Cultivar café para un mejor futuro en Zimbabue
Gracias al apoyo de Nespresso, los pequeños caficultores zimbabuenses están recuperando la alguna vez próspera industria cafetalera a la vez que cosechan grandes recompensas.
Por mucho tiempo, Zimbabue fue conocido como “el granero de África” debido a la fertilidad de sus campos y valles, en los que se cultivaban trigo, tabaco y maíz destinados a la exportación dentro y fuera del continente. El café era un cultivo clave, elogiado internacionalmente. Los conocedores del café podían disfrutar del sabor suave y afrutado de las mezclas zimbabuenses en los cafés de moda de Londres, Tokio y Johannesburgo. En décadas recientes, la industria cafetera del país tuvo contratiempos devastadores. Sin embargo, el café de Zimbabue vive un resurgimiento que está cambiando las vidas de pequeños caficultores tenaces.
Desde 2015, la marca suiza de café Nespresso y la ONG internacional TechnoServe están trabajando para revitalizar el sector cafetero en el este de África. Al fungir como comprador de los agricultores locales, Nespresso ayuda a estabilizar el mercado a la vez que financia la labor de TechnoServe, que trabaja directamente en las comunidades capacitando a los agricultores y brindando asesoría sobre las mejores prácticas de cultivo. Cuando ven que es posible alcanzar un mejor nivel de vida, cada vez más agricultores zimbabuenses están comenzando a cultivar café.
Zachariah Mukwinya, un agricultor de la aldea de Chavhanga en el distrito de Mutasa, ha percibido un cambio importante los conocimientos y prácticas de otros agricultores desde que Nespresso implementó el programa Reviving Origins. Ahora los caficultores saben cómo plantar los cafetos y cuánto espacio dejar entre ellos, así como técnicas para podar el exceso de ramas, identificar y clasificar las cerezas maduras, y remojar los granos con agua (para eliminar lo que no sean óptimos) antes de llevarlos al molino. Esto ha tenido como resultado un evidente aumento en la calidad.
“Los agricultores están optando por café en vez de otros cultivos”, afirma Midway Bhunu, director del Programa AAA Sustainable Quality™ de Nespresso, que está a cargo de coordinar su implementación en la región de Honde Valley en Zimbabue. Midway también ayudó a desarrollar el plan de estudios de la academia AAA del programa, la cual imparte clases sobre administración de cultivos dirigidas a los agricultores. La academia también contribuye al empoderamiento de las mujeres, pues hace todo lo posible para que las capacitaciones incluyan el mismo número de hombres y mujeres para que puedan adquirir los mismos conocimientos. Actualmente, la participación de mujeres en los programas AAA de Nespresso es del 47%.
Una de estas mujeres es Jesca Kangai, una agricultora de la aldea de Pangeti en el distrito de Mutasa en las tierras altas orientales de Zimbabue. Jesca ha notado una mejora en la calidad de su café desde que el programa AAA llegó a Zimbabue. “Nespresso nos está enseñando métodos efectivos para el cultivo del café”, comenta. “Desde cómo podar los arbustos para que desarrollen una buena altura, cómo seleccionar las semillas, cómo lavar y clasificar las cerezas, hasta el proceso de molienda para obtener un café de la mejor calidad”. Hoy en día, el programa AAA de Nespresso cuenta con la participación de más de 2,000 agricultores, y la producción del café ha registrado un incremento del 7% y las cosechas de buena calidad han aumentado en un 51%.
La agricultora Jesca Kangai, de 35 años, vive en la aldea de Pangeti, en el distrito de Mutasa en las tierras altas orientales de Zimbabue. Se ha dedicado al cultivo de café por más de 20 años y en la actualidad produce granos galardonados. El programa Reviving Origins de Nespresso ha sido una importante fuente de apoyo para Jesca. Gracias a la formación impartida por el Programa AAA Sustainable Quality™, ha aprendido a gestionar los cafetos adecuadamente y ha observado una mejora notable en la calidad de su café.
Para la familia de Jesca, el cultivo de café ha demostrado ser una actividad próspera y transformadora, pues gracias a ella, su familia ha podido construir un hogar, comprar ganado e incluso matricular a su hijo en la mejor escuela de la comunidad. Con este tipo de apoyo, la industria cafetalera de Zimbabue está volviendo a florecer, lo que se traduce en mejores niveles de vida para cientos de pequeños caficultores.