¿Cómo se creó el Imperio Romano de Occidente?
En el apogeo del Imperio Romano, la extensión de sus dominios era tal que la administración se dividía en dos.
Un mapa del siglo XV realizado por un sacerdote florentino es el primer mapa conocido de Constantinopla.
Uno de los periodos más importantes de la historia universal (cuya fama todavía resuena en la actualidad), es el Imperio Romano, que duró desde el 27 a.C. hasta el 476 d.C. y comenzó cuando César Augusto (que gobernó del 27 a.C. al 14 d.C.) se convirtió en el primer emperador de Roma, explica la Enciclopedia de Historia Mundial.
Después de César Augusto se sucedieron varios grandes emperadores que ampliaron cada vez más los dominios del Imperio Romano con el paso de los años. Pero el gran crecimiento imperial también trajo retos y consecuencias.
Descubre a continuación cómo se produjo la división administrativa del Imperio Romano Occidental y Oriental.
¿Cómo se dividió el Imperio Romano en Occidental y Oriental?
Durante su apogeo, que comenzó en el año 117 d.C., tenía la mayor estructura política y social jamás vista en una civilización occidental, la cual siguió creciendo durante más de un siglo, reconoce la enciclopedia
Debido a la inmensidad del imperio, su administración se volvió compleja, lo que generó la llamada "crisis del Imperio", que duró desde el 235 d.C. hasta el 284 d.C. Este periodo se denomina así porque Roma se encontraba en una constante guerra interna en la que participaban diversos líderes militares que pretendían hacerse con el control y el poder del Imperio.
Pero en el 285 d.C. el entonces emperador Diocleciano (que gobernó entre el 285 d.C. y el 305 d.C.) decidió dividir la administración imperial, por lo que Roma dejó de ser el centro de todo el gobierno.
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A partir de entonces se establecieron el Imperio Romano de Occidente (con sede en Roma) y el Imperio Romano de Oriente, también denominado Imperio Bizantino, el cual tenía su sede en la ciudad de Constantinopla (antiguamente llamada Bizancio y hoy Estambul, en Turquía).
El Imperio Romano de Occidente comprendía todos los dominios imperiales de la parte occidental y llegó a su fin mucho antes que el de Oriente: finalizó oficialmente el 4 de septiembre del 476 d.C., cuando el emperador Rómulo Augústulo fue depuesto por el rey germánico Odoacro, concluye la Enciclopedia de Historia Mundial.