Envases plásticos que son una pesadilla para el reciclado

La gran variedad y abundancia de envases de plástico —entre ellos los envases de bisagra con autocierre— supone un dolor de cabeza para la industria del reciclaje.

Por Stephen Leahy
Publicado 31 jul 2019, 17:09 GMT-3
Los envases plásticos, como estos estuches, pueden reciclarse. Pero no significa que esto siempre se haga.
Los envases plásticos, como estos estuches, pueden reciclarse. Pero no significa que esto siempre se haga.
Fotografía de Hannah Whitaker, National Geographic
Este artículo fue creado en colaboración con National Geographic Society.

Las tijeras estaban a la venta a 3 dólares. Suspendidas entre dos películas de plástico grueso, parecían cautivas de por vida. Ingenio, sin ningún tipo de esfuerzo, era lo que necesitaba para liberar a mi excelente ganga de su prisión plástica. Pero corría el riesgo de derramar sangre... mi sangre. Cada año, miles de personas solicitan tratamiento médico por cortes y heridas derivados de intentar abrir estuches plásticos y otros envoltorios similares.

No solo se ha votado que este tipo de estuches plásticos tienen el peor diseño de la historia, sino que también han logrado que se cree la frase “ira por un estuche plástico (wrap rage)” como lo ejemplificó el comediante Larry David al intentar abrir uno. A pesar de todo esto, los productos dentro de los estuches llenan las estanterías de las tiendas y los supermercados.

Las envases de los productos generan más basura plástica que cualquier otra industria. En Europa, representa el 59 por ciento de toda la basura plástica en peso. Los expertos señalan que, en Estados Unidos, en realidad, está cerca del 65 por ciento. El mercado global de presentaciones es una industria de 700 mil millones de dólares al año y está creciendo en un 5,6 por ciento por año. Los plásticos representan un tercio de esto, por lo que las presentaciones son el mercado único más grande para los plásticos de Estados Unidos.

Los estuches, como la mayoría de las presentaciones, son plásticos desechables y, aunque técnicamente pueden reciclarse, muy pocos se reciclan en Estados Unidos. Esto tiene que cambiar rápidamente si los fabricantes y la industria plástica quieren cumplir con sus compromisos para reciclar o recuperar todos los plásticos y aumentar el uso de plástico reciclado en sus presentaciones.

La evolución de los envases de bisagra

A Thomas Jake Lunsford se le atribuye el invento de los estuches, aunque los llamó “Sistema de presentación y visualización separable” cuando registró la patente el 15 de septiembre de 1976. Los estuches parecen ostras, como su denominación en inglés lo indica ("clamshell"), ya que están hechos de dos “caparazones” plásticos idénticos que se ajustan alrededor del producto y se abren hacia un lado. Cuando los lados se aprietan entre sí, los broches se sellan y algunos son más difíciles de abrir que otros.

Lunsford no mencionó el uso de sellado térmico en los bordes para que los estuches fueran imposibles de abrir sin herramientas. Las tijeras, incluso cuando no están atrapadas en estuches, no funcionan bien en plásticos resbaladizos y resistentes. Y, como el cúter, representan un riesgo para las manos. Las tijeras para hojalata funcionan mejor, pero hay una herramienta cuya única función es abrir estuches plásticos.

Hace 10 años, a fin de ayudar a su madre de 90 años a abrir estuches sellados, el dentista retirado Steve Fisher inventó el Zip-it Opener a batería. En una entrevista, Fisher confesó que el producto es muy popular en adultos mayores, gente con artritis y aquellos que tienen poca fuerza en sus manos.

Los estuches plásticos siguen siendo muy populares entre los comerciantes ya que el producto es visible en ambos lados, puede colgarse o exhibirse sin apoyos, y es más difícil de hurtar dado que el paquete es más grande que el producto que lleva dentro. Es mucho más liviano que el cartón o cualquier otra alternativa, lo que ahorra energía en el transporte, es más barato y más duradero. La industria alimentaria representa más del 60 por ciento de todos los estuches plásticos.

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    “Hay una gran variedad de estuches y envases blíster”, menciona Sara Greasley, quien tiene un popular blog sobre presentaciones y trabaja en la industria.

    Los envases blíster son, en general, una clara burbuja de plástico montada sobre una pieza de cartón. Todavía se venden pilas de esta manera. Sin embargo, ambos términos se usan indistintamente por lo que puede ser confuso, señala Greasley. En general, el tipo de estuche utilizado es manejado por los comerciantes, en especial los compradores de grandes volúmenes como los hipermercados, quienes tienen requisitos de presentaciones específicos. Por ejemplo, las presentaciones pueden tener que soportar pruebas de zarandeo, choques y caídas para asegurarse de que no haya daño.

    Reciclable no significa que lo será

    La enorme variedad y cantidad de presentaciones plásticas, entre las que se encuentran los muy difíciles de abrir estuches, resultan ser un gran dolor de cabeza para la industria del reciclado. “Es un gran desafío”, reconoce Steve Alexander, presidente de The Association of Plastic Recyclers (La Asociación de recicladores de plástico).

    “Usualmente, los estuches están hechos con plástico PET, por lo que son altamente reciclables”, señala Alexander.

