Osos polares aparecen donde nunca antes habían estado
Los grandes depredadores han estado hurgando en campamentos de científicos en lo alto de la capa de hielo de Groenlandia tierra adentro, donde nunca se los esperaba. ¿Los está empujando el cambio climático?
Ryan Kunz estaba durmiendo en su tienda de campaña en el hielo cuando el oso polar se adentró en el campamento. A 3200 metros de altura, en el medio de la capa de hielo de Groenlandia, a 321 kilómetros de la costa más cercana, la remota estación de investigación científica de los EE. UU. era el último lugar donde cualquiera esperaba ver a uno de estos habitantes del hielo marino.
Sin embargo, aquí estaba, moviéndose pesadamente por la Summit Station (Estación Summit) de la National Science Foundation (Fundación Nacional de Ciencias) o NSF, la operación científica más septentrional y de mayor altitud en el Ártico, donde se llevan a cabo importantes investigaciones meteorológicas y de otro tipo. Kunz, un carpintero de Florida, era uno de aproximadamente media docena de trabajadores que duermen en “Tent City” (ciudad de tiendas de campaña), un conjunto de domos de color naranja sobre la nieve que brillan con la luz del sol durante 24 horas en junio. Eran las 5:13 a. m.
“Me desperté y la gente nos gritaba que había un oso”, recuerda Kunz. “No me parecía lógico que hubiera un oso allí”.
Nunca antes se había visto un oso polar tan arriba en la capa de hielo, y en general se creía que no era posible. Pensando que quizás se trataba de una especie de simulacro, él y los otros residentes de Tent City comenzaron a caminar despreocupadamente hacia Big House (casa grande), un edificio construido con muros rígidos sobre pilotes.
“Llegamos a la vuelta de la esquina y vimos al oso polar a unos 10 o 15 metros de distancia, y se nos venía encima”, cuenta Kunz. “¡Sin dudas aumentamos la velocidad!”.
El contratiempo duró 36 horas. La mayoría de los 31 empleados del lugar se refugiaron en el interior, mientras que varios condujeron maquinaria ruidosa alrededor del lugar para ahuyentar al oso. Algunos intentaron lanzar comida lejos, hacia el hielo, con la intención de alejarlo. El dorado era el alimento favorito del oso, de acuerdo con el consenso general de las personas que lo observaban deambular por la estación: investigó el cobertizo, metió la nariz en las tiendas de campaña e intentó meterse en la basura durante todo el día, la noche y el día siguiente.
El increíble viaje del oso hembra a la cima de la capa de hielo más grande del hemisferio norte el mes pasado [13 y 14 de junio] puede haber establecido un récord para la escalada de un oso polar, según Andrew Derocher, experto en osos polares. Dado que los osos, cuyo hábitat natural es el hielo marino, a veces viajan tierra adentro y cruzan los glaciares, Derocher, profesor de ciencias biológicas de la University of Alberta (Universidad de Alberta) en Canadá y asesor científico de Polar Bears International (Organización Internacional para la Conservación de Osos Polares), comenta: “No puedo imaginar ningún otro lugar en el que un oso haya podido elevarse tan alto”. “Es algo muy extraño, quiero decir que este animal pasa toda su vida en el nivel del mar”.
Pero el cambio climático está diezmando el hábitat del hielo marino de los osos polares en el Ártico, por lo que en la Union for Conservation of Nature Red List (Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) se clasifica como “vulnerable”. Dado que los osos están obligados a aventurarse fuera de sus confines naturales para obtener la comida, al tiempo que los seres humanos cada vez se aventuran más al norte en busca de recursos y recreación, Derocher y otros afirman que es probable que estos encuentros aumenten.
Un trío de incidentes peligrosos
De hecho, esta fue la tercera vez en los últimos tres años que un oso polar ha llegado a una estación científica en el interior de la capa de hielo de Groenlandia. En dos ocasiones anteriores, se había visto un oso en un sitio de extracción de muestras de hielo danés a 2700 metros de altura, y otro osos escasas semanas antes.
Afortunadamente, no hubo personas heridas en ninguno de esos incidentes. Pero, aunque las focas son la dieta normal de los osos, se sabe que en oportunidades han cazado seres humanos. Un tiempo antes este mes, un oso mutiló y acabó con la vida de un hombre que estaba de excursión con sus hijos en el oeste de la Bahía de Hudson (Canadá). Hace dos años, los científicos en una remota isla ártica rusa permanecieron atrapados en su cabaña durante días luego de que una manada de osos polares que se comiera a uno de sus perros.
Un estudio publicado el año pasado analizó los ataques de osos polares a seres humanos informados en el Ártico entre 1870 y 2014, y registró 73 ataques confirmados, con 20 muertes. El estudio concluyó que, si bien los ataques contra los seres humanos eran históricamente poco frecuentes, la mayor cantidad se produjo entre los años 2010 y 2014, un período de un nivel de hielo marino extremadamente bajo en verano, que está disminuyendo rápidamente debido al cambio climático. De acuerdo con el National Snow and Ice Data Center (Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve), la extensión del hielo marino ártico este junio fue la cuarta más baja desde que comenzaron las observaciones por satélite en 1981.
Los osos polares están llegando a las comunidades más a menudo estos días, dice Kristin Laidre, bióloga marina del Polar Science Center (Centro de Ciencia Polar) de la University of Washington (Universidad de Washington) y autoridad en poblaciones de osos polares en Groenlandia. “Está sucediendo en todo el Ártico, y será un problema creciente a medida que sigamos perdiendo hielo marino”, explicó la bióloga.
Aunque es demasiado pronto para decir si las tres visitas recientes de osos polares a lo alto del interior la capa de hielo significan que tales viajes épicos serán más frecuentes, Laidre comenta: “Creo que, a medida que avanzamos hacia este Ártico sin hielo, los osos van a llegar a lugares en los que preferirían no estar”.