Cómo los vascos se convirtieron en una comunidad autónoma dentro de España
La historia de lucha del país vasco podría inspirar a otros grupos dentro de España que reclaman su independencia.
Si visitas el país vasco en el norte de España, descubrirás vistas costeras asombrosas, paisajes rocosos y áreas rurales muy tranquilas. También conocerás a los vascos, una comunidad con una historia de orgullo, opresión e incansable lucha.
El grupo étnico vasco proviene de una región del suroeste de Francia y el noroeste de España conocida como la región vasca, o Euskal Herria para los propios vascos. "Euskal" alude a euskara, el idioma vasco, que se diferencia tanto del francés como del español, así como de cualquier otra lengua del mundo. Actualmente, el vasco es el idioma de casi el 28 por ciento de los vascos, y aún se desconoce de dónde provino exactamente, cómo se desarrolló o por qué tiene características tan únicas. Existen al menos seis dialectos de esta lengua, pero la mayoría de los vascos hablan una versión estandarizada que se desarrolló en la década de 1960.
Las investigaciones más recientes indican que los vascos descendieron de un grupo de agricultores del Neolítico y que su genética se desarrolló de forma diferente a la de otras poblaciones europeas por cuestiones de ubicación geográfica, con paisajes que van desde la costa hasta las colinas rocosas de los Pirineos occidentales. Ese terreno, en su mayor parte inhóspito, explica el aislamiento de los descendientes y el posterior curso de la historia vasca. Por ejemplo, cuando los romanos invadieron el área en 196 a. C., los vascos vivían en el norte de España y nunca pudieron ser conquistados por Roma ni por otros grupos que los siguieron.
Cerca del año 824 d. C., el País Vasco era parte del Reino de Navarra, un estado medieval gobernado por una serie de monarcas. En 1515, una gran región de Navarra se unió a la Corona de Castilla para formar parte de lo que se convertiría en la España moderna. Después de un período de relativa independencia, en 1839, el gobierno autónomo vasco fue abolido por el gobierno español en Madrid. Con el tiempo, un movimiento nacionalista vasco cada vez más fuerte comenzó a exigir unidad política y una nación vasca independiente. Durante la Guerra Civil española, Francisco Franco prohibió el idioma vasco, abolió los derechos de los vascos y ordenó la destrucción de la ciudad vasca de Guernica.
Los vascos debieron padecer el régimen franquista. Como consecuencia, en 1959, un grupo de separatistas vascos formó Euskadi Ta Askatasuna (ETA). El grupo llevó a cabo una campaña terrorista que duró décadas y que acabó con la vida de más de 800 personas. La ETA se disolvió en mayo de 2018.
Para entonces, España le había concedido una relativa autonomía económica y política al País Vasco, y reconoció una identidad vasca independiente. (Si bien la Comunidad Autónoma Vasca -que comprende tres provincias vascas-, tiene su propia identidad, no cuenta con una capital real: Vitoria-Gasteiz es su capital de facto, pero la ciudad más grande dentro del País Vasco es Bilbao). Luego de la muerte de Franco en 1975, el idioma euskera resurgió en gran medida, y la mayoría de los vascos hicieron una pausa en su reclamo por una nación totalmente autónoma.
Sin embargo, no ocurrió lo mismo con los catalanes, otro grupo étnico dentro de España. Cuando Cataluña celebró un referéndum de independencia en 2017, España lo declaró ilegal, suspendió la autonomía de la región y encarceló a los líderes del movimiento. En el último tiempo, la crisis llegó a un punto crítico cuando nueve de los líderes fueron condenados a largas penas de prisión, lo que provocó grandes protestas y planteó nuevas preguntas sobre el futuro político de España.
¿Podrían los logros de los vascos ayudar a encontrar una posible solución? Quizá sí, pero costaría muchísimo dinero, escribe la corresponsal de Reuters Sonya Dowsett. Aunque los legisladores han señalado la autonomía vasca como un modelo potencial para la paz en Cataluña, no está claro si la experiencia de los vascos podría servir de guía para los catalanes.