    Hay una gran demanda de contenidos de PET (Polyethylene terephthalate) reciclable en los nuevos estuches, en especial en aquellos que se utilizan en la industria alimenticia. Sin embargo, no se están reciclando los estuches porque no se recogen, y de recogerse, la mayoría de los existentes centros de recuperación de material no pueden clasificarlos y separarlos de los demás materiales. Y, si pudieran hacerlo, las etiquetas adhesivas y los restos de comidas serían un problema, como lo es el cartón en los paquetes con blíster, afirma.

    Una encuesta realizada por Nielsen en 2018 mostró que los ciudadanos están eligiendo productos que son más sustentables, y vienen en una presentación más apropiada, a un ritmo dos veces mayor que otros productos.

    A partir de agosto, quienes vendan en Amazon tendrán que cumplir con las normas para evitar la generación de basura, entre las que se encuentra la eliminación de los estuches y otros envases plásticos de productos de mediano y gran tamaño, o tendrán que pagar USD 1,99 dólares por paquete, afirmó Kim Houchens, director de presentaciones al cliente de Amazon.

    “Anteriormente, le pagábamos a los vendedores un dólar por cada paquete que fuera rediseñado para el mercado de comercio electrónico”, dijo Houchens en una entrevista.

    En la última década, las iniciativas de Amazon para obtener presentaciones de productos sustentables han hecho que la basura de Amazon se haya reducido en un 16 por ciento; el objetivo general era del 25 por ciento, señala. Con ese fin en mente, la empresa ha desarrollado un sobre de papel acolchado completamente reciclable para remplazar a los omnipresentes sobres amarillos con aire encapsulado (burbujas).

    Reducir, reusar, a gran escala

    Las gigantes multinacionales como PepsiCo, Coca Cola, y Walmart, y 400 otras, han establecido objetivos de reciclaje ambiciosos bajo el Compromiso global para el ahorro de los nuevos plásticos (New Plastics Economy Global Commitment, en inglés), comenzado en 2018 por la fundación Ellen MacArthur. La meta es un ahorro circular del plástico mediante el cual nunca se vuelve basura; las presentaciones son el primer blanco. Para dicho fin, las empresas han acordado aumentar las cantidades de plástico reciclado que utilizan en las presentaciones a un promedio de 25 por ciento para 2015, comparado con el promedio actual global de solo el 2 por ciento. Alexander indica que eso también es un gran desafío.

    “Para alcanzar esos objetivos, necesitamos 3,5 veces más PET de lo que actualmente se recoge y se clasifica”, señala.

    Las botellas plásticas también están hechas con PET y son las principales fuentes de los recicladores. Según un  informe hecho por la empresa de investigación y análisis Wood Mackenzie se necesitará una inversión de, al menos, USD 3 mil millones de dólares solamente en plantas procesadoras durante la próxima década para alcanzar los objetivos de las empresas. Eso no incluye las inversiones adicionales en recolección o mejoras en los centros de recuperación de materiales.

    Alexander se pregunta cómo los recicladores van a lograr obtener el material si solo el 50 por ciento de las casas de Estados Unidos están dentro del programa de “recolección al borde de la acera”. En Estados Unidos, se recicla menos del cinco por ciento de los plásticos. El resto se arroja a los basurales, se quema o se exporta. En 2017, casi mil millones de kilogramos de basura plástica fue enviada a China y Hong Kong, el mismo año que China afirmó que ya no iba a aceptarla.

    Así que, ahora, los cargamentos de Estados Unidos  irán hacia otros países, como Tailandia, India e Indonesia, donde la gran parte de la basura se administra mal. Y, en Estados Unidos, en 2018, se quemó hasta seis veces más plástico de lo que se recicló. Quemar plástico produce CO2 y puede liberar toxinas.

    “En este país, necesitamos un debate radical respecto de cómo solucionar este problema”, afirma Alexander.

    Dejando de lado el tema del reciclaje, la reusabilidad de los estuches es lo que Lunsford, su inventor, afirmaba era su ventaja sobre las otras presentaciones plásticas. Pero, allí en la tienda, tenía un estuche de plástico grueso con sellado térmico, y mis tijeras de USD 3 atrapadas adentro. Eran tijeras resistentes, suficientemente fuertes como para abrir cualquier paquete. Pero, como Larry David hizo, tenía que destruir el paquete para sacarlas, e inutilizar el estuche para una próxima vez. El esfuerzo y el riesgo de liberarlas de su prisión plástica... ¿valía la pena?

    Las puse de nuevo en el estante.

     

    ¿Planeta o plástico?

    Tres cosas que puedes hacer para formar parte de la solución:

    1. Recicla los envases de bisagra y retira todas las pegatinas.

    2. Promueve que tu centro de reciclaje acepte estos envases y otros de este tipo si no lo hacen.

    3. Lleva tus propios recipientes reutilizables a un restaurante para transportar las sobras o pedidos para llevar.

     

    National Geographic está comprometido con la reducción de la contaminación plástica. Aprende qué puedes hacer para reducir tu uso de plásticos desechables y asumir también el compromiso de cuidar el planeta.

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