Fotografías de la cirugía de un trasplante de cara

Aprovechando un soleado día de primavera, Katie y sus padres, Robb y Alesia Stubblefield disfrutan...
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic
Katie se sienta detrás de un árbol en Wade Lagoon en Cleveland, Ohio. En una caminata con sus...
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic
Katie y sus padres dejan Crile Eye Clinic en la Clínica Cleveland, Ohio. La visión de Katie fue...
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic
La madre de Katie, Alesia, la ayuda a prepararse para ir a la cama en su departamento de la Casa de...
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic
Katie abraza a su madre mientras están paradas fuera de la clínica de ojos de la Clínica Cleveland...
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic
En el hotel Tudor Arms en Cleveland, Katie y su padre cantan “Have I Told You Lately That I Love...
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic
Antes de que Katie Stubblefield se sometiera a un trasplante de cara, posó para este retrato....
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic
Al celebrar su cumpleaños número 21, su madre le dice que pida un deseo y apague la velita. La...
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic
La noche previa a la cirugía, Katie, cuya cara dañada fue reconstruida, hace gestos para mostrar...
Fotografía de Lynn Johnson, National Geographic
Papay (derecha) y Raffi Gurunluoglu, otro cirujano, trabajan para remover la cara del donante. La...
Fotografía de Lynn Johnson, National Geographic
Luego de dieciséis horas de operación de trasplante en la Clínica Cleveland en Ohio, los cirujanos...
Fotografía de Lynn Johnson, National Geographic
La familia de Katie mira su nueva cara luego del trasplante. Durante el procedimiento, los...
Fotografía de Lynn Johnson, National Geographic
Alesia abraza la cabeza hinchada y suturada de Katie en la Clínica Cleveland. Luego de la cirugía...
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic
Decididos a ayudar a Katie a vivir una vida lo más normal y preciosa posible, Robb y Alesia pararon...
Fotografía de Maggie Steber, National Geographic