se propagan a través de la ionosfera, en la Tierra esto puede causar desvanecimiento de la señal, absorción y refracción, afectando a los sistemas de comunicación de onda corta y por satélite.
La NASA aclara que, si bien estos efectos pueden ser notables, son temporales y generalmente ocurren únicamente en la región que experimenta el eclipse. Por lo tanto, “la ionosfera suele volver a su estado normal una vez finalizado el eclipse y los niveles de radiación solar vuelven a la normalidad”.