Misteriosos agujeros en el hielo del Ártico desconciertan a los científicos
El 14 de abril pasado, mientras sobrevolaba el este del mar de Beaufort como parte de la Operación IceBridge de la NASA, el científico de la misión John Sonntag fotografió algo que nunca había visto antes: extraños agujeros en el hielo del estilo de cráteres.
Aunque los expertos están de acuerdo en que la banquisa de la fotografía es delgada y probablemente reciente, ya que tiene un color gris (indicativo de que hay poca nieve), lo que creó los agujeros es un misterio. “Nunca había visto algo como eso”, afirmó Nathan Kurtz, científico del proyecto IceBridge.
Ahora, en su décimo año en el Ártico, la Operation IceBridge es una misión aérea llevada a cabo cada año en ambas regiones polares empleando varios instrumentos para medir los cambios en los casquetes glaciares, las plataformas de hielo y las banquisas. Y con el calentamiento global se han producido numerosos cambios en las regiones polares. Este pasado invierno, el Ártico tenía 1,16 millones de kilómetros cuadrados menos de hielo marino del que normalmente tiene en invierno. De hecho, en los últimos cuatro inviernos se ha registrado menos hielo marino que la máxima media invernal entre 1981 y 2010.
Estos extraños agujeros podrían estar vinculados a la región ártica que se está calentando rápidamente, que ha experimentado inusuales condiciones cálidas durante gran parte del invierno. “La banquisa es más móvil ahora y tiene más áreas abiertas que pueden recongelarse”, aseguró Walt Meier, científico del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo. Meier cree que es muy improbable que sea el resultado del impacto de un meteoro, ya que los agujeros están muy cerca.
La explicación más probable son las focas, ya que se sabe que agujerean el hielo para crear respiraderos y a veces se suben al hielo para descansar. “Si esos agujeros tienen menos de 2 metros, entonces las características circundantes podrían ser provocadas por las olas de agua que cubren el hielo cuando las focas salen a la superficie”, dijo.
Otra posibilidad es el afloramiento de una corriente de agua caliente, ya que esta parte de Beaufort tiene poca profundidad. Pero Don Perovich, geofísico de hielo marino del Darmouth College, no cree que ese sea el caso, ya que los efectos serían de mayor envergadura, según dice. Él es partidario de la hipótesis de las focas: “Supongo que la foca se deshizo del hielo para hacer un agujero y así hizo que el hielo alrededor del agujero fuera más grueso”.
“Es una imagen fascinante”, concluyó Perovich.