Cómo los hoteles energéticamente autosuficientes pueden contribuir al turismo sostenible
Desde paneles solares hasta ventanas de triple acristalamiento, los desarrolladores están intentando diseñar hoteles que produzcan más energía de la que usan.
Un render muestra cómo el edificio Pirelli en New Haven, Connecticut, una estructura de hormigón de 1970 en estilo brutalista, ha sido reutilizado como un hotel con energía solar. Renombrado como “Marcel”, el edificio está en camino de ser certificado como el primer hotel “” en los EE. UU., lo que significa que produce suficiente energía renovable para hacer funcionar toda su electricidad, refrigeración y calefacción.
El edificio Pirelli, de estilo brutalista, fue votado una vez como la estructura más fea de del estado de Connecticut. Ahora, este enorme edificio de media altura de 1970 ha vuelto a ganar fama, pero por una razón muy distinta: se convirtió en el hotel con mayor eficiencia energética en los Estados Unidos.
El Marcel, llamado así por el célebre arquitecto modernista Marcel Breuer, que lo diseñó, abrirá en mayo sus puertas en la ciudad de New Haven como un hotel totalmente eléctrico que genera su propia energía con una matriz solar en la azotea y marquesinas solares de estacionamiento. Contiene baterías de iones de litio que almacenan la energía creada durante el día para usarla durante la noche.
El arquitecto del siglo XX Marcel Breuer diseñó el edificio Pirelli de New Haven utilizando ideas brutalistas y de la Bauhaus que incluyen geometría estricta y materiales sencillos. Ha sido reinventado como un hotel.
La propiedad de 165 habitaciones ya recibió una certificación de Edificio Pasivo, lo que significa que utiliza un 80% menos de energía que un hotel típico de los Estados Unidos. El Green Building Council (o Consejo de Construcción Verde) de ese país le otorgó al Marcel su calificación de eficiencia más alta, LEED Platinum, lo que lo convierte en uno de los doce hoteles estadounidenses que cuentan con esa designación.
Si el Marcel es tan eficiente energéticamente como afirman sus desarrolladores, la propiedad será el primer hotel catalogado como “edificio energía cero neta” o ZNEB (por sus siglas en inglés), a veces abreviado como “cero neto”. Si bien el cero neto se puede lograr de diferentes maneras, en términos generales significa que un edificio produce suficiente energía renovable para cumplir con sus propios requisitos de consumo de energía anual.
A diferencia de los lujosos hoteles fuera de la red o los resorts con opción de glamping (una conjunción de las palabras glamour y camping), los hoteles cero neto pueden existir a precios más bajos y en ciudades, que tienen códigos de construcción más estrictos que no permiten estructuras fuera de la red. Estar conectados a la red significa que estos hoteles pueden potencialmente agregar energía renovable a las comunidades que los rodean.
La instalación de paneles solares y baterías cuesta más que la construcción convencional. Pero el creciente enfoque climático de la industria del turismo y de viajes significa que vendrán más hoteles cero neto.
“Los hoteles tienen casi los peores resultados en términos de eficiencia energética en comparación con otros edificios”, afirma Bruce Becker, el arquitecto y desarrollador detrás del Marcel. “Pero no es necesario usar combustibles fósiles para tener un hotel exitoso”.
Cómo contribuyen los hoteles al cambio climático
Los hoteles representan alrededor del 1% de las emisiones globales, según reporta la Organización Mundial del Turismo (OMT), un número que se espera que aumente a medida que más personas se unan a la clase media y tengan ingresos disponibles para viajar. Para limitar el calentamiento global a no más de los 2 °C fijados en los Acuerdos Climáticos de París, la industria hotelera debe reducir las emisiones en un 66% para 2030, de acuerdo con un artículo de investigación de la International Tourism Partnership (Consorcio Internacional de Turismo).
Los hoteles usan más energía que las oficinas, el comercio minorista, las viviendas multifamiliares y la fabricación industrial, según un informe del Instituto de Tierras Urbanas de los Estados Unidos, pero los hoteles tienen desafíos diferentes a los de otras propiedades.
Muchos son edificios únicos, lo que significa que los planes para reducir las emisiones deben adaptarse a un sitio singular. Los complejos modelos de propiedad de la industria de la hospitalidad a menudo significan que ninguna parte está a cargo de pensar en prácticas sostenibles. Durante una remodelación o renovación, las preocupaciones sobre la interrupción de la experiencia del huésped a menudo pueden superar la misión de ahorrar energía.
Los edificios cero neto podrían ayudar a la industria hotelera a ir más allá de los esfuerzos del llamado “ecoblanqueo” o ideas a pequeña escala (dispensadores de champú recargables, usar toallas de baño durante más de un día) que no son suficientes para reducir seriamente las emisiones.
El creciente énfasis en combatir el cambio climático en otros sectores está influyendo en la industria hotelera. “Se está impulsando mucho más”, comenta Claire Whitely de la Alianza de Hospitalidad Sostenible. “Hay expectativas tanto de los huéspedes del hotel como de los clientes corporativos”.
Algunas marcas de hoteles han establecido objetivos de cero neto, incluidas Hilton, Marriott y Accor. La Alianza de Hospitalidad Sostenible publicó una guía sobre cómo los propietarios pueden reducir las emisiones al desarrollar propiedades, realizar renovaciones a gran escala o comprar edificios.
Las renovaciones, que normalmente ocurren cada diez años, serán una oportunidad para que casi todos los hoteles reconsideren las emisiones de carbono. “Esos momentos son oportunidades para pensar qué tecnologías se pueden instalar”, añade Whitely.
La pandemia y la escasez en la cadena de suministro han retrasado la construcción y renovación de hoteles, pero Jan Freitag, director nacional de análisis del mercado hotelero de CoStar, una empresa de propiedades comerciales, dice que los desarrolladores están más interesados que nunca en los hoteles cero neto. La guerra en Ucrania, que está agotando los suministros de combustibles fósiles y provocando cuestionamientos al apoyo a los regímenes ricos en petróleo, ha agregado una nueva urgencia a la descarbonización.
“Sabíamos que teníamos que hacer esto”, dice Freitag. “Ahora es imperativo”.
Un hotel más ecológico
En el Marcel, Becker y su equipo se centraron tanto en producir energía como en reducir la energía necesaria para el funcionamiento del hotel. Su estilo brutalista ayudó: con tanto hormigón y ventanas más pequeñas de lo habitual, la estructura evita que el calor y el aire frío se escapen mejor que, digamos, un rascacielos vidriado.
La renovación incluyó ventanas de triple acristalamiento para ayudar a mantener la temperatura y electrodomésticos de bajo consumo para la cocina del restaurante y la lavandería del lugar. Toda la iluminación funciona a través de un sistema de alimentación a través de Ethernet (conocido como POE, por sus siglas en inglés), que proporciona energía de bajo voltaje.
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Una foto de archivo de la década de 1990 muestra la sala de reuniones del edificio Pirelli cuando todavía se usaba como oficina para una empresa de neumáticos.
Marcel Breuer creó una torre para oficinas y un ala de dos pisos para un laboratorio de investigación en el edificio Pirelli. Este diseño de doble uso se ha reconvertido en un hotel, con habitaciones en la torre y un vestíbulo y un restaurante en el ala del laboratorio.
Se precisará un año para medir la producción y el uso de energía del edificio antes de que el Hotel Marcel pueda confirmar que realmente es cero neto. A diferencia de algunas certificaciones que permiten a los hoteles autocertificar sus esfuerzos, la validación de cero neto proviene del New Building Institute, que tomará doce meses de lecturas de los paneles solares y luego se asegurará de que la energía creada coincida o supere las facturas de energía de Marcel.
"Hay un lavado de cara verde en la industria", dice Becker. “Esta forma se presta a una rigurosidad en el proceso de construcción. Hay mil cosas que puede hacer para darle a su edificio un mejor perfil ambiental, pero con estas certificaciones, debe ser sustantivo y no puede pasar por alto nada importante”.
Toda esta cuidadosa planificación hizo que los costos de construcción fueran más altos que los de un hotel convencional, pero Becker dice que los ahorros de energía pagarán esos costos adicionales en unos pocos años.
Buscando sueños más sostenibles
Todavía no hay un recuento firme de cuántos hoteles cero neto existen, pero los viajeros buscan opciones de hotel más ecológicas. Según un informe de 2021 de Booking.com, el 81% de los viajeros encuestados dice que quiere quedarse en un alojamiento sostenible el próximo año, mientras que el 49% dice que no cree que haya suficientes opciones.
Pero hay algunas propiedades más ecológicas, y pronto habrá más todavía. En Viena, Austria, el Boutiquehotel Stadthalle fue renovado para ser cero neto en 2009. Su propietaria, Michaela Reitterer, dice que el momento fue difícil: primero fue a pedir un préstamo a Lehman Brothers, donde le dijeron que no poco antes de disolverse durante la crisis financiera de 2008. Eventualmente encontró a una mujer banquera que entendió su visión y aseguró los fondos para agregar los paneles solares y las bombas de calor eléctricas que proporcionan la energía del hotel.
El Boutiquehotel Stadthalle en Viena, Austria, depende de energía solar y bombas de calor eléctricas. Fue creado mediante la combinación de un edificio de apartamentos del siglo XIX y una nueva estructura construida con los estándares de Casa Pasiva, que busca la máxima efectividad y sostenibilidad energética.
El techo del Boutiquehotel Stadthalle de Viena tiene paneles solares, colmenas y macetas de lavanda.
Muchas propiedades cero neto van más allá del uso de energía libre de combustibles fósiles en sus intentos por ser sostenibles. “Tener un edificio verde no es suficiente”, afirma Reitterer. En el Stadthalle ella sirve comida orgánica en el restaurante, recibe los granos de café del desayuno en un velero y vende bocadillos y bebidas en la recepción del hotel en lugar de hacerlo a través de los minibares en la habitaciones, que son acaparadores de energía ocultos.
Svart, cuya inauguración está prevista para 2024 en Noruega, quiere ser el primer hotel “neto positivo” del mundo poniendo en la red más energía de la que necesita y utilizando menos del 85% de la energía de un hotel convencional. Esto significa tanto usar paneles solares como reciclar el calor generado en su centro de datos.
El llamativo edificio curvo de Svart se adentrará en el fiordo Holandsfjorden y se construirá con una estructura de acero y hormigón, cuya producción requiere menos energía que otros materiales de construcción. Su cocina mantendrá bajo el desperdicio de alimentos con jardines orgánicos y una piscifactoría.
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A pesar del cuidado que se pone en la sostenibilidad de la propiedad, seguirá contando con sutilezas como tratamientos de spa y vistas invernales de la aurora boreal. “Todavía puedes tener lujos y viajar sin sentirte culpable”, dice Ivaylo Lefterov, director de desarrollo del hotel.
Algunas empresas hoteleras están preparando sus edificios para un futuro ligado al cambio climático. Eso incluye ubicar los hoteles más alejados de las costas o las márgenes de los ríos. Aunque a los huéspedes les encantan las propiedades frente al mar, podrían ser cada vez más precarias en el futuro, según Freitag.
“Queremos tener un menor impacto en la naturaleza”, comenta. “Pero la naturaleza también tiene un impacto en nosotros”.
Jackie Snow es una escritora de tecnología y viajes con sede en Los Ángeles. Síguela en Instagram