Es oficial: confirman que la tumba de Tutankamón no alberga cámaras secretas
El tercer escaneo con radar realizado en la tumba del faraón revela de manera concluyente que no quedan otros misterios ocultos inmediatamente detrás de sus paredes.
Los recientes escaneos con radar que se realizaron en la tumba de Tutankamón probaron de forma concluyente que no hay otras cámaras ni pasadizos detrás de las paredes de la cámara funeraria del famoso faraón en el Valle de los Reyes, según anunciaron hoy funcionarios egipcios.
Hoy se emitió una declaración en nombre de Mostafa Waziri, secretario general del Supreme Council of Antiquities (Consejo Supremo de Antigüedades), durante la cuarta Conferencia Internacional sobre Tutankamón del GEM, realizada en el Grand Egyptian Museum (Gran Museo Egipcio, GEM) en Guiza.
Con este anuncio, concluye con decepción una investigación que empezó hace tres años, cuando el egiptólogo y becario de National Geographic, Nicholas Reeves, expuso la teoría de que la tumba de la legendaria reina de la dinastía XVIII, Nefertiti, podría haber estado oculta tras las paredes de la tumba de 3300 años de Tutankamón.
Para comprobar la teoría de Reeves, se realizaron dos pruebas mediante el uso de un radar de penetración terrestre (ground-penetrating radar, GPR) para buscar cámaras o pasadizos ocultos, pero estas arrojaron resultados contradictorios.
La tercera y más reciente investigación con radar, realizada a principios de este año con el apoyo de National Geographic Society, constituye una misión científica conjunta coordinada por Franco Porcelli, de la Polytechnic University of Turin (Universidad Politécnica de Turín). Se considera la búsqueda más exhaustiva hasta el momento.
El informe científico que Porcelli presentó el sábado a Waziri y Khaled El Enany, ministro de antigüedades de Egipto, finaliza con la siguiente declaración: “Concluimos, con un alto nivel de confianza, que los datos obtenidos mediante GPR no respaldan las hipótesis relativas a la existencia de cámaras secretas adyacentes [a] la tumba de Tutankamón”.
Ver lo que está oculto
El radar de penetración terrestre, una técnica de detección remota usada con frecuencia en la búsqueda de gas, petróleo y otros minerales, es una herramienta cada vez más valiosa para los arqueólogos. Les permite detectar espacios huecos creados por el hombre en la tierra, como tumbas y pasadizos, sin tener que alterar de forma innecesaria sitios antiguos frágiles.
En 2015, el especialista en radares, Hirokatsu Watanabe, realizó un escaneo mediante GPR de la tumba de Tutankamón y anunció sorprendentes resultados: evidencia de entradas ocultas en las paredes norte y oeste de la cámara funeraria.
No obstante, un segundo escaneo con radar en la tumba que realizaron los ingenieros de National Geographic Society en 2016 no arrojó los mismos resultados que los de Watanabe.
Tras un polémico debate sobre la discrepancia entre los resultados de los dos escaneos en la Conferencia Internacional sobre Tutankamón del GEM de 2016, el ministro El Enany encargó que se llevara a cabo un análisis mediante radar exhaustivo para determinar cuál de ellos estaba en lo cierto.
Sin dejar cabos sueltos
El informe presentado ante los funcionarios egipcios incluye los resultados de tres nuevos escaneos mediante GPR que, en febrero de 2018, llevaron a cabo tres equipos independientes y en los que se usó una frecuencia diferente: alta, media y baja. El radar de alta frecuencia puede proporcionar resultados detallados a distancias máximas de, aproximadamente, dos metros; las frecuencias más bajas penetran más profundamente, pero ofrecen resultados menos definidos.
Los equipos de investigación, de la Polytechnic University of Turin, Italia, en asociación con la University of Turin (Universidad de Turín), y dos empresas privadas, Geostudi Astier y 3DGeoimaging, trabajaron durante siete días y recopilaron datos equivalentes al escaneo de una superficie de 2,5 kilómetros.
Después de que cada especialista interpretara de forma individual los datos arrojados por el radar, se reunieron para hacer una comprobación cruzada de los resultados.
“Se determinó que no hay evidencia de puertas ni espacios vacíos hasta cuatro metros [13 pies] detrás de la cámara funeraria”, indicó Porcelli en diálogo con National Geographic.
“Es una decepción, pero así es. En nuestra opinión, se trata de un resultado concluyente”, añade Porcelli.
Señales fantasma en la tumba de Tutankamón
Porcelli sospecha que las anteriores anomalías que el radar detectó en la cámara funeraria del faraón, y que generaron entusiasmo ante la posibilidad de que detrás de sus paredes yaciera la tumba de Nefertiti, podrían tratarse de “señales fantasma”, falsos reflejos del radar que se originaron frente a las paredes, no detrás de ellas.
En condiciones normales, la antena de un GPR envía ondas de radar directamente a través de una pared, que rebotan y regresan directamente al receptor, lo que proporciona una señal muy clara.
No obstante, al parecer en algunos puntos de la tumba de Tutankamón, las ondas de radar no penetraron las paredes, sino que viajaron a lo largo de las superficies de las paredes antes de regresar al receptor.
¿La causa? Los investigadores sospechan que el elaborado yeso pintado que recubre la piedra caliza de la tumba podría tener propiedades que conducen la electricidad.
“La roca podría tener propiedades que ocasionan este fenómeno”, explica Porcelli.
Los investigadores sospechan que las demás señales fantasma pueden provenir del enorme sarcófago de cuarcita del faraón, que ocupa gran parte de la cámara funeraria central.
Prueba de concepto
Si bien los resultados de este último escaneo con radar no respaldan la teoría inicial de la “tumba oculta de Nefertiti” que dio pie al inicio de esta investigación, Porcelli cree que el proyecto demuestra que el GPR puede brindar respuestas concluyentes. Esto es de especial importancia, ya que muchos miembros de la comunidad arqueológica de Egipto todavía observan la tecnología con escepticismo, a pesar de su trayectoria comprobada en sitios antiguos de todo el mundo.
“Podría resultar más eficaz y menos destructivo que la arqueología tradicional”, agrega Porcelli.
Fredik Hiebert, arqueólogo residente de National Geographic, está de acuerdo.
“Este es el primer proyecto concluyente mediante GPR en el Valle de los Reyes”, afirma Hiebert. “Sirve para comprobar la técnica y constituye una prueba de concepto del excelente trabajo que se puede realizar en Egipto”, añade.
Y concluye: “Los resultados quizá no son los esperados, pero la ciencia es lo que importa”.