¿La música podrá salvar a esta lengua del peligro de extinción?
Un movimiento artístico está revitalizando el idioma garífuna en América Central. Conoce cómo pueden ayudar los turistas.
Cantantes, bailarines y bateristas garífunas actúan en Hopkins, un pequeño pueblo en el distrito de Stann Creek de Belice. Los garífunas están usando la música para revivir su lengua, que se encuentra en peligro de extinción. Un nuevo sendero cultural ofrece a los viajeros una forma de experimentar y apoyar el importante movimiento cultural.
Los reconocidos y biodiversos sitios de snorkel y buceo atraen a los aventureros a la Barrera de Coral de Belice, una de las historias de éxito de conservación de América Central. Pero existe otro increíble movimiento de restauración en marcha: la lucha por revivir una lengua en peligro de extinción.
Durante siglos, el pueblo afro-indígena garífuna de América Central mantuvo viva la historia oral de su cultura a través de la lengua materna de sus antepasados. Pero décadas de modernización, la enseñanza desordenada de idiomas nativos en las escuelas garífunas, los matrimonios mixtos entre culturas y la ridiculización de los jóvenes que hablan el idioma, llevaron colectivamente a que los garífunas fueran incluidos en el Atlas de Lenguas en Peligro de extinción de la Unesco en 2001. Hoy en día, los lingüistas estiman que quedan unos 100.000 hablantes.
Hopkins, un pequeño pueblo de pescadores de la costa del distrito de Stann Creek, a menudo se considera el epicentro de la cultura garífuna de Belice.
La amenaza de extinción del lenguaje no es nueva. Algunos especialistas estiman que un idioma muere cada dos semanas, ya que mientras que algunos se convierten en herramientas dominantes para el intercambio social y económico, otros son marginados.
No obstante, existen formas de salvar idiomas que se encuentren en riesgo. Para Liliana Sánchez, lingüista y profesora de la Universidad de Illinois en Chicago (Estados Unidos), la clave es que el lenguaje sea entendido como parte del presente y futuro y no solo bajo el concepto de la preservación.
Esto es exactamente lo que están haciendo los garinagu (pueblo garífuna). Durante las últimas dos décadas, los artistas de esa comunidad han utilizado una piedra angular cultural, la música de baile, para inspirar a los jóvenes garinagu a aprender y compartir su idioma nativo. Ahora, con un nuevo proyecto llamado Sendero de Turismo Garífuna de Belice, los turistas también pueden experimentar y apoyar el renacimiento cultural.
Una cultura orgullosa
Según la historia oral, los garinagu descienden de un grupo de africanos occidentales que sobrevivieron al naufragio de su barco de esclavos en el Mar Caribe, en el siglo XII. Los sobrevivientes nadaron hasta la isla de San Vicente, ahora parte del país caribeño de San Vicente y las Granadinas. Pasaron más de un siglo estableciéndose y casándose con la población indígena caribe-arawak de la isla, creando finalmente la cultura garífuna.
Un bailarín garinagu presenta la jankunu para una multitud en Dangriga, Belice. La actuación satírica es una mezcla de canto, mimetismo y baile.
Durante casi cien años, los garinagu lucharon contra la colonización de San Vicente. Los británicos tomaron la isla a finales del siglo XVIII y exiliaron a los garinagu supervivientes en Honduras. Desde allí, se dispersaron por Nicaragua, Guatemala y Belice, donde, como cultura centrada en la pesca, se asentaron en comunidades costeras.
Alvin Laredo, un guía turístico garífuna de la aldea de Barranco, en el sur de Belice, cuenta que los garinagu modernos necesitan algo más que historias, sino la propia lengua, para comprender la valiente postura de sus antepasados contra la esclavitud. Sin ella, dice, su cultura nunca estará completa. "Si se pierde la lengua, se pierden las raíces", advierte, y agrega: "Desmantelará todo lo que los antepasados han trabajado".
El Garifuna Collective actúa en el Festival de Jazz y Patrimonio de Nueva Orleans en el hipódromo de Fair Grounds en abril de 2016. Durante las performances de jankunu, los hombres usan atuendos coloniales y máscaras blancas para burlarse de sus esclavizadores británicos.
Laredo agrega que gran parte de la historia de los antepasados se transmite no solo por las palabras, sino también por el canto y la danza, como la jankunu. En esta danza satírica, interpretada junto a tambores durante las vacaciones de Navidad y Año Nuevo, los garinagu usan máscaras blancas y trajes coloniales para burlarse de los amos ingleses de esclavitud.
El poder de la música
Los elementos de la cultura garífuna, incluida la música, la danza y el idioma, fueron catalogados como Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad de la Unesco en 2001. Por esa misma época, los músicos garífunas y los activistas culturales planificaron: crear melodías irresistibles, cantadas íntegramente en garífuna, para animar a los jóvenes de esa comunidad a abrazar la cultura y aprender el idioma.
Las performances de Jankunu a menudo se realizan durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. A las mujeres se les permite cantar con el grupo, pero tocar los tambores y bailar es tarea exclusiva de los garífunas masculinos.
O, como dijo el cantante, compositor y artista garífuna de la paz de la Unesco Andy Palacio, de Belice, en una entrevista de 2007: Hacer de la cultura garífuna algo "genial".
Punta rock hizo precisamente eso. La punta tradicional se apoya en gran medida en tambores y maracas, con sonidos que se hacen eco de los antepasados africanos de los garinagu. Paranda, otro estilo clásico de música garífuna, agrega la guitarra a las melodías, lo que insinúa la influencia centroamericana en la cultura.
Punta rock es "lo que realmente te vuela la cabeza", enfatiza Laredo. Es similar a punta, pero con un teclado, guitarra eléctrica y cuernos, la mezcla perfecta para sorprender en el escenario mundial.
Palacio, un líder en el renacimiento cultural, reunió a músicos garífunas de toda América Central para formar la banda Garifuna Collective en 2007. Sus letras garífunas enviaron un poderoso mensaje: es hora de defender nuestra cultura.
Después de múltiples giras mundiales y premios internacionales de música, Garífuna Collective "puso a los garífunas en el mapa internacional y a Belice junto a ellos", sostiene Laredo. Aunque Palacio falleció en 2008, sus letras y el trabajo de los activistas musicales garífunas de toda América Central encendieron una llama cultural por el garinagu en todo el mundo.
"La música me despertó intriga sobre la cultura; se convirtió en una identidad", cuenta Kevin Ramírez, un músico y productor garífuna radicado en Nueva York, donde sus padres, ambos garífunas, emigraron de Honduras.
Ramírez creció aprendiendo sobre la cultura de su familia, pero, como estadounidense garífuna, le costó comprender su identidad. "Soy negro, pero los estadounidenses negros no me aceptaron porque hablaba español; hablaba español, pero los latinos no me aceptaron porque soy negro".
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El Garífuna Collective toca en el Paleo Festival de Nyon, Suiza, en 2017. La banda fue formada en 2007 por el cantante garífuna Andy Palacio para ayudar a revitalizar la música garífuna y llevarla al público internacional.
Él encontró un sentido de pertenencia después de visitar Honduras y asistir a espectáculos de música garífuna en vivo; estos viajes lo inspiraron a lanzar Hagucha Records, uno de los principales sellos discográficos garífunas de la actualidad. Su historia de recuperación cultural, de perfeccionamiento y difusión de la cultura y el idioma a través de la música, refleja el camino de muchos artistas contemporáneos de esa comunidad.
Un ejemplo es el músico James Lovell, quien adoptó el idioma a los 16 años, para seguir los pasos de su músico beliceño favorito e innovador cultural, Pen Cayetano, "el rey del rock de punta". Lovell pasó a formar parte de un esfuerzo popular más amplio para enseñar la lengua en Nueva York. Cada vez son más las clases de lengua garífuna que se imparten por Internet.
Otro grupo de músicos se inspiró en el mensaje de Palacio: los fundadores de Battle of the Drums, un concurso internacional de música de Belice. Este reconocido equipo ayuda a las escuelas primarias y secundarias de Belice a enseñar la cultura y el idioma garífuna a través de la música, una estrategia tomada de otros profesores de idiomas que enseñan garífuna a través de la canción.
¿Salvará la música el idioma garífuna? El tiempo lo dirá. El garífuna permanece en la lista de lenguas en peligro de extinción de la UNESCO, actualizada por última vez en 2010. Y, como aprendieron los hawaianos al revitalizar su propia lengua tras la colonización, este tipo de renacimiento es un camino largo y de varias generaciones.
El rol del turismo
El renacimiento de la lengua garífuna tiene un nuevo y bienvenido impulso: El Sendero Turístico Garifuna de Belice, que se lanzó formalmente en marzo de 2022. Al igual que las conocidas experiencias culturales mayas del país, esta ruta es el primer impulso colectivo de Belice para promover las experiencias turísticas garífunas. En lugar de seguir un modelo turístico de "bailarines en centros turísticos", los garinagu invitan a los viajeros a experimentar y conectar con ellos desde donde viven, y bajo sus formas.
La iniciativa subvencionada, encabezada por la Junta de Turismo de Belice y la Organización de Turismo del Caribe, incluye 50 negocios de propiedad garífuna en Dangriga y Hopkins, dos centros culturales de la costa sur de Belice. A medida que el sendero crece, los organizadores esperan poder agregar más negocios locales al mix.
Las experiencias varían desde tomar clases de música en el Centro de Tambores de Lebeha en Hopkins hasta admirar el arte tradicional en la Galería de Arte y Artesanía Garinagu en Dangriga. Los objetivos para la finalización del sendero para 2024 incluyen la capacitación de guías turísticos y la expansión a otras ciudades garífunas.
El turismo por sí solo no salvará un idioma; un renacimiento sostenible debe echar raíces con los propios hablantes nativos. Sin embargo, puede proporcionar una motivación efectiva para la retención del idioma: los ingresos. Sánchez explica que más oportunidades económicas, junto con el orgullo por su identidad cultural, podrían ayudar a motivar a los jóvenes garinagu a seguir aprendiendo el idioma.
Hay otro lugar, quizá inesperado, en el que Laredo y Ramírez encuentran esperanza para el futuro de la cultura de sus antepasados: TikTok, donde los vídeos de punta-rock con nuevas versiones de los cantos y bailes tradicionales garífunas han acumulado 800 millones de visitas, y siguen aumentando.
DÓNDE EXPERIMENTAR LA CULTURA GARÍFUNA DE BELICE
• Pueblo de Barranco, distrito de Toledo: se puede disfrutar de performances de punta rock, clases de cocina y lugares de interés cultural. Se trata de un pueblo tradicional garífuna y lugar de nacimiento de Palacio.
• Centro de percusión Lebeha, Hopkins: se puede aprender a tocar la batería, bailar y cantar como un garinagu. Este es un lugar de música en vivo ubicado en el corazón de Hopkins.
• Restaurante Garifuna Blanco y Negro, Cayo Ambergris: se puede degustar la comida garífuna y aprender sobre la cultura de esta comunidad. Es es el principal centro cultural garífuna, situado en el lugar de vacaciones más popular.