3 ciudades latinoamericanas que son testimonio de la historia local y debes visitar
Las caras occidentales de Puscanturpa y Cuyoc al atardecer, Lima, Perú.
Latinoamérica es un espacio vasto con numerosos atractivos a lo largo y ancho de su extensión y sus ciudades son un reflejo de la historia y la cultura. Algunas de ellas son tan relevantes, que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) las incorporó a la Lista del Patrimonio Mundial.
National Geographic seleccionó 3 ciudades latinoamericanas incluidas en este listado bajo el criterio iv. Es decir, se trata de sitios reconocidos por ser un ejemplo destacado de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustra una etapa significativa de la historia de la humanidad. Conoce cuáles son y dónde se encuentran:
1. Ciudad histórica de Sucre (Bolivia)
Ubicada en el centro-sur de Bolivia, Sucre es un ejemplo bien conservado del mestizaje arquitectónico de América Latina conseguido por la integración de tradiciones locales y estilos importados de Europa.
La ciudad fue fundada por los españoles en la primera mitad del siglo XVI como Villa de la Plata de la Nueva Toledo en tierras de los yampara, una comunidad local. No obstante, en 1839, cuando fue declarada primera capital de Bolivia, fue rebautizada en honor a Antonio José de Sucre, un líder de la lucha por la Independencia.
La riqueza mineral de la cercana ciudad de Potosí influyó en el desarrollo económico del lugar, lo cual contribuyó a que la Plata se convirtiera en un importante centro cultural.
La ciudad boliviana cuenta con numerosas iglesias bien conservadas de esa época (por ejemplo las de San Lázaro o de San Francisco) que ilustran la mezcla de las tradiciones arquitectónicas locales con los estilos importados de Europa. Los edificios reflejan la mezcla de tradiciones arquitectónicas que incluyen los periodos renacentista, mudéjar, gótico, barroco y neoclásico, entre los siglos XVI y XIX.
Allí también se localiza la Casa de la Libertad, construida en 1621 como parte del Convento de los Jesuitas. El edificio se considera el monumento histórico más importante de Bolivia porque en ese lugar tuvieron lugar los acontecimientos que condujeron a la independencia del país.
2. Centro Histórico de Lima (Perú)
Vista panorámica de la plaza principal de Lima y la iglesia catedral, Lima, Perú.
Conocida como la “Ciudad de los Reyes”, Lima fue fundada en enero de 1535 y fue la capital política, administrativa, religiosa y económica del Virreinato del Perú y la ciudad más importante de los dominios españoles en Sudamérica.
Los monumentos históricos que forman parte del sitio patrimonial (edificios religiosos o públicos como el palacio de Torre Tagle) datan de los siglos XVII y XVIII y son ejemplos típicos del barroco hispanoamericano.
De acuerdo con la Unesco, este Centro Histórico peruano “representa una destacada expresión de un proceso cultural regional, que preserva sus valores arquitectónicos, tecnológicos, tipológicos, estéticos, históricos y urbanos adaptados en términos de disponibilidad de materiales, clima, terremotos y requerimientos de la sociedad”.
3. Barrio histórico de la ciudad de Colonia del Sacramento (Uruguay)
El lugar fue fundado por los portugueses en 1680 a orillas del Río de la Plata. “Su paisaje urbano bien conservado, solemne e íntimo a la vez, constituye un ejemplo de fusión lograda entre el estilo arquitectónico portugués, el español y el postcolonial”.
Según el organismo internacional, el casco histórico de Colonia es el único ejemplo de plan urbanístico que no se ajusta a la rígida cuadrícula en damero (zona urbanizada constituida por cuadros o rectángulos) impuesta por España. En su lugar, esta ciudad tiene un plano libre adaptado a las características topográficas del lugar, aunque fuertemente influido por su función militar.
Colonia del Sacramento se caracteriza por su paisaje urbano, mezcla de grandes arterias y plazas amplias, con calles estrechas y empedradas y espacios más privados